Reunión Parte 3.

316 60 6
                                    

Esta probablemente había sido la cena más incomoda que tuve en mucho tiempo, ciertamente no sentía ningún rencor actual hacia ninguna de las hermanas pero eso no significaba que quisiera seguir tratando con ellas, en cualquier caso esto no importaba en lo absoluto ahora, ambas estaban sentadas a mi lado mientras comían algo de lo preparado por Carmilla.

Una sopa con algunos trozos de carne y algunas yerbas que por muy simple que se viera, tenía un sabor increíble. Las dos chicas comían un tazón tras otro hasta que sus estómagos quedaron hinchados de tanto comer, por suerte la comida no era un problema gracias a una Rey Demonio muy preparada que viajaba junto a mí.

Aunque al principio parecía que viajaba con prácticamente nada de equipaje, al poco tiempo me di cuenta del motivo y esto era debido a que en cualquier lugar al que íbamos tenia desplegados algunos no-muertos que tenían consigo cualquier cosa que ella pudiera necesitar, desde implementos de cocina hasta un par de armas en caso de necesitarlas. Aclaro, no es que estos no-muertos viajaran con nosotros, sino que estaban repartidos por todos los continentes y cada uno igual de preparado que el otro, inclusive cazar no era necesario.

De haber viajado solo habría tenido que cazar mi propia comida cuando la necesitara, por muy poco que esta fuera, y tendría que haber dado un rodeo para llegar al lugar de la reunión viéndome obligado a cruzar por El Paso evitando iniciar un enfrentamiento con las tropas humanas que cuidaban la zona, en el peor de los casos podría haberme cruzado con unos miles de soldados si tenía mala suerte o directamente con el Héroe.

Para ser sincero, esto último era algo que eventualmente quería hacer, pero con el poco equipamiento que portaba y poca preparación, podría haber sido un problema en especial porque él no pelea solo sino que acompañado de una Zera extremadamente fortalecida, aun si para este momento —según Alouqua— ya no era más que una muñeca de carne vacía que solo servía para pelear, esto podría ser fácilmente un agravante a la situación, sin mencionar a los cientos caballeros que de seguro tenía a su disposición.

Si, viajar con Carmilla fue algo bueno.

Al cabo de un tiempo la noche finalmente cayó, luego de preparar la cena y comer un poco de ella, Carmilla se fue a dormir aun si no lo necesitaba, por mi parte aproveché que ya no necesitaba estar cerca y tomé distancia para estar un poco en tranquilidad sin tener que lidiar con las hermanas que se sumaron recientemente, no parecían querer irse así que esta era la mejor opción. Realmente no tienen vergüenza alguna esas dos.

Tras alejarme lo suficiente me senté en el suelo y apoyé mi espalda contra un árbol mientras limpiaba mi cabeza de cualquier pensamiento, de ese modo si me concentraba en lo que podía sentir directamente con mi existencia era capaz de ver mejor el estado de las personas con quienes me había vinculado sin importar la distancia.

En el castillo, en la ciudad, vagando en el bosque, todos parecían encontrarse bien haciendo su vida como de costumbre, era tranquilizador.

Mientras me concentraba en ello, sentí como el pasto creciendo en el bosque era pisado por alguien tras de mí, la responsable de esto no era otra más que una de las hermanas Majin, específicamente se trataba de Liz. Abrí mis ojos nuevamente y me giré hacia ella sin levantarme del lugar.

"¡Ah! ¡Perdón, ¿te desperté?! ¡Lo siento!"

"No dormía, solo me concentraba."

"¡Si, si, si!, ¿ahora dirás que solo descansabas los ojos? Hahah, ¿por qué pones excusas? Es de noche, es normal dormir."

"No, realmente no lo hacía."

"¡Seguro, seguro~! ¿Te molesta si me siento?"

"Haz como quieras."

- VANAHEIM - The Rise of the Greatest Empire - (Volúmenes 1-5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora