Capítulo XL

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《En el Providence》
Barbossa estaba tomando el té en una elegante mesa en cubierta, cuando pronto se le acercó el Teniente Groves para decirle algo importante.

Groves: Señor!
Barbossa: Si?
Groves: Capitán. Señor. Siento mucho venir a reportar rumores, señor, entre la gente, en cuanto a nuestro destino.
Barbossa: Cierra la boca y vete de aquí. (Se para) Así es cómo son las cosas?
Groves: Con todo respeto, señor.
Barbossa: Qué temen los hombres? Dilo! Habla claro.
Groves: Whitecap Bay.
Barbossa: Sí! Whitecap Bay! Todo marino despreciable teme al nombre con toda razón. Pocos saben por qué o quieren enterarse!
Gibbs: Las historias son ciertas?
Barbossa: Di que hace que tiemble tu corazón, Gibbs. O permite que se pierda en el campo de la fantasía.
Gibbs: (Bajando el volumen de su voz) Sirenas, verdad, capitán?
Barbossa: Sí! Es verdad! Espectros! Peces diabólicos! Hambrientos de carne humana fresca! Pasaremos las aguas que habitan! Cuida tu alma, Gibbs. Lo demás pasará a ser de las sirenas. Que devoran.
Ruby: (Mirando las Cinco Piezas de Zafiro encajadas en la Pulsera del Infierno) Yo me encargo de que las sirenas no nos hagan daño!
Barbossa: Tú no podrás hacer nada contra ellas, pequeña!
Ruby: Créeme que sí podría. Hay muchas cosas sobre mí que tú desconoces!
Barbossa: Como qué?
Ruby: Con que sepas lo del fénix basta y sobra por ahora.

Todos: (Comienzan a hablar entre ellos con miedo a las sirenas de Whitecap Bay)
Groves: Silencio! Todos calmados! Reunan su coraje o preparense a enfrentar sus miedos!
Marino x: Sálvense! (Salta al agua)
Groves: Hombre al agua!
Barbossa: No! Es un desertor!
Groves: Giren el barco!
Barbossa: No! Caballeros! A ninguno le pediré más de lo que creo que puede darme, pero sí les cuestiono, somos hombres del rey, verdad?
Todos: Sí!
Barbossa: No es esta su misión?
Todos: Sí!
Barbossa: No distinguí temor en los ojos de los españoles cuando pasó su barco. Somos hombres del rey! Verdad?!
Todos: Sí!
Barbossa: Todos a sus puestos y empilen el barco! El curso fijo hacia Whitecap Bay!
G

roves: Fijen curso a Whitecap Bay!

(•••)

《En el Venganza de la Reina Ana
Angélica, al subir a la cubierta en la noche, se encontró con Jack, que tenía una botella de vino, y con Scrum, que estaba tocando su mandolina.

Jack trataba de comprar la confianza de Angélica haciéndola sentir lo mismo que sintrieron la vez, hace años, cuando estuvieron juntos en una relación. Jack, trataba de conseguir la confianza de Angélica solo para su beneficio ya que lo hacía con bastante desagrado, asco y repulsión en momentos, y no paraba de pensar en Ruby.

Jack: (Coqueteando con Angélica) Hola. Ven. (Le ofrece de la botella de vino) Un trago?
Angélica: Vino, música y algunas velas. Creo que ya seguimos antes este camino, Jack.
Jack: Sí, es verdad. (Le lanza una copa) Lo recuerdo bien. (Destapa la botella de vino) Ondulantes, sinuoso, fluctuante, serpenteante, jadeante. Jadeos incesantes. (Sirve vino en una copa) Recuerdas Santo Domingo?
Angélica: La Martinique. Quise asesinarte en Santo Domingo.
Jack: (En su mente) Cuanto desearía estar ahora mismo a salvo con mi Manzanita y no con esta loca que trató de asesinarme. (A Angélica) Es igual. (Le ofrece la copa de vino)
Angélica: No es apropiado para un primer oficial.
Jack: Yo fui el primero. Siempre me pregunté.
Angélica: Eres muy cautivador cuando quieres algo, Jack. El truco es averiguar qué es.
Scrum: (Toca su mandolina con más energía)
Jack: La verdad es esta: (Comienza a bailar con Angélica) Barbanegra ya cumplió su propósito. Tú y yo podemos ir a la Fuente. Y ahí bañarnos juntos en las aguas de la fama. Y otras clases de libertinajes.
Angélica: Y te cuento el ritual de la Fuente.
Jack: Sí. El ritual profano.
Angélica: (Se acuestan en el suelo) Eres de fiar, Jack? Te necesito de mi lado.

Piratas Del Caribe /// Las Llaves Del InfiernoWhere stories live. Discover now