Capitulo 5. Primera Misión.

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«Es difícil burlar al corazón, y mas cuando no quieres interponerte en la felicidad de uno de tus amigos».

Ese era el pensamiento de Asta, cuando compartía el desayuno con los caballeros, Sara estaba presente, platicando fascinada con Vanesa, que, aunque creía que era una clase de exhibicionista, era bastante agradable para hablar, y ayudaba a que ignorase que el peli plateado la llevaba viendo.

Llevaban poco tiempo en el escuadrón, pero ambos ya sabían como eran, todos tenían una idea diferente de lo que significaba ser un caballero, o lo que debía realizar, lo cual les hacia escuchar un cuanto como personas raras, pero sabían apreciar esas cualidades que los hacen diferentes.

—Esta bien, entonces ahora les daré... ¡Su primera misión!

Los novatos se pusieron emocionados por la noticia que les entregaba Magna esa mañana, por lo que escuchaban atentamente la indicación.

—Ustedes irán a la villa Saussy para cazar jabalíes.

—Paso —dijo terminada la frase.

—¡No puedes pasar! —le regañaba Magna señalandola.

—¡Que misión mas estúpida! —estuvo de acuerdo Noelle.

—¿Qué tiene de estúpido? ¿huh? —replicaba Magna.

—¡Puedo atrapar un tonto jabalí con mis manos desnudas!

—No subestimen a los jabalíes.

Entonces apareciendo Yami en escena, se veía contento, por explicar la situación de la misión, que se debía a que entre Magna y él, perdieron una apuesta, por lo que ahora ellos tenían que arreglárselas para pagar su deuda.

—...Él quería volverse rico en poco tiempo, así podría hacer de su pobre villa un lugar rico en dinero... ese viejo era todo un personaje —continuaba la explicación, dejando con la mirada continua de escepticismo a los jóvenes—. Los humanos se hacen fuertes cuando toman responsabilidades.

—¡Esa es su responsabilidad! —exclamó Sara.

—¡Discúlpeme, pero ese asunto no es nuestro problema! ¡No lo absoluto! —señalaba Asta.

—¡Él tiene razón! —corroboraba Noelle.

—Vayan o mueran. ¿Qué escogerán? —preguntó con sus ojos de asesino, sin mas tuvieron que aceptar.

Como siempre Asta le veía el lado bueno.

—¡Aun sigue siendo nuestra primera misión! —decía lleno de ánimo—. ¡Cielos me estoy emocionando!

—Yo no —admitía la rubia cruzándose de brazos cansada y desviando la mirada, soltando una bocanda de aire, cansada.

—¿Yo? ¿Ir a una mugrienta villa para ir a buscar un mugriento anciano? ¿Para cabalgar un mugriento jabalí? —decia Noelle no muy convencida de lo que estaba por hacer.

—¿Qué dijiste? ¿tienes un problema niña? —le preguntó Magna irritado.

—Nadie se esta quejando de nada. —desviando la mirada avergonzada—. Como no puedo controlar mi magia, me preguntaba si estaba bien que asista a la misión.

—¡Imbecil! Si vas a muchas misiones el control se hará a cargo él mismo —estaballaba Magna como todo el tiempo—. ¡Ademas soy tu superior cubrire tu trasero en todo momento!

Asta y Noelle parecieron agarrar ánimos para la misión, aunque Sara seguía sin mostrar ánimos, porque lo que le interesaba es buscar información sobre el paradero de sus padres, aunque a ciencia cierta, no podría saber donde empezar sin ningun indicio o pista para poder comenzar.

—¿Cómo vamos a ir? —preguntaba Sara aceptando la misión.

—Esa magia de mierda de Finral, no nos puede llevar hasta allí así que iremos en escoba.

—De acuerdo.

—Excepto que no puedo volar en escobas.

—Yo tampoco.

—¡¿Qué?! —gritó—. ¿Acaso están bromeando? ¡Eso es como la cosa mas fácil del mundo! ¡¿Por qué no pueden hacerlo idiotas?!

—Porque no tengo magia en absoluto —respondió Asta bastante orgulloso.

—Yo no puedo controlar mi magia. Así que es obvio que no podría —explicó Noelle sin quitar su mirada arrogante y un cuanto altanera.

—Bien, eso no ayuda en nada —soltó con fastidio sacando su grimorio—. Los llevaré en mi genial vehículo —y sacaba una cosa que parecía una escoba con cabeza de toro o algo por el estilo—. Su nombre es ciclón loco.

Sara giro la cabeza, para admirar su belleza o los maravillosa que declaraba.

—¡Es un cacharro!

—No pueden notar la belleza estructural artista que hay aquí.

—Si, tienes razón. No puedo apreciar la belleza que dices —señaló sin piedad.

Se montaba en la escoba, manteniéndose a un costado de sus compañeros en el vuelo, mientras volaban sentia cierta envidia a sus compañeros, porque parecían divertirse mas en la escoba loca, que ella en su escoba normal.

—Ya entiendo porque a ti y a Yuno les gusta volar —dijo Asta con una sonrisa, y cuando se acercó un poco mas a Noelle este habia golpeado al chico, haciéndole perder equilibrio.

Sara lo atrapó, justo antes de entrar por las ramas de los arboles, el chico miró a la rubia, que sonreía divertida, este se ruborizaba, puesto que lo atrapo, como si se tratase de una princesa; y estaba muy cerca de la chica.

—De nada, tienes que ser mas cuidadoso, Asta —lo regreso a la escoba de Magna.

Fue un viaje, no tan largo, un poco mas complicado cazar a los jabalíes, que eran mas grandes de lo planeado, así que solo llevaron un par, dejando que Asta cargue con ellos, para dejarlos junto el anciano a quien le deben la apuesta, pero había una neblina cubriendo todo el pueblo.

—Seguro que este lugar tiene un clima espantoso —comentó Asta sorprendido.

—No seas estúpido, es magia —le aclaró Noelle—. Si podemos entrar, dudo mucho que lleguemos a nuestro objetivo.

Sara contemplaba la aldea cubierta de niebla, esa neblina no le dejaba leer el aura de los otros, por lo que, miró a Asta.

—Asta, corta esta niebla con tu espada —mirándola confundido.

—No seas tonta, las espadas no cortan la neblina.

—¡El tonto eres tú! —replicó irritada—. ¡Tu espada corta cualquier magia!

La niebla se iba divisando, y cuando llegaban al centro de la aldea, encontraron estacas de hielo flotando encima de los aldeanos, sin pensarlo mucho, Sara corrió "Magia del tercer aura: Protección." Creo una gran barrera, que cubría a todos los aldeanos de las estacas que cayeron peligrosamente hacia ello.

Leyendo las auras, todos estaban bien de salud, hasta que llegaba a una que descendia drásticamente, por lo que inmediatamente se acercaba, "Magia del cuarto aura: Curación." Intentaba curar la herida del abdomen, pero habia pasado mucho tiempo, antes de que ellos llegaran.

—Sara, ¿Cómo esta este hombre? —preguntaba Magna que se acercaba a ella.

—Lo siento —responde decepcionada.

—¿Fuiste tu? —acusaba al hombre que estaba sentado en el medio.

—¿Cómo te atreves a desordenar la agenda? —preguntó el hombre llevando una cicatriz en medio del rostro y los ojos frios—. En tres segundos morirán.

Se creo un gran cubo de hielo, y aunque Sara habia creado una barrera de protección enfrente de ellos, no iba a hacer suficiente, salvo que Asta brinco y partio en dos la gran creación de hielo. Mirando de reojo a los aldeanos, sin antes caer en el rostro de alivio de su amiga.

—¡Te pateare el trasero!

Golden Heart «Black Clover»Where stories live. Discover now