Cap 15

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Narrado por Autor

La luz del día empezaba a desaparecer poco a poco, fue entonces cuando el peli-naranja cayó en cuenta que había vagado por las calles sin sentido alguno desde que salió de la casa de su hyung.

Respiró profundo, los nervios calándole cada uno de sus huesos, el miedo haciendo que su corazón diera latidos erráticos, sentía querer llorar, temía y no sabía porque, él no había cometido ningún pecado o inferido alguna ley, pero eso no importaba porque su padre era el mismo infierno condenándolo sin ningún motivo.

Dio dos golpes a la puerta rogando que fuera su madre quien saliera a recibirlo.

"¿Qué haces ahí? ¿Acaso olvidaste tus llaves? Eres un inútil" podía ver claramente el desprecio plasmado en el rostro de su hermano mayor, pero no le podía importar menos, su padre y hermanos nunca le importaron.

"Yo..." trato de hablar, pero era difícil en todo este tiempo en esa casa nunca había hablado con sus hermanos y no quería hacerlo.

"Olvídalo, entra ya. No vaya a ser que el mariquita se resfrié" su tono burlón no pasó desapercibido por el menor, pero lo ignoró y con pasos cautelosos ingresó a la casa.

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"Buenas noches, querido" saludó su madre, quien acaba de llegar de su trabajo. Hoseok sonrió por primera vez en el día en un lugar que no fue el departamento de su hyung.

"Hola, mamá. ¿Qué tal el trabajo?" preguntó acercándose a la mayor para darle un abrazo y luego besar su frente.

"Como siempre, Seokie. Tú sabes que nada interesante le puede pasar a una mujer que trabaja en una florería" sonrió para su hijo, revolvió el cabello rebelde anaranjado y caminó a la cocina junto al menor.

Hoseok disfrutaba de los momentos donde podía estar solo junto a su madre, porque podían ser una familia normal, podían olvidar todo lo malo y hablar por horas de sus cosas mientras preparaban la cena o cualquier otra cosa, pero cuando llegaba la hora de volver a la realidad su corazón dolía.

"¿Mamá, eres feliz?" preguntó de la nada el peli-naranja, su mirada fija en la ventana, observando a lo lejos llegar a su progenitor.

"Lo soy, porque te tengo a ti" respondió sin una pizca de duda en su voz, miró al lugar donde su hijo mantenía su mirada y sólo pudo abrazarlo, rogando que nada malo sucediera.

"¿Qué tal tú visita al hospital, Hoseok?" inquirió el viejo Jung, mirando de reojo al mencionado, los nervios haciéndose presente en su cuerpo, confirmando las dudas de su padre.

"Yo... Yo no dije nada, lo juro" pudo ver la molestia en el rostro de su padre por su respuesta, el ambiente en la mesa se volvió tensa "A-alguien me llevó hasta ahí pe-pero hui en cuanto recobré la conciencia" terminó de hablar.

"¡Crees que soy estúpido!" se burló el mayor, encarando al fin al menor, quien se removió incómodo por su mirada.

"Querido, por favor. No hay porque alterarnos, cenemos tranquilos, ¿sí?" habló suave la mayor tratando de calmar a su esposo aunque muy dentro suyo sabía que era inútil y que se exponía a ser golpeada pero si ayudaba a su hijo estaba bien.

"Mujer, no me digas lo que debo hacer" escupió sin voltear a mirar a su esposa "Y tú, saldrás conmigo hoy" dijo mirando a su hijo fijamente buscando intimidarlo, lo que siempre conseguía.

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"Buenas noches, señor Jung. Es un placer tenerlo por aquí" los recibió una voz algo chillona para el gusto del peli-naranja, que había ignorado su presencia.

Volvamos A Empezar [NamJin/TaeJin/KenJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora