Volvamos A Empezar [NamJin/TaeJin/KenJin]

Cap 13

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Narrado por NamJoon

Recuerdo la primera vez que la vi, su rostro angelical logró atraparme, su hermosa piel y sus encantadores ojos me enamoraron a primera vista.

Todo de ella me parecía perfecto y cuando llegué a conocerla pude corroborar aquello, conocí a la mujer con la que quería compartir mi vida, mi corazón estaba más que encantado de estar a su lado y no se oponía a la idea de tenerla junto a nosotros por toda una vida.

Y, por si fuera poco, mi felicidad estuvo completa cuando ella dio el primer paso, una carta de amor, que no tarde en responder, aceptando sus sentimientos y declarando los míos también.

Desde entonces, mis ojos solo miraron en una dirección, mis manos solo querían tomar las suyas, mis labios necesitaban cada día del dulce néctar de los suyos, mi corazón quería sentir su calor, todo mi ser anhelaba estar junto a ella.

Kim So Hyun, me había convertido en el hombre más afortunado del mundo.

Sin embargo, no pude resistirme a la tentación que emanaba el cuerpo de aquel entonces rubio y ahora peli-rosa, que sin previo aviso me envolvió en una cegadora nube de pasión, lujuria era lo que veía en esos ojos color caramelo, pero aun así no pude abandonar el gran amor que sentía por So, estaba seguro que Kim SeokJin tan solo era un tipo de desliz del que con el tiempo me aburriría y todo volvería a la normalidad.

Entonces, no entendía porque mi mirada no daba tregua a la escena tan melosa que protagonizaba Jin junto a ese tal Ken, sentía mi estómago querer devolver todo lo ingerido y mis manos picaban por querer golpear aquel rostro del peli-menta y gritarle que guardara distancia para con SeokJin.

Estaba junto a la mujer que juraba amar, pero extrañamente mis ojos permanecían inmersos en cada acción que realizaba la persona en frente de mí, observaba con cautela el movimiento de sus labios cada que pronunciaba una palabra, lo veía jugar con sus manos y cubrir su boca de vez en cuando al reír, me sumergí en un mundo en donde estábamos solo él y yo.

Incluso llego un punto en el que me pareció estúpido que yo estuviera actuando de esa manera cuando era más que claro que Jin estaba intentando alejarse de mí, de lo contrario no hubiese aceptado cenar con alguien que no fuera yo.

Abofeteé mi rostro mentalmente y obligué a mi mente a ignorar la presencia de SeokJin, debía dejarme de hacer ideas absurdas y disfrutar de la velada junto a la mujer que en un futuro se convertiría en mi esposa, tal y como lo había prometido, pero fue un comentario de So, que cambio el ambiente feliz y armonioso que se mantenía hasta entonces.

"Es una historia muy bonita, Myeon tienes a los mejores padres del mundo" ni siquiera había escuchado la dichosa historia, pero ahora estaba mirando fijamente a Jin, quería ver su reacción, quería que no le afectara de la manera en la que lo estaba haciendo.

"Sí, los dos son los mejores" oí la voz del pequeño y algo dentro de mí se sintió incómodo, no debía, pero lo hacía.

"Y-yo debo llevar a Myeonie al baño" su voz salió nerviosa, corroborando mis dudas, pero no debía importarme quien fuese el padre del pequeño, nunca me había importado ¿porque ahora que posiblemente lo tenía al frente sí?

"Tómate tu tiempo, Jin" escuché decir al peli-menta mientras el peli-rosa, se alejaba lentamente de la mano con el pequeño.

"Perdón, ¿dije algo malo?" preguntó la mujer a mi lado, entonces volví a regañarme por ignorarla.

"No te preocupes, sólo es un tema del que nunca hablamos" comentó el contrario sin quitar la mirada de la dirección por donde había huido Jin.

"¿Por qué? ¿Tan malo fue lo que sucedió?" volvió a indagar So y aunque también quería saber, decidí mantenerme al margen.

"So, son sus cosas no debemos invertir" argumenté ante las intenciones de la pelinegra al querer insistir nuevamente.

"No te preocupes, Kim" hizo un ademán de restarle importancia "Es solo que..." nos relató.

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Al volver a casa me sentí un poco cohibido ante la historia detrás de la cercana relación que mantenía el peli-rosa con aquel sujeto, tenía la mirada inmersa en las vías de la ciudad, pero mi mente y mi corazón no dejaban de confundirme.

"¿Joon?" sentí su cálida mirada posarse en mí, el sentimiento de remordimiento me invadió al ver su carita llena de preocupación, sonreí para calmarla.

"¿Sucede algo, querida?" pregunté tomándola de la mano con mi mano libre mientras procuraba brindarle la misma calidez.

"No en absoluto, es sólo que, estas muy distraído" comentó, ella parecía realmente preocupada por si había algo que robara mi atención.

"No te preocupes, son sólo cosas de la universidad" aclaré, aunque no era del todo mentira, sonreí y la besé aprovechando la luz roja del semáforo.

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Mientras entraba en la comodidad de mi habitación, no podía sacar de mi mente el rostro sonriente del peli-rosa, aunque esta vez no era dirigida a mí, aunque ahora que me lo pregunto ¿Si quiera le había dado la oportunidad de conocernos fuera de aquella habitación o fuera de la universidad? En absoluto, nunca.

"¿A quién debo matar?" mi hermano solía ser distraído, pero sabía cuándo algo molestaba mi tranquilidad "¿Paso algo con los padres de So?" su rostro reflejaba la preocupación con la que había soltado la pregunta.

"Solo fue una velada un poco extraña, YuGyeomie. Nada importante" respondí, manteniendo la mirada fija en el techo de mi habitación.

"¿Estás seguro? Sabes que puedes contarme lo que sea" insistió, tomando lugar junto a mí en la cama.

"Seguro" conecté mi mirada con la del menor "Ahora, ¿porque estas en mi habitación y no en la tuya?" cuestioné con un poco de burla por su actitud, podía asegurar que esto era a causa de una tarde viendo películas de terror.

"¿Porque preguntas obviedades? Dormiré contigo, no tienes que agradecerme" contestó como si fuese lo más obvio del mundo y en cierta parte lo era.

"Bien, haré como que no estás aquí"

"Ajam..."

Y sin decir más, cerré mis ojos, esperaba que mis sentimientos estuvieran más claros mañana o me volvería loco del temor a comer un error.