Venganza.

1.5K 99 5
                                    

—Fabiola, estás segura? —pregunte preocupada.

—Esa no es mi madre —Dijo triste— ella está fuera de control me puso a elegir y hasta me amenazó y ahí fue que entendí todo lo que le había afectado esto..

—De verdad lamento estar poniéndote en esta situación —hablé apenada.

—No! Claro que no tienes culpa de nada, es mi madre quien se volvió loca, siempre amó a mi madre y ahora que está aquí se obsesionó con ella y abandonó a Lucia y ella está destrozada.

—Lo entiendo, el día de la clínica vi como esa chica seguía a tu madre de un lado a otro sin decir nada y tu madre solo queriendo estar con Elizabeth —hable —Es mejor que ella se aleje, no puede estar tolerando todo eso..

—Pues si, pero bueno.. encárgate de arreglar tu renuncia y ve a casa y cuídate y cuida a mi mamá Elizabeth por favor..

—Claro Fabiola..

Salí del lugar y me puse en camino al restaurante donde todos al verme llegar corrieron a mi encuentro..

—Resolviste algo? —dijo Laura —estamos muy nerviosos..

—Ustedes están fuera de esto Laura —Dije suspirando —esto es mi asunto, renuncio al restaurante y aquí están los documentos donde mi parte ahora pertenece a Elizabeth.

Todos me miraron sorprendidos y algo molestos, solo los mire con una sonrisa y le entregue los documentos a Natalia, que no me quitaba la vista de encima..

—Estas de broma no es así? —pregunto Laura —porque Elizabeth?

—Hay algún problema con eso? —dije viéndolos con curiosidad —Digo porque si hay algún problema díganmelo y lo arreglamos de una vez..

—No confiamos en ella Erika —dijo Laura — sabes quien es su hija no?

—Fabiola Contreras mi abogada..  porque lo dices en ese tono

—Sabes quien es no? es una narcotraficante Erika por favor reacciona!

—Para empezar Fabiola no es ninguna narcotraficante, es una excelente persona y la mejor abogada de todo México.. yo se quien es y no es necesario que me vengan a contar esas cosas...

—Porque la defiendes carajo! —gritó Natalia —abre los ojos Erika! estás en peligro y tu sabes bien por que está pasando todo esto..

—Ahora no quiero escucharlos, suficientes problemas tengo ya como para lidiar con ustedes.. —dije decepcionada —y mi parte del restaurante lo puse a tu nombre Natalia.. solo quería saber que era lo que tenían contra Elizabeth y ya lo descubrí, cuídense.

Salí del lugar un poco triste y enojada porque eran mis amigos y no podían entender un poco lo que yo estaba pasando, en vez de ayudarme solo me juzgaban y eso no era lo que yo necesitaba..

Estaba muy mal, me sentía muy inquieta y viendo para todos lados cuidándome de que nadie estuviera vigilandome, maneje a casa de mi padre, tenia que enfrentarlo y ponerle fin a todo esto cuanto antes mejor..

Al llegar vi que el coche de mi padre y mi hermano Javier se encontraban ahí por lo que entré cuidadosamente, no sin antes guardarme el arma en mi cintura, entré despacio y caminé por la sala hasta llegar al despacho de mi padre y ahí escuché una conversacion que jamás en la vida pensé escuchar de mi propia familia.

Conversación:

—Por eso mismo el plan ya está en marcha Javier! tienes que ser paciente  —Dijo mi padre viendo a Javier quien se encontraba molesto. —Se que te urge mas a ti que a mi ver a tu hermana hundida..

—Habíamos quedado que solo le quitaríamos su dinero y propiedades — dijo nervioso— no que la mataría Sandra Contreras — levantó la voz — estas consciente que vas a matar a tu propia hija?

—Esa no es mi hija —dijo con rabia — esa dejó de ser mi hija cuando deicidio meterse con lo mio y si Sandra no la mata.. la mataré con mis propias manos y tu me ayudarás..

Mi sangre hervía del coraje y saqué el arma de mi cintura y  entré en la habitación apuntándole en la cabeza a mi padre quien me miraba con terror, Javier solo retrocedió y se puso detrás de papá como niño chiquito.

—Que pensaron par de idiotas? —dije enojada —Que me verían la cara de pendeja? —Reí a pesar que por dentro mi corazón estaba roto en mil pedazos.. — se morirán primero ustedes.

Estaba fuera de control y solo quería vaciar mi arma en aquellos desconocidos que estaban frente a mi y justo cuando lo iba a hacer sentí como alguien me golpeo por la espalada y caí al piso desorientada.

Me quitaron el arma y me pusieron una bolsa en la cabeza y me llevaron a un lugar desconocido para mi, mi respiración era agitada y el dolor en mi cabeza era terrible, la bolsa en mi cabeza impedía que viera el lugar en el que me encontraba y luchaba por desatarme de aquella silla a la que me habían amarrado. mientras trataba de soltarme una voz inundó aquella habitación y un escalofrío recorrió mi cuerpo, esa voz la había escuchado antes pero no sabía donde.

Me quitó la bolsa de la cara y al ver su rostro supe que había llegado mi fin.

—Hola Erika —dijo aquella persona con una sonrisa — si supieras cuanto tardé en encontrarte— de verdad que eres buena escondiéndote..

— Yo nunca me escondí, siempre estuve a tu alcance —dije respirando pesadamente..

—Quien hubiera dicho que tu propio hermano te entregaría a mi.. recuerdo muy bien aquel dia en el que me quitaste la venganza de las manos y haces que casi pierda mi brazo — dijo mirando su arma — creías que lo iba a dejar así? — negó con la cabeza y sonrió maliciosamente — y menos que ahora se que eres un punto débil de Fabiola.. 

— Haz de mi lo que quieras pero no te metas con ella y su familia por favor..

—Ella no debió meterse conmigo niña! —dijo gritando —ella me robó lo que mas he amado en la vida.. y me destruyó completamente y quien diría que ahora su madre me este ayudando a destruirla poco a poco..

—Si me vas a matar hazlo pero déjala en paz.. — dije llorando — ella merece ser feliz y lo sabes ..

—Claro que lo sé — se rió burlona — pero no debió meterse con mi felicidad — puso su arma en mi cabeza — Desgraciadamente y como de costumbre hoy va a morir alguien por su culpa.

Inesperadamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora