- VANAHEIM - The Rise of the Greatest Empire - (Volúmenes 1-5)

La Calma Antes de la Tormenta Parte 3.

Su voz temblaba y podía sentir la culpa en sus palabras, sabía perfectamente que esta no era una disculpa por lo que había ocurrido hace unos instantes.

"¿No te dije que no te disculparas? Es nuestra propia celebración, podemos tomarnos nuestro tiempo—"

"No, no es eso por lo que me disculpo, lo sabes, ¿verdad?"

"Sobre eso... definitivamente es algo de lo cual no quiero escuchar disculpas, no es tu culpa, ¿entiendes? Aun luego de lo que nos hemos esforzado, si las cosas han resultado de este modo entonces simplemente no hay nada que hacer—"

Mientras estaba hablando, Elisa soltó mi mano violentamente y se alejó un paso de mí.

"¡Si lo es, es mi culpa! ¡De no ser yo, no habría ningún problema! ¡Si no fuera yo...!"

"Elisa, detente, no es tu culpa de ningún modo, no pienses de ese modo sabes que no te hace bien."

"¡No me importa, sabes que tengo razón! ¡Es mi culpa que no puedas tener una familia como queríamos!"

"Ahora mismo tengo la familia que quiero, estás conmigo a mi lado, también esta Arisu e incluso tenemos a una pequeña mascota, aunque algo extraña."

"¡Pero si no fuera yo...! ¡Si no fuera yo, también podrías tener un hijo! ¡Uno que sea tuyo! ¡Pero yo... pero yo...!"

Antes de que pudiera seguir hablando e hiriéndose a sí misma con las palabras, solamente pude reaccionar a abrazarla, podrán haber pasado cinco años pero sigo sin saber cómo lidiar con este tipo de situaciones.

Por suerte, a diferencia de cómo lo hacía antes, ya no se resiste al abrazo y simplemente se apoya o se queda inmóvil mientras sigue hablando.

"Aun si no puedes tener hijos, sigues siendo la persona que amo, te escogí a ti y quiero estar contigo a pesar de todo."

"Cualquiera podría usar mi lugar y más, podrías formar la familia que quieres con cualquiera."

"La familia que quiero ya está formada."

"Lyka... Podrías tener un hijo con ella, puede tener hijos y sabes que no te rechazará."

"Eso ya lo discutimos, te amo a ti no a ella."

"¿Cómo estás seguro de eso? Podrías estar mintiendo para que no me sienta mal."

"Entonces supongo que solo deberás confiar en mí."

El pasillo en el que estábamos se inundo de silencio luego de esto, no había forma de responder a lo que ella me pedía, ella sabía que en ese tipo de cosa lo único que puede hacer es creer en la palabra del otro.

Pero aunque confíes en el otro, eso no significa que tus inseguridades desaparezcan así como nada, lo que pedía no tenia respuesta pero mi respuesta seguía siendo la correcta.

Este tipo de situaciones eran por lo general no muy frecuentes, pero sin falta, siempre ocurrían cuando Masaru y Mizuki nos visitaban junto con su hijo, el verlos relacionarse como una familia les provocaba este tipo de sufrimiento que terminaba en inseguridades.

Cerca de dos años luego de que nuestra relación inicio realmente, intentamos seriamente tener hijos, el momento era el oportuno. Arisu estaba creciendo bien, nuestra situación se había estabilizado y nuestras «actividades» Eran frecuentes, lo suficiente como para que en cualquier momento Elisa quedara embarazada.

Tal como esperábamos y queríamos, un día ella comenzó con los síntomas que tendría en caso de estar embarazada, en cuanto ocurrió Alouqua también nos lo confirmó cuando le preguntamos.