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Continuación del capítulo anterior:


— Bien, siéntate en alguno de los sofás de allá. —los señaló. — Y espérame mientras preparó lo que necesitaré. —obedecí sin realmente hacer muchas preguntas, se supone que yo era escéptico pero me encontraba aquí a punto de dejar que alguien me hiciera una... regresión, pero de nuevo, ¿qué otra opción tenía? ¿De qué otra forma podría obtener respuestas o darle algún sentido a lo que veía y sentía? Tenía que hacerlo.

Tomé asiento, dejándome a mí mismo hundirme en la suavidad del sofá.

Cuando la señorita estuvo de vuelta yo tenía los ojos cerrados, meditando en lo que estaba a punto de hacer y en cuán lejos estaba dispuesto a llegar, incluso yendo en contra de mis creencias, cuando se trataba de Taehyung.

La escuché moverse alrededor, suave música instrumental empezó a sonar a un lado y supuse que eso era lo que estaba haciendo, luego olí lo que debía ser algún tipo de incienso de frutas, antes de que ella estuviese sentada en el sofá frente a mí.

— Relájate. Mantén tu mente completamente en blanco, sólo concéntrate en el sonido de mi voz, ¿bien? — asentí. — respira profundo y luego exhala, hazlo lentamente. Otra vez. — Me sentía somnoliento. —... quiero que regreses sobre tus pasos, que veas tus recuerdos pasar frente a ti de lo más reciente a lo más antiguo como imágenes que van retrocediendo lentamente frente a tus ojos.

Podía verlo.

— Tan lentamente como lo necesites. — Se tomó una larga pausa. — Ahora quiero que te concentres en tu primer recuerdo, tócalo y tómalo en tus manos. —Lo hice.— obsérvalo y ve más atrás, antes de que supieras como hablar y como caminar, a cuando eras un bebé e incluso más atrás, a cuando estabas seguro dentro del vientre de tu madre. — No podía ver nada, pero se sentía cálido y mi cuerpo era mucho más ligero, pequeño y estaba flotando. — Imagina que eres una luz flotando en un salón vacío, pero de repente puedes ver pequeñas líneas de luz. — ¿De dónde vienen? — La luz viene de debajo de las puertas, ¿las puedes ver? Hay muchas, una justo al lado de la otra ocupando cada pared de ese salón. Quiero que te pasees frente a ellas y te concentres en sentir en cuál detrás de todas ellas se encuentra la vida donde conociste a Taehyung, sólo tú sabes cuál es. Siéntelo.

Taehyung... la vida donde lo conocí... Taehyung.

— Cuando la identifiques, ve hacia ella y recuerda un momento en particular, un momento junto a él en el que hayas sentido mucho dolor. Un momento que te haya marcado. Un momento que sabes que fue muy doloroso para él. —Hizo una pausa. — ¿Puedes verlo?

Taehyung.

— ¿Lo ves? — Asentí, mi cabeza se sentía como si pesara una tonelada. —Abre la puerta y da un paso hacia dentro, déjate caer, revive ese momento otra vez.

...

Nos habían descubierto... por mi culpa. Fui descuidado y torpe, no me di cuenta de que me estaban siguiendo y como un tonto, los lleve directo a nuestro pequeño lugar secreto cerca del río.

Ellos habían destruido todo... la pequeña cabaña que habíamos construido con nuestras propias manos. No quedaba nada, sólo escombros.

— ¡Suéltenlo! — Podía oír sus gritos, mientras me arrastraban, sujetándome de la cuerda atada a brazos, asiéndome tropezar y caer sobre mi propio rostro, ya que no podía usar las manos para amortiguar el golpe. — ¡Le están haciendo daño!

Nunca me habían golpeado tanto antes... siempre fui un niño obediente y crecí para ser un adulto igual de obediente, siempre cauteloso de no cometer errores, porque sabía lo severo que eran los castigos para los sirvientes. Desde que me habían traído al palacio para servir a su majestad, la familia real. Yo había sido bueno, lo había hecho todo bien, siempre revisando todo dos veces, nunca llegando tarde, siempre perfecto y ahora... yo terminaría de esta forma. Sabía que iba a terminar así... desde el principio lo supe.

Soulmate bells ↬ |kookv|Where stories live. Discover now