Capitulo 14.

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Sara se levantaba con un severo dolor de cabeza, eran uno de los efectos secundarios de sus poderes, tenia una mano en su cabeza, que bajaba hasta su mejilla, mientras la otra, pegaba con cierta fuerza su mejilla izquierda, ya que recordaba que Yuno le rescató nuevamente, y en su cerebro se reproducía una muy romántica, pero también, frase cliche, lo que le provocaba ruborizarse.

Parándose, y viendo que vario de los sujetos que le habian robado tanto mana, como juventud, andaban recuperándose, por lo que se encaminaba a donde seguramente, estarían, Asta y los Vermillions, no iba a perder mas tiempo, aunque llegaba justo a tiempo, cuando Noelle y el joven Vermillion tenían dificultades con un minion de barro.

Uno de los minions, que fue invocado por aquel mago, producía un campo defensor. Asta seguía herido, aunque sus espadas podrían eliminar ese campo de fuerza, al igual que no debía entrometerse, ya que un capitán le estaba ayudando.

—¡Escuchen niños! ¡Saben que desde que entran en los caballeros magos, se enfrentaran a poderosos enemigos con magia poderosa! —explicaba el capitán con mucha pasión, si hubiese levantado su mano, probablemente, Sara hubiese formado equipo con ellos—. ¡Pero, si se calman y analizan a su oponente y tienen las agallas de esperar al momento oportuno, no perderán!

Su mirada levemente le miro.

Entonces, analizaba el otro combate, debía buscar una oportunidad para atacar. Respiraba hondo, analizaba si todavía le quedaba un poco de magia, para volverla mas destructiva, le quedaba un cuanto mas, debe superar sus limites en ese justo momento, y cuando Noelle, aplicaba su nido de dragón de agua, resbalaba en él, hasta que preparaba una destructiva bola de aura amarilla.

Esquivo un golpe, dando un giro, y una mano hizo impacto, esta explotaba, pero le siguió en el movimiento, aunque luego llego el joven Vermillion, incrementando ambas potencias del golpe, ganaban el encuentro.

—¡Están a la realeza de brillar orgullosamente! —les felicitaba el capitán.

—¡Gracias! —dijeron los tres al unísono.

Se vio sorprendida, porque inclusive había saludado, después de todo, le ha emocionado bastante, con todos sus discursos y palabras de aliento. En su mente se produjeron las imágenes de Yami, imaginándolo con la actitud y personalidad de León, pero... no le quedaba muy bien, ante su imaginación.

El mago, fue atrapado por garras de león de fuego.

—¡Quita tus sucias palmas de mi! ¡Aun puedo luchar! —exigía con desesperación.

—Hay un montón de cosas que tengo que preguntarte —decía avanzando con porte hasta el mago—. Pero antes de eso, confiscare tu grimorio.

—¡No! ¡No toques mi grimorio!

Sara se acercaba, y notaba que su grimorio, era... muy pequeño, y asomándose, ese solo contenía una pagina de hechizos. El hechicero se descontrolo.

—No me miren con lastima.

—¿Quién va a mirarte con lastima? —le cuestionaba Asta, se veía ya cansado, y sus heridas, no han dejado de sangrar—. ¿No podrían pensar en un método diferente para que la gente te reconozca?

Sara se acercó a él, y le ayudaba a mantenerse de pie, dejando que su brazo, se colocara en su brazo.

—Tienes un poder increíblemente alucinante, nacer con tanto mana... y lo has desperdiciado todo.

—Tu que tienes el poder de convertir el mundo al revés, lo que te faltaba era el temple para llevarlo a cabo —explicaba Leon.

—Me preocupa mucho tus heridas, Asta —señalaba Sara, sabiendo que no podría curarlo, porque ya no tenia tanto mana, para hacer una intervención sanadora.

Golden Heart «Black Clover»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora