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Jungkook


— Cambia el color del fondo, intenta buscar en la paleta de los verdes por uno más claro. —Hice observaciones mientras uno de mis editores trabajaba, intentando guiarlo hacia la dirección que el cliente quería—. El formato de las letras está bien, no necesitas cambiar eso, simplemente juega con el color de fondo hasta encontrar uno que sea similar a este —Señalé un lugar en la pantalla.


— Lo haré. Gracias, Jungkook-nim.

—No te preocupes, llámame si tienes alguna duda.

Él asintió y yo me disponía a salir de regreso a mi oficina cuando me interrumpió—: ¿Puede ayudarme con algo más??

— Por supuesto. —Me incliné de nuevo sobre el escritorio para poder ver la pantalla de su ordenador mientras él me explicaba lo que quería arreglar.

— Es fácil, mira, despliegas este menú de herramientas que está en la parte superior y escoges la opción de clonar, luego —La puerta se abrió y me impidió continuar hablando. Era Haesoo— ¿Qué sucede?

— Lamente interrumpirlos, pero tiene vista, Jungkook-nim.

— ¿Visita?

Ella asintió, jugando con un mechón de su cabello. —Es su Hyung, Seokjin-ssi. —Suspiró al decir su nombre y yo rodé los ojos. Hyung tenía a más de la mitad de mi equipo con un flechazo por él.

— ¿Dijo que quería?

Negó—. Me dijo que esperaría por usted en su oficina, así que, le permití subir. —Por supuesto que lo había hecho.

— Iré en seguida, dile que no se mueva de ahí, por favor.

— Será un placer, Jungkook-nim. —dijo contenta y se fue casi trotando a cumplir con la tarea.

Reanude la explicación que había estado dando y una vez que terminé, mi dirigí tranquilamente hacia mi oficina, encontrando la puerta abierta y a una pequeña multitud de mis empleados formando un círculo alrededor de Seokjin-hyung. Me aclaré la garganta, llamando la atención de todos y haciéndolos saltar al mismo tiempo. — ¿Interrumpo?

— No, señor—Fue su respuesta casi al unísono y salieron en fila, con la cabeza baja mientras yo intentaba no reírme. Tenía que mantener mi imagen de jefe estricto, pero confiable, para que me tomaran en serio, a pesar de mi corta edad.

—Qué divertido es verte desenvolverte en el trabajo—dijo Seokjin tan pronto cerré la puerta detrás de mí—. Estás a dos segundos de cagarte de risa.

Me reí entre dientes y él se movió hacia el sofá, poniéndose cómodo en mi oficina como si se tratara de su mismísima casa—. ¿A qué debo la desgracia de tu visita? —Seokjin fingió un grito ahogado—. Creo recordar pedirte que no vinieras a mi trabajo porque distraes a mis empleados.

— Quería hablar contigo, además siempre es bueno saber que tengo tantas opciones, debido a lo guapo e increíble que soy.

Ni siquiera me inmute por su comentario, más que acostumbrado a escucharlo hablar de esa forma sobre sí mismo, su confianza iba de aquí a la estratosfera— De cualquiera forma, puedes regodearte en la guapo que eres, lejos de mi lugar de trabajo.

— Eres aburrido cuando estás en tu sillita de jefe.

Tomé asiento detrás de mi escritorio— No es una sillita, no estoy en preescolar. —Yo dije eso, pero inmediatamente procedí a moverme de lado a lado, en mi gran sillita de jefe.

— Tú mismo acabas de derribar todo tu argumento, Jungkook-ah. Eres un bebé en el cuerpo de un adulto.

Sonreí encogiéndome de hombros. Se supone que yo podía ser un bebé si estaba solo con mis hyungs—. ¿Y bien? ¿De qué querías hablarme?

— Venía a disculparme en realidad, pero no te ves molesto, así que, tal vez pensé mucho sobre ello o tú no tienes idea.

— ¿Disculparte por qué? —Pregunté dejando de jugar mi silla, para poder apoyar mis codos sobre mis rodillas mientras lo miraba—. ¿Qué hiciste ahora, Hyung?

— Oh no, yo no hice nada —Sacudió su mano en el aire en negación—. No fue algo que hice yo, pero si algo en lo que te involucré.

— ¿El qué?

— No me mires como si yo no tuviese remedio, jovencito.

Rodé los ojos—. Hyung...

— Bien, bien, me dejaré de rodeos. — Se acomodó en el sofá, planchando arrugas imaginarias en su traje—. Sólo no te enojes mucho conmigo.

— Nunca me enojo contigo por más de 10 minutos, ni siquiera esa vez que me dejaste solo en el club de la compañera de trabajo que me aseguraste que ibas a disuadir para que no me hiciera trabajar en su boda. —Le recordé, esperando que no hubiese hecho algo de ese estilo de nuevo. Seokjin soltó una risa incómoda y arregló los gemelos ya perfectamente hechos de su traje. ¿Estaba intentando distraerse a sí mismo o distraerme a mí? ¿Acaso pensaba que yo tenía el nivel de concentración de un pez?—. Hyung, dime.

— Justo sobre eso te quería hablar.

— No me digas que es sobre otra boda, porque ya tengo demasiado sobre mi plato con esta, en la que ni siquiera estaría trabajando sino fuese por alguien.

— Definitivamente no lo sabes. —Esperé a que continuara y él me miró por un par de largos segundos—. Lo que sucede es que... ya no hay boda.

Soulmate bells ↬ |kookv|Onde as histórias ganham vida. Descobre agora