El Continente Desconocido Parte 2.

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Por más que la mirara sus movimientos y gestos eran completamente naturales, sus manos a simple vista se veían tan normales como las mías —incluso más si contamos mi mano derecha— tanto que me desconcertaba al punto de pensar si lo que vi anteriormente había sido una alucinación. Pero la mejor evidencia de que había sido verdad es que la condición de Liz solo iba mejorando. Está lejos de cómo era antes pero sin dudas ya no corre ningún peligro.

Bebió un poco más de té y luego habló.

—Arisu, ¿desde qué edad puedes usar magia? —preguntó. Era algo extraño de preguntar, pero simplemente seguí con la corriente. Ella debe decidir como contarme las cosas, mientras pueda resolver mis dudas no tengo problema con ello.

—Desde que lo intenté, no recuerdo cuando fue la primera vez pero siempre pude hacerlo.

—Que envidia —rió—, yo soy incapaz de usarla en lo absoluto. Ni siquiera la más básica de ellas, mi padre buscó a todos los expertos sobre el tema y ninguno de ellos pudo ayudarme. Esa es en parte uno de los motivos por los que he viajado tanto durante toda mi vida, bueno, lo era hasta hace unos años. Nadie a mí alrededor era incapaz de usar magia igual que yo, pero eso cambió hace unos 22 años, encontré un lugar sin magia.

—¿Eso es siquiera posible? Un lugar donde no puedas usar magia debe tener unas condiciones demasiado especiales para ello.

Es posible que en aquél lugar no hubiera un solo elemental, los cuales crean los hechizos para ser usados por la mayoría de los humanos, pero aun así es difícil de creer que exista algo así. Aun si esa posibilidad existiera, eso no significa que no haya magia sino que solo no hay elementales. Yo no los necesito para realizarla después de todo, al igual que muchos otros como papá y Alouqua.

Bebí té y comí una galleta.

—Perdón, me expresé mal —dijo mientras tomaba una galleta—. No es que el lugar no tenga magia, Vlad pudo usar sin problemas aun en ese lugar. ¡Ah! Vlad es quien tiene más edad entre mis escoltas. Es solo que en ese lugar nadie la usa, más bien, no la necesitan.

—No es como si yo la necesitara si no tengo que pelear o cazar, ¿pasa algo así?

Se me ocurren muy pocas razones por las que en algún lugar no haya al menos una persona que use magia, facilita demasiado incluso las tareas más sencillas. Quienes pueden usar magia de agua nunca pasaran sed incluso en el desierto, quienes usan de fuego podrán siempre tener calor o la capacidad de cocinar su comida, inclusive quienes usan magia de tierra siempre tendrán un refugio si construyen uno. Esos son solo los usos comunes y prácticos que la mayoría tiene, con toda la variedad de tipos que existe sus utilidades solo aumentan.

—¿Qué no necesiten pelear? Puede que no necesiten cazar debido a que crían animales y vegetales para alimentarse una vez crecen, pero te aseguro que la mayoría de ellos no conoce nada además de la guerra y pelear por sus vidas.

—Bien, ahora si me perdiste ¿cómo es pelean todo el tiempo y no usan magia? Puedo no ser una experta, que alguien no pueda realizar magia en lo absoluto ya es suficientemente poco común pero que aun si pelean no lo hagan con magia, ¿saben hablar si quiera esas personas?

—Oh, claro que pueden y mucho más que eso. Si tuviera que decirlo de forma sencilla, ellos no necesitan magia en lo absoluto y aun si la usaran apenas tendría diferencia en sus vidas. Si alguien de ese lugar viniera aquí y observara como vivimos, pensarían que somos unos salvajes e involucionados.

—Ahora pareciera que te burlas de mí...

—Oh, no, en lo absoluto —dejó la taza sobre la mesa y sacó un objeto pequeño de su bolsillo. Era completamente hecho de metal, parecía un frasco de algún tipo pero de forma rectangular desde un lado y cuadrada por otro.

- VANAHEIM - The Rise of the Greatest Empire - (Volúmenes 1-5)Onde histórias criam vida. Descubra agora