Capitulo 15.

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Sus ojos se abrían de poco en poco. 

Primero alcanzaba a mirar la piedra del techo, su primer pensamiento fue que andaba en el cuartel, hasta que fue suficiente consciente que estaba en una cama, con algunas vendas en su cuerpo, la cabeza le dolía bastante, y los ojos le ardían, intentaba sentarse, pero se encontraba en una habitación, vacía, no había nadie, que alcanzara a ver. Su corazón se encogía, pensando que Noelle y Asta se fueron sin ella.

Abrazaba las sabanas, sus ojos estaban apretados, intentando apartar aquellos pensamientos, que la han acompañado por más de diez años, cuando se encuentra en esa situación. Perdida y sola, se paraba con las piernas temblándole, se ponía los pantalones, su blusa y el uniforme de los Black Bulls.

—¡Sara! —entró Asta ruidosamente hacia la habitación—. ¡Ya te levantaste! ¡Has tardado mucho en...! —pero no pudo acabar, la rubia se abalanzó sobre el peliplateado, abrazándolo con fuerza, su cabeza se hundía entre sus hombros, derramando algunas lágrimas, por pensar que le habian dejado atrás.

El peli plateado, se quedó estático, colocaba su mano encima de su rubio cabello, que seguía suelto, y un poco rizado, una mano en la parte baja de su espalda, mientras disfrutaba ese momento, sin sentirse culpable.

—Ya estoy bien, el rey mago, me trajo de vuelta.

—¿Qué? —pregunta alejándose del chico—. ¿Cómo que te trajo de vuelta?

Asta le explicó que fue secuestrado, por el grupo de magos nuevos, y que le salvo, trayéndolo de vuelta, la barbilla de la chica se caía, suponiendo que fue justo después de que quedara inconsciente, se alejó un poco más del chico, llevándose una mano a la boca, sintiéndose culpable por lo sucedido.

Se fue a sentar a la cama, y con pesar se ponía las botas.

Caminó junto con Asta, Noelle y sorprendentemente, Charmy se encontraba ahí, platicaban de algo, mientras Sara, solo se molestaba con no perder de vista un piedra, que iba golpeando mientras caminaban.

—Ten un pan —le ofreció Charmy.

—Gracias —dice tomándolo.

—¿Por qué estás todavía aquí, Charmy? —preguntó Asta con la boca llena.

—Dónde hay buena comida, ahí estoy —responde con las mejillas enrojecidas—. Además, conocí al hombre con el que estoy predestinada a estar, aunque este tema es un poco maduro para hablarlo contigo chico.

Noelle, preguntó cómo había entrado a la ciudad, y demostró su magia de lana, como la tragaba, luego la encogía y se metía en la ropa de Asta, el mismo, se volteaba e iba saludando a alguien por la calle. Sara no prestaba mucha atención.

Colocó ambas de sus manos cerca de su cara, la agito, por un par de segundos, nuevamente, volvía a hacer una carga, no logró mucho, no salvó a Asta en ningún momento, y luego... viendo que se trataba del grupo de Yuno, y Yuno. Yuno, también le había vuelto a salvar. Este lanzó un hechizo con un gran águila, pero Asta le detuvo justo a tiempo con su espada. El hechizo, tenía un mensaje, que decía: "después, Tontasta."

Asta gritaba, pero, Sara dio un par de pasos al frente.

—¡Yuno! —llamó su atención el chico paró al instante—. Gracias, por... protegerme hace rato. Pero, escúchame bien, tú también Asta, ¡No deseo que vuelvan a protegerme! —ambos chicos la miraban con sorpresa y confusión—. Me hare, cada vez más fuerte, y más fuerte. Para no necesitar su protección. No vuelvan a salvarme.

Otro mensaje de aire.

"Hasta que te vuelvas más fuerte, no dejare de protegerte."

—¡Yo también pienso lo mismo! —se acercó Asta.

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