Capitulo 16. Mary, la hermana de Goshe

1.3K 122 18
                                    

Durante su corto tiempo en los Black Bulls, no le daba el crédito que merecía a Yami, ya que a su parecer es un sujeto muy rudo, sin modales y era capitán de una Orden, por quien sabe la razón. Ahora con esos cuatro días de entrenamiento, acostada en el césped, observando al capitán a oscuras, su criterio cambiaba.

Andaba un cuanto aterrada, mientras sus manos temblaban con las partes del bo-staff en sus manos, no había dado ningún golpe, como él, que andaba con una katana de madera, y seguramente conteniéndose.

—Es todo por hoy —señalaba tirando el cigarro que definía la duración de ese duelo.

—¡Todavía le quedaba un poco a ese cigarro! —señalaba incorporándose esperando por un segundo round, pero sus piernas temblaban, mantener lo que ha estado haciendo, la velocidad y fuerza, cansaba después de un rato, podía sentir sus ojos comenzándole a doler, pero todavía tenía mana para continuar—. ¡Encienda otro! —insistía logrando pararse y cortarle camino.

—Entiendo que tengas mucho mana —dijo encendiendo otro por decisión propia—, pero, físicamente no puedes más —colocó su dedo índice en la frente de la rubia, haciendo que se cayera para atrás como una torre desplomándose.

Soltó un suspiro exhausta.

Entrenar con Yami, esa hora y media, le servía de mucho, pero llegaba a entrenar sola, una hora antes y después, intentando que alguna imagen relacionada con el bo-staff fluyera como en la tienda, pero, su cuerpo parecía moverse instintivamente, como si no fuese la primera vez sosteniendo esa clase de arma, y no lo dudaba.

Dándose media vuelta para esperar que desaparezca, siente como la cargaban del cuello de su blusa, dejándola a la altura del capitán, que la miraba un poco irritado.

—¡Descansa! —Alzó la voz—. Solo has tenido cuatro días de entrenamiento, no creo que mejores tan rápido —pero este mentía, notaba un crecimiento descomunal con respecto a sus habilidades con el bo-staff, no quería dejar que se confiara y se relajara, tampoco quiere que siga entrenando como loca, andaba más delgada que cuando entro y se notaba más cansada de lo usual.

Sin poner oposición, dejo que el capitán la cargara hasta el cuartel, colocando ambas espaldas contra espaldas, sus brazos encima del pecho, y miraba sus pies, que casi no llegaban el suelo.

No podía creer lo chiquita que era.

—Sara —la saludo con gran alegría Asta.

A duras penas lograba sonreír, su cabeza cayo en la mesa, y su cuerpo andaba muy pesado.

—Hola, Asta —dice lentamente.

—Has entrenado muy duro estos últimos días, ¿no es así?

Ella asiente sin todavía mirarle.

—Oye, ¿Qué te parece si vamos a jugar con los hermanos de Rebecca? —proponía el peliplateado con cierta emoción.

—¿Jugar? —Preguntaba sorprendida enderezándose en su lugar—. Rebecca, es la chica con quien fuiste a la "reunión grupal" —señalaba con comillas formadas por los dedos.

—Si, es muy buena gente, le dije que iría y además te llevaría —moviendo un poco su brazo, con insistencia para que aceptara su propuesta.

—He estado entrenando muy duro, y solo iremos a divertirnos un rato —pensaba en voz alta, luego dibujo una gran sonrisa asintiendo la propuesta.

Al dia siguiente.

Sara se arreglaba su rubio flequillo, luego miraba su toga, que colocaba encima de una playera gris de regilla, sus coletas caian en perfectamente detrás de su espalda, miraba su rostro, que se notaba en verdad un poco cansado, asi que el descanso sentaría bastante.

Golden Heart «Black Clover»Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu