Desacuerdos

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Me sentía algo confundida pero sobretodo algo divertida por la manera en que estaban pasando las cosas, Sandra no sentía ni el mas mínimo remordimiento de ver que su esposa la seguía de un lugar a otro esperando por lo menos un poco de atención de su parte pero en cambio solo recibía malos tratos.

Caminé hasta la entrada y me detuve solo a ver a Fabiola con la cara de disculpa, toqué su hombro y sonreí para después entrar al cuarto de mi chica.

Al entrar la vi algo preocupada y cuando me vió suspiró y su intensa mirada jamás dejó mis ojos..

–Que te dijo? – preguntó algo nerviosa..

–Está todo bien, no tienes nada de que preocuparte –dije besando su frente –Solo te tienes que preocupar por recuperarte..

Ella se quedó un poco más tranquila e hizo que me fuera a casa a descansar lo cual tuve que aceptar en contra de mi voluntad.

Al salir de la clínica me encontré recargado en mi coche al padre de Fabiola quien me miraba con un cigarro entre los dedos.

–Lo puedo ayudar en algo señor? –Sabía perfectamente que era lo que quería.

–No se te hace que eres una niña para estar con Elizabeth? – preguntó de manera burlona –Ella necesita un hombre como yo.. tú y Sandra no le pueden dar lo que yo y ella lo sabe..

–Ah si?? –dije riendo –Creo que si quisiera ella estaría contigo – desactivé la alarma del coche y abrí la puerta sin dejar de ver al tipo. –Pero está conmigo y eso ni tú ni Sandra lo va a cambiar..

Subí a mi coche y lo prendí para después arrancar sin ver aquel tipo que solo veía molesto como me iba del lugar.

Me sentía muy estresada y apesar que sabía que las cosas estarían difíciles, no iba a rendirme tan fácil.

Estacioné el coche y entré a la casa encontrándome a algunos de mis amigos sentados en la sala platicando animadamente y al verme se quedaron callados.

–Lo siento no quería interrumpir –dije caminando a mi cuarto –Sigan con lo que estaban yo me daré una ducha..

Nadie dijo nada y yo cerré la puerta de mi cuarto algo confundida con la actitud de toda la gente.

Algo había cambiado? Mi mente se preguntaba eso una y otra vez.. Traté de relajarme con una ducha y pareció funcionar ya que después de eso me quedé dormida en mi cama.

Los golpes en la puerta me despertaron y me di cuenta que aún seguía con la bata y no me había cambiado, no tenía idea de cuanto tiempo había pasado.

Me levanté, me acomodé la bata de baño y abrí la puerta y vi a Natalia que me miraba algo apenada.

–Pedimos comida –dijo algo tímida –por si quieres venir a comer con nosotros..

–En un momento voy, gracias.

Cerré la puerta y me cambié para ir a comer ya que me moría de hambre. Al salir de mi habitación un silencio volvió a inundar el lugar lo cual me incomodó mucho..

–Pasa algo? –dije viéndolos molesta –Digo porque parece como si no quisieran que yo escuche lo que hablan..

–No, no es eso Erika –Dijo Natalia –Solo no queremos tocar un tema que te pueda incomodar

–Pueden hablar de lo que quieran, no actúen como si yo me fuera a romper –dije comiendo

–Como está Elizabeth –preguntaron.

–Bien, de hecho ya me tengo que ir – Revisé mi teléfono y vi que habían pasado algunas horas desde que llegué a casa.

Me levanté de la mesa y nadie pronunció palabra por lo cual di por terminada la conversación.

Tomé mi abrigo y mi bolso y salí por la puerta sin despedirme, estaban raros y tarde o temprano descubriría que es lo que se traían esos chicos.

Llegué al hospital, al entrar a la sala me encontré con las mismas personas no gratas para mí quienes me miraban como si quisieran matarme en ese momento.

–Buenas noches –Dije pasando por dónde estaban ellos y abrí la puerta del cuarto de Elizabeth quien al verme dibujó una gran sonrisa en sus labios.

–Hey! Ya te extrañaba –Dijo Elizabeth besando mis labios y mi sonrisa no podía ser más grande.

–Yo también te extrañé –volvi a besar sus labios..

–Saldre pasado mañana –Dijo algo preocupada..

–Es buena noticia –Dije sonriendo– pero pasa algo no?

–No quiero quedarme sola en casa –dijo triste..

–Quedate conmigo –dije de inmediato –yo te cuidare

–Lo dices de verdad? –sus ojos brillaban y sentí como mi corazón se aceleró al verla de esa manera..

–Claro que si Elizabeth –bese sus labios –te puedes quedar conmigo y yo te cuidare siempre...

–Me parece una idea excelente – me besó de manera más intensa.

En ese momento abrieron la puerta y entró Fabiola y su madre y al ver la escena Fabiola se disculpó por interrumpir..

–Disculpen no quería interrumpir –Dijo Fabiola con una leve sonrisa

–No te preocupes hija está bien pasa –dijo Elizabeth sonriendo y tomando mi mano –Que pasa?

–Esque veníamos a decirte que te quedarás en mi casa cuando salgas de aquí –dijo rápidamente Sandra por lo cual yo no pude evitar reír.

–Mamá en eso no quedamos –dijo Fabiola viendo a Sandra enojada

–Es lo más conveniente, ahí tendrá los cuidados que necesita y no creo que esté a discusión –dijo molesta –Yo la voy a cuidar como debe ser..

–Disculpa pero no –dije y vi la cara de sorpresa de Fabiola y Elizabeth –Ella se quedará conmigo y la cuidaré yo, así que no te preocupes..

–Acaso no escuchaste que no estaba a discusión mocosa? –dijo Sandra alterada

–Mira Sandra –dije molesta –Aqui no vas a venir a dar órdenes –dije acercándome levemente, me había cansado –La que toma las desiciones aquí es Elizabeth, no somos tus empleados para aceptar lo que tú digas..

Sandra se quiso acercarse más a mí pero Fabiola lo impidió tomándola de la mano y mirándola de manera muy molesta.

–Tiene razón madre –dijo Fabiola de manera muy seria –mi mamá Elizabeth tiene el derecho de decidir lo que ella quiera..

–Yo podré cuidarla mejor que esta niña –dijo Sandra muy enojada..

–Mira Sandra, tienes que aceptar que Elizabeth es mi novia y seré yo quien cuide de ella y si no te parece no me interesa porque la desición está tomada.

–Asi es.. –dijo Elizabeth –Acabo de tomar mi desición y me iré a casa de Erika y será ella quien me cuide –dijo viendo fijamente a Sandra –Tienes algún problema con eso??

Sandra salió sin decir nada y Fabiola detrás de ella, miré a Elizabeth y me miró algo seria.

–No te preocupa que pueda hacer algo contra ti? –Dijo tomando mi mejilla –Estamos hablando de una persona muy peligrosa..

–No me interesa –dije poniendo mi frente junto la de ella –Yo te voy a cuidar así me tenga que enfrentar a Sandra Contreras.

Inesperadamente túWhere stories live. Discover now