Soulmate bells ↬ |kookv|

18

Epilogo

Jungkook

Un pequeño toque en la puerta hizo que alejara la mirada de mi reflejo, volviéndome hacia ella antes de decir—: Adelante —Haesoo asomó su cabeza y con sólo mirarla, de inmediato, supe que algo andaba mal—. ¿Qué sucede? ¿No tenemos suficientes sillas? ¿La comida no llegará? ¿Es la banda? —Ella negó todas las veces—. ¿Hay algún problema con el sonido o las luces?

Yo conocía todas las razones más comunes por las que un evento podía salir mal, aun cuando todo estuviese planificado y nos encontráramos preparados para cualquier contratiempo. Al ser el organizador de mi propia boda, tenía un plan de emergencia hasta para el más pequeño de los detalles y había puesto a Haesoo a cargo de todo, sabiendo que luego de todos estos años, trabajando mano a mano conmigo nadie conocía y manejaba los protocolos mejor que ella.

— Entonces, ¿qué es?

Ella entró finalmente a la pequeña habitación quitando el auricular con micrófono de su oreja antes de aclararse la garganta—. Se trata del novio.

Eso era lo único que los organizadores de eventos no podían manejar. No podíamos predecir lo que alguien iba hacer o decir, por lo que contar con un plan de contingencia para las personas era casi imposible,p. El factor humano era lo único que no podía ser preparado de ante mano y para lo único que no podía tener un as bajo la manga.

El novio dijo, se refería a mi novio.

Me aflojé el nudo de la corbata, sintiéndome sofocado de repente—. ¿Qué sucedió con Taehyung? ¿Se encuentra bien?

— Físicamente sí, Jungkook-nim, pero emocionalmente —negó con la cabeza, mirándome con cautela—... no tanto.

Emocionalmente...

Estaba a punto de hablar de nuevo cuando la puerta siendo abierta de golpe me hizo callar, casi haciendo caer a Haesoo en la proceso también. Seokjin apareció del otro lado—. Yo me ocupo —le dijo, tomándola de los hombros, enderezándola para luego sacarla de la habitación—. Pon todo en marcha. — Fue lo último que le dijo antes de cerrar la puerta, volviéndose para enfrentarme, yendo directo al grano—. Taehyung está teniendo dudas.

Yo asentí repetidas veces, terminando de sacar mi corbata para tirarla lejos, antes de apoyarme contra la pared, deslizándome hacia abajo hasta estar sentado sobre mi trasero, cubriendo mi rostro con mi manos, sintiéndome emocionalmente al borde de un ataque de ansiedad.

Yo podía lidiar con cualquier cosa, estaba acostumbrado a lidiar con cosas bajo situaciones extremas de estrés, pero lo único que era capaz de amenazar con lanzarme al borde, era Taehyung.

— Hey, Jungkook-ah —Seokjin me llamó y aparté mis manos, que ya empezaban a temblar, de mi rostro para mirarlo—. No lo hagas. No te pongas así tú también.

— ¿Cómo se supone que me ponga, Hyung? Es el día de nuestra boda, estamos a menos de media hora de caminar juntos hacia el ministro que nos va a casar, todos ya están esperando por nosotros. —Tiré de mi cabello, despeinandome—. He tenido que ocuparme de todo, de cada pequeña cosa que podía salir mal, de cumplir con todo lo que sé que Taehyung se merece, de hacer realidad la boda de sus sueños, me ocupé de los invitados, de sus boletos de avión, del lugar, de la decoración, de la banda, de la comida, del pianista, del ministro, del diseñador para nuestros trajes, incluso el clima. Cada cosa, repasada cuidadosamente para que nada pudiese salir mal —Me mordí el labio inferior, no queriendo ponerme a llorar en frente de él—. Me ocupé de todo.

Seokjin puso una mano sobre mi rodilla, llamando mi atención—. ¿Estás seguro de que te ocupaste de todo? —Asentí lentamente—. ¿Seguro? ¿De todo?