Soulmate bells ↬ |kookv|

11

Jungkook

— ¿Una piscina? —Pregunté como un idiota al ver la enorme piscina. Me había enviado una dirección pidiendo que nos reuniéramos ahí, no me esperaba que la dirección me trajera a una casa, de hecho tuve que asegurarme dos veces de que me encontraba en el lugar correcto, mayor fue mi sorpresa al darme cuenta que lo estaba. 

Se trataba de una casa nueva, completamente vacía y Taehyung me había guiado dentro como si fuese el amo y señor.

Tal vez lo era.

— Sí. —Se encogió de hombros—. Pensé en que sería bueno hacer algo diferente a lo que usualmente hacemos.

«Lo que usualmente hacemos» — ¿Te refieres a comer? —Solté una risita—. Hacemos mucho eso.

Me dio una sonrisa de lado—. Por eso pensé en hacer esto —Señaló hacia la piscina con su barbilla—...nadar.

Había estado muy nervios días previos a nuestra reunión, imaginando todas las razones por las que era una mala idea tener una cita, pero realmente, ahora que me encontraba aquí, no se sentía diferente a todas las veces anteriores que nos habíamos reunido a solas.

— Me parece bien, pero hay un inconveniente —Taehyung me miró con curiosidad—. No tengo un traje de baño.

Rodó los ojos—. ¿Cómo es eso un inconveniente? —Continúo caminando hacia la parte techada del patio, junto a la piscina—. Báñate con tu ropa o sin ella —Se encogió de hombros—. Los dos somos hombres después de todo.

Él no hablaba en serio, ¿cierto?

Sí, tenía razón, los dos éramos hombres, pero eso no hacia menos vergonzoso el estar con poca ropa frente a él, precisamente porque se trataba de él. Pero si a Taehyung no le preocupaba en lo más mínimo, entonces simplemente iría con la corriente.

Tragué grueso—. Claro.

Lo seguí mientras dejaba junto a una tumbona la pequeña caja térmica que había estado cargando. Preguntándome cuál sería el contenido dentro de esta, pero lo olvidé rápidamente cuando lo vi empezar a cambiarse, aparté la mirada de inmediato. Por supuesto, él si había traído un cambio de ropa a diferencia de mí, me pregunté por qué no me dijo que trajera uno también si su plan era venir a la piscina.

Cuando lo escuché saltar dentro del agua, decidí quitar mi ropa, poniéndome de espaldas a él, conservando solo mis bóxers, agradeciendo al cielo que había terminado escogiendo unos negros, en lugar de los blancos que había tomado primero esta mañana. Doblé cuidadosamente las prendas que me había quitado y las dejé sobre la tumbona.

Me volví tentativamente sintiendo extrañamente consciente de mi cuerpo, dándome cuenta que Taehyung se encontraba debajo del agua, así que me apresuré también y él salió del agua de repente, con el cabello sobre sus ojos, pero lo apartó rápidamente y me miró, sus ojos recorrieron mi cuerpo con extrema lentitud y sentí mis orejas arder, así que las cubrí inconscientemente.

— Te ejercitas. —Observó, no era una pregunta.

— Algo así. —Admití, no sabiendo que hacer con mi cuerpo y por qué me ponía tan nervioso que me mirara. Yo ejercitaba de vez en cuando, así que tenía músculo aquí y allá, algunos más ligeramente marcados que otros, de cualquiera forma, no lo suficiente como para ser llamado "musculoso".

— Yo ni siquiera puedo quitarme la camisa sin estar todo consciente de quién me verá. Desearía tener un cuerpo como el tuyo, el mío no es atractivo.

Yo lo dudaba bastante, pero no podía asegurarlo porque se había metido a la piscina con una enorme camisa blanca de algodón y shorts por encima de la rodilla—. No es realmente la gran cosa.

— Eres modesto. —Tampoco estaba preguntando—. No deberías avergonzarte, tienes un cuerpo atlético y atractivo. —Apoyó sus manos sobre el borde de la piscina y me miró hacia arriba—. Te ves saludable y fuerte.

— Gracias. —dije tímidamente y él estiró su mano hacia mí como si quisiera que lo ayudara a salir, así que la tomé pero, en ese segundo de descuido, Taehyung tiró de mí hacia abajo, causando que cayera de cabeza a la piscina. Un poco de agua entró en mi nariz y salí a la superficie, limpiándome el agua de los ojos, antes de moverme hacia él con el ceño fruncido—. ¡Ven aquí! —lo llamé cuando luego de reírse empezó a nadar lejos.

Tomé su tobillo intentando tirarlo hacia mí, pero pateó sobre el agua con su pie libre y cuando el agua golpeó mi rostro lo solté. De nuevo limpié mis ojos y lo vi en la parte más profunda, con sólo su cabeza fuera del agua con una sonrisa enorme y sus ojos casi cerrados. Cuando sonreía así aceleraba mi corazón y ese familiar anhelo que me hacía querer tocarlo y abrazarlo se hacía presente en mi pecho, intenso e insistente.

Yo no quería arruinar las cosas con él, pero deseaba tanto darle un beso.

Me sumergí, intentando ahogar esos deseos dentro de mí, empujándolos al fondo de mi mente, el lugar de donde no deberían salir nunca.