Arisu no Fallará.

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Esto es lo peor que pudo ocurrir.

Definitivamente lo peor. Bueno, tal vez hay cosas peores o mejor dicho, sin duda las hay, pero ahora mismo esto es una noticia terrible. No había forma de que pudiera preverlo y tampoco estoy segura de cómo podré superar esto, ¿puedo siquiera? Rendirme no es una opción de todos modos, así que solo me queda ir hacia adelante. Como lo haría papá.

Mi amiga de cabello rojo suspiró.

—Esto es terrible, no puedo decirte como pudo haber sido solucionado mejor pero ahora mismo son malas noticias —suspiró nuevamente.

—Por ahora, solo prepara a todos para embarcar si lo peor ocurre, Alfheim está medianamente vacío así que es un buen lugar para escapar —me dejé caer sobre la silla. Ahora mismo estábamos en la choza que cumple función como la oficina de Astrid, donde acababa de resumirle la situación.

Apenas habían pasado unos 15 minutos desde que tuve una conversación con la Rey Demonio Donna, aunque decirlo de este modo era solo una sobrevaloración ya que intercambiar un par de líneas no puede ser llamada una conversación apropiada. Si quitamos las presentaciones, los temas triviales y la simplificabas quedaría algo así.

«Ven conmigo como rehén.»

«Me niego.»

«Volveré mañana, no seré tan amable la próxima. Nos vemos, ni pienses huir»

Fin de la conversación.

Solo pensar en que al menos pude haber dialogado un poco más para encontrar otra solución me volvía inquieta, aunque no sabía si eso hubiera cambiado algo, lamentarse sobre lo que pudo ocurrir no tiene sentido pero lo hacía inevitablemente.

—Deberías ir a prepararte, solo tienes un día, ¿hay algo en la armería que podamos usar?

—Nope, solo espadas, lanzas, armaduras y más espadas. Para Alouqua y pap... —tosí y me corregí—. Para mi padre... puede que sean lo único que necesitan pero yo no consigo vincularme con más de un arma y no puedo hacer que haga nada.

—Hm... Deberías huir con nosotros.

—No lo haré —me negué de inmediato. No hay forma de que escape, no solo porque la Rey Demonio seguirá buscándome, sino porque este es mi nuevo hogar y el de todas las personas que viven aquí, eso sin mencionar que papá me confió este pueblo porque creía en mí. Siempre lo ha hecho.

Por eso, no puedo defraudarlo. Solo tenía una opción y era enfrentarme a la Rey Demonio, sin importar como resultará al final era algo que debía hacer.

«Algún día serás la Rey Demonio más poderosa de todas, Arisu», creeré en sus palabras, Alouqua, papá.

Mientras determinaba mi resolución, Astrid se me quedó mirando con una sonrisa en el rostro.

—¿Qué? ¿Tengo una cara graciosa?

—Siempre la tienes, pero no es eso —Astrid rió—. Es solo que puedo ver tu deseo por proteger a las personas y eso me hace feliz, aunque también me preocupa. Me encargaré de la evacuación, tú prepárate lo más posible para mañana y... No consigas que te maten, mientras estés viva puedes hacer algo, pero una vez mueras se acabó.

—Eso pierde algo de valor si lo dices tú, hahah —El rostro de Astrid parecía decirme "sabes lo que quiero decir" y por supuesto lo sabía—. Tranquila, no planeo morir. Solo tengo 17 años, ¡aun quiero hacer muchas cosas!

Durante el tiempo restante estuvimos planificando como haríamos para evacuar a todos los habitantes, que si bien eran solo unos cientos, el barco que teníamos no tenía capacidad para tantos. La única opción sería llenarlo de gente hasta rebalsar aun si terminábamos usando toda la cubierta, pero eso sería peligroso en caso de que fueran atacados por una Hydra. No habría lugar alguno donde ocultarse y tampoco tendrían quien los proteja, resultando en que perdería sentido la evacuación si todos morían de todas formas.

- VANAHEIM - The Rise of the Greatest Empire - (Volúmenes 1-5)Where stories live. Discover now