Capítulo 3

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Hola! Sorpresa... O no tanto jajaja. Subo hoy porque el miércoles me va a ser imposible y así no os dejo tantos días sin capítulo. Dedicado a Ka, ella ya sabe por qué.

 Y a la Minion enanísima porque confía más en mi que yo misma.

Disfrutad la lectura y recordad comentarme qué os parece :)

III

Actualidad:

Era tarde, muy tarde, estaba seguro de ello, lo que no sabía era qué le había sacado del mundo de los sueños donde estaba apaciblemente sumido, arrugando la naricita varias veces, murmurando mientras intentaba mantenerse dormido sin éxito, despertando lentamente y descubriendo por qué al notar una mano chiquitita moviendo su hombro efusivamente y sin parar, hasta que su inesperada visitante de madrugada se dio cuenta de que no dormía, deteniéndose en el acto con una sonrisita enorme en su rostro.

-Germanet...- La voz de Mar le llegó como un susurro, captando su dormida atención mientras la enfocaba con sus ojillos achinados. –Leo tengo un pipí m'acompañas porfi.

-Mar...- Su voz sonaba pastelosa, demasiado adormilado, mientras miraba a su pequeña hermana sin comprender por qué le había despertado. –Si ya eres muy grande, sabes ir solita.

-Ti, yo ya sé.- Respondió ella, asintiendo repetidas veces con la cabeza. –Pero mami ha puesto pañal y yo soy grande y no se quitar... ¿M'acompañas porfi?

Restregándose los ojos y suspirando sonoramente, se enderezó mientras notaba como su hermana sujetaba su mano con fuerza, tirando de él hacia la puerta dando pequeños saltitos camino al lavabo.

Con cuidado y mucho cariño, ayudó a la pequeña a quitarse el pañal y la aupó, esperando a que terminase para volver a la cama cuanto antes y seguir durmiendo, sonriendo sin poder evitarlo al escuchar a mar canturreando despreocupada.

-Ya ta Germanet. –Su vocecilla lo sacó de su ensoñación, sonriéndole y recibiendo esa mueca tan graciosa que su hermanita dibujaba en su rostro cuando estaba contenta como respuesta. -¿Me pones pañal porfi?

Tras ayudarla a volver a colocarse el pijama, su hermana cogió una vez más su mano con fuerza, volviendo a la habitación que compartían los tres en casa de su padre desde que Inés había invadido la de Mar al mudarse. Su hermana iba inusualmente callada y é, que la conocía demasiado bien, en seguida supo que algo pasaba por su pequeña cabeza, casi seguro de que la pequeña quería dormir con él y no en su camita sin atreverse a pedirlo.

-Mar...- Le dijo, sonriéndole mientras ella clavaba sus enormes ojos en él, aferrándose aun más fuerte a su gatito de peluche, el mismo que no soltaba en ningún momento. -¿Crees que tú y quesito podéis dormir conmigo esta noche?

-¿Tenes susto Germanet?- Respondió, abriendo desmesuradamente sus ojos ante la petición de su adorado hermano. –Yo te cuido Leo.

-Sí peque.- Su sonrisa se hizo aun más grande al ver la alegría dibujarse en los rasgos de Mar. –Tú me cuidas de los dragones ¿Vale?

-Ti.- Su voz infantil se cargó de seriedad, tomándose muy a pecho su labor mientras entraban una vez más a la habitación, descubriendo que Manu también se había despertado y los observaba, restregándose los ojitos. –Con quezito te cuidamos.

Al ver que su otro hermano estaba despierto, Mar lo llamó con sus gestos mientras se subían a la cama de Leo. Manu le regaló una sonrisa, levantándose y uniéndose a ellos, dando un besito sobre su cabecita y provocándole la risa.

-Manu yo cuido...- Le dijo entre susurros, orgullosísima de su gran hazaña y de la confianza que sus hermanos depositaban en ella. –Cuido de los Germanets.

After youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora