La Oscuridad de las Personas.

421 43 19
                                    


Probablemente no olvidaré jamás ese día mientras viva, digo, ¿qué tan seguido te ves obligada a pelear con dos Reyes Demonio uno después del otro? Aquel día poco después de acabar con Kagutsuchi perdí la consciencia, de seguro por agotamiento, pero cuando desperté me encontraba al interior del castillo descansando en mi cama y con Astrid durmiendo a un lado con Olive al otro.

Cuando pregunté sobre lo ocurrido, Astrid me respondió que Razor me había cargado de regreso al castillo y que cuando los demás lo vieron llegar desde la distancia, también regresaron al pueblo incluidos quienes habían salido previamente. Más tarde fui agradecerle, aunque no sabía si me entendería, pero no lo encontré en el lugar usual y tampoco estaba el cuerpo de Alouqua allí, no tardé mucho en encontrarlo nuevamente, ahora no dormía en el interior sino que en el techo del castillo pero lo hacía por si solo sin Alouqua.

La estuve buscando por todo el lugar hasta que fui detenida por Astrid quien me llevó a verla. Siendo guiada por ella entramos a una de las muchas habitaciones del castillo y en ella estaba su cuerpo, recostado sobre la cama y enseñándome un estado bastante triste.

Su piel que se había mantenido en buen estado sin importar cuánto tiempo pasara, se había resecado y estaba degradándose rápidamente, su cabello antes sin brillo ahora parecían hilos de paja, no era importante realmente pero incluso era capaz de sentir algo de olor a putrefacción que antes no era capaz de percibir. No tenía que ser alguien muy inteligente para saber que la razón de tal estado se debía a que Razor se había ido de su lado.

No lograba comprender como es que hasta ahora pudo mantener su cuerpo en buen estado, pero en cuanto se alejó de ella esta siguió el curso natural de las cosas.

Me entristecía verla así.

Debido a que solo dejarla así sería más triste, decidí le haríamos un funeral y así fue.

Esa misma noche, el cuerpo de Alouqua desapareció entre cenizas durante un funeral donde cada persona en el pueblo participó. Puede que para este momento solo Astrid y yo la hayamos conocido de quienes estábamos presentes pero aun así todos fueron parte del funeral.

Desde ese día pasaron varios meses muy atareados, no podía pensar en otra forma de llamarle. La noticia como sobre me enfrenté a dos Reyes Demonio se esparció rápidamente por todo el continente, aun si yo no lo quería de ese modo, pero no fue lo único que pasó durante ese tiempo.

Todo tipo de información comenzó a circular «El Reino Humano finalmente cayó y el Rey Demonio Atlas se ha adueñado de todo el continente sur », el que solía ser el continente humano perdió su nombre en cuanto cayó el Reino Humano, pasándose a llamar continente sur, «La Rey Demonio Amira ha desaparecido» aunque no sabía quién era ella, pero aparentemente estaba asentada al norte de la que solía ser la capital Majin, junto con ello parecía que también había muchos otros Reyes Demonio desaparecidos o muertos, como Astaroth, Tiamat y Sitri, según tenía conocimiento Nemesis prácticamente nunca aparecía por lo que su situación no cambiaba mucho pero tampoco había estado presente últimamente.

Esto tenia vuelto loco a todo el mundo, teniendo únicamente al Rey Demonio Atlas apareciendo y haciéndose notar ante el mundo, aun si públicamente nadie lo vio desde que se apoderó del continente, era un hecho que ahora él se había adueñado por completo de este, dejando con temor a quienes vivían en el ahora llamado continente norte, es decir, el continente en el que vivía actualmente. ¿La razón? Todo el mundo pensaba que ahora que se volvió dueño de todo el continente sur, solo seguiría avanzando y se apoderaría también del norte ahora que había tantos otros Reyes Demonio desaparecidos.

A causa de eso es que estuve realmente ocupada el último tiempo, personas de todas partes dentro y fuera del continente comenzaron a llegar a Folkvangr, en un principio esto me alegró pero luego de un mes ya no quedaba espacio para tantas personas y mucho menos recursos para mantenerlas a todas. Si usualmente llegaban como mucho unas diez personas cada mes, ahora la cifra superaba las cientos por mucho.

- VANAHEIM - The Rise of the Greatest Empire - (Volúmenes 1-5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora