¡Arisu Defiende! Parte Final

288 45 9
                                    


¿Un peligro para el mundo? ¿Qué tonterías está diciendo? Si alguien es un peligro, es él. Atacando sin decir nada antes, sin explicar apropiadamente, ¿cómo soy yo el peligro aquí? De Reyes Demonio cobardes a irracionales, no puedo decidir cuál de ellos es peor para tratar.

La espada de Kagutsuchi pronto comenzó a rodearse de fuego, aun cuando estaba por sobre mi cabeza era capaz de sentir el calor que irradiaba aunque ciertamente era menor al que provocaba la esfera brillante que hice anteriormente. De cualquier forma, era malo. Las espadas que usaba para bloquear la suya también se calentaban y si bien no parecían derretirse con esto, la temperatura se estaba transmitiendo a mis manos y en unos pocos momentos comenzaría a herirme de no hacer algo.

—D-De verdad... el peligro parece otro aquí.

Estaba en una mala postura, por lo que rechazar apropiadamente la espada era imposible. Solo me quedaba desviarla.

Retiré la espada de mi mano derecha y desvié como pude la espada hacia la izquierda. Con la velocidad que había visto es imposible que consiga algo si retrocedía, así que en vez de hacerlo, ataqué con mi derecha ahora libre.

Como si lo viera venir, escondió su cabeza en su hombro mientras se inclinaba hacia un lado, siendo guiado por el impulso de su espada, un sonido metálico proveniente de mi espada y su armadura fue el único resultado de mi contraataque.

Un estruendo proveniente detrás de mí también alcanzó mis oídos pero no tenía tiempo para darle atención. Desde una postura baja, Kagutsuchi me atacó obligándome a protegerme de improvisto. Debido a que venía desde abajo, terminé siendo arrojada algunos metros atrás luego del choque de las espadas.

Es fuerte. Sus reacciones son demasiado buenas, puedo notar cuanta experiencia tiene. Es realmente diferente a Donna en esto.

Solo pensar en cruzármelo sin haber sido sanada me pone los pelos de punta, habría sido muerte instantánea. ¿Ese auto-proclamado dios me habrá curado porque sabía que él vendría?

Sé que se retiró pronto debido a que él llegaría, pero desde un comienzo pudo haberlo sabido y por ello sanó mis heridas, además de darme una mano nueva.

Me molesta. ¿No pudo simplemente advertirlo del principio?

El Rey Demonio no perdió un segundo. Vino tras de mí en cuanto se dio cuenta de que fui enviada a volar. ¡Dame un descanso! ¡Hablemos! ¡Lo qué sea está bien!

Cerró la distancia rápidamente, abanicando nuevamente su espada hacia mí desde el lateral. Levanté mi defensa pero antes de que nuestras espadas chocaran, soltó una de sus manos y la cerró en un puño.

Mierda.

Si. También puedo maldecir.

No tengo la velocidad de reacción para bloquearlo. Estaba usando mis dos espadas para intentar detener la espada que nunca llegó, lo único que pude hacer fue intentar despegar los pies del suelo para que el impacto sea mitigado.

Directamente en mis costillas derechas, el puño alcanzó mi cuerpo.

Sentí como se rompieron varias de ellas, no se trisaron, se rompieron. El aire dejó mi cuerpo mientras me tropezaba con el suelo y daba algunas vueltas dañando mi cuerpo aun más. No se sentía como un calor incomprensible, sino como si miles de agujas me fueran clavadas en un solo punto que alcanzaban hasta mis pulmones.

Esto es malo. Debo recuperarme.

Para cuando dejé de rebotar intenté ponerme de pie rápidamente pero mi cuerpo difícilmente respondía. Sin mencionar que me sentía mareada.

- VANAHEIM - The Rise of the Greatest Empire - (Volúmenes 1-5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora