Mí mirada iba de un lado a otro no tenía idea de lo que estaba pasando en ese momento, las dos se miraban y sus gestos eran indescifrables. Me acerqué y tomé la mano de Elizabeth y fue ahí cuando ella reaccionó y sus lágrimas comenzaron a rodar.
Fue ahí cuando lo comprendí y solo me alejé un poco y miraba la escena un poco impactada y temerosa de lo que pudiera pasar en ese momento.
-No entiendo -dijo la joven abogada -Tu estabas muerta, nosotros sepultamos tu cuerpo.
Solo vi como Elizabeth cerró los ojos sin decir palabra..
-No puede estar pasando esto -Dijo la abogada cubriéndose el rostro.
Elizabeth aún se encontraba en shock no decía nada solo miraba de manera perdida a Fabiola quien la veía de igual manera.
Elizabeth:
Era ella mí niña, la pequeña Fabiola convertida en una mujer, aún no podía asimilar que todo esto estuviera pasando no podía creerlo, quería salir corriendo pero a la vez quería abrazarla y no soltarla por mucho tiempo.
-Lo siento -Fue lo único que pude decir.
Ella solo negó y sollozó para después caminar hacia mí aferrarse a mí lo más fuerte que pudo, extrañaba tanto a mí pequeña a la niña tierna y buena que siempre se pasaba atenta a los demás, me alegraba ver qué era una mujer hecha y derecha. Su padre había hecho muy buen trabajo con ella.
Mí mente repasaba todo lo que estaba pasando y de un momento me detuve a analizar su nombre y la sangre se me heló completamente.
Me separé de ella y la miré fijamente.
-Te buscó no es así? -Pregunté esperando que su respuesta fuera un no.
-Si -dijo llorando -Años después de tu supuesta muerte me buscó y han pasado tantas cosas.
Se volvió a aferrar a mí y sentí como si una daga atravesara mí corazón.
Sabía que Sandra Contreras le había causado daño a mí pequeña.-Porque te fuiste mamá? -dijo sollozando entre mis brazos -No sabes lo que hemos sufrido sin ti, Josue te necesitó mucho.. los dos lo hicimos.
De pronto una seriedad se apoderó de ella, se separó de mí y caminó hasta su silla sentándose y limpiando sus lágrimas, esa cara la conocía perfectamente y la había visto más veces de las que yo hubiera querido en Sandra.
-Necesito explicaciones -Su voz sonaba fría -Porque venir hasta ahora? -dijo viéndome con la mirada completamente furiosa -Porque esperar tanto tiempo Elizabeth.
Sentí una punzada en el pecho al escucharla decir mí nombre.
-Fabiola -Dijo Érika -Todo tiene una explicación de verdad..
-Y tú quien mierdas eres? -Dijo enojada -Tu no tienes idea de las veces que mí hermano y yo lloramos en las noches hasta quedarnos dormidos por ella y ahora aparece como si nada después de tantos años?
-Hija no le hables así -Me molestó demasiado la forma en la que se estaba adelantando y hablándole a Érika.
-Entonces explícame Elizabeth porque yo no entiendo ni mierda..
-Aquel día del accidente yo me dirigía al siguiente pueblo quería irme huir de lo que sentía por tu madre -Dije limpiando mis lágrimas. -Pero me arrepentí y regresé, cuando venía de regreso me encontré con una chica que venía caminando algo cansada y me pidió que si la llevaba a la ciudad y lo hice pero a medio camino del viaje los frenos del carro fallaron y nos etrellamos -dije recordando
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Inesperadamente tú
RomanceErika es sorprendida por el destino quien se encarga de enseñarle que todo llega a su tiempo. Trata de olvidar sin pensar que en el intento le volverían a romper el corazón.