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casi nunca dejó notas antes de un capítulo, pero quería darles un poco de contexto antes de que lean esto, como saben decidí que la historia fuese contada desde la perspectiva de jungkook por una razón, y es en parte para que descubrieran todo junto con él, para que sintieran todo por primera vez al mismo tiempo, y la otra parte es porque tenía cuidadosamente pensando lo que sería la vida de tae aparte. 

Se acuerda cuando la señora loquita de las cartas le dijo a jungkook "él sabe más de lo que deja ver" ¿? pues aquí lo descubrirán

bienvenidas a este mundo, a través de los ojos de Taehyung:



Taehyung

5 años

— ¡Mami, mami! —Exclamé corriendo hacia ella desde la entrada de la casa, mientras sacudía el papel en mi mano—. ¡Mira! ¡Mira lo que hice!

Ella se arrodilló frente a mis besando mis mejillas primero, en forma de saludo, antes de tomar el papel en mi mano—. A ver, ¿qué tenemos aquí?

— ¡Es un dibujo! —le dije como si no pudiese verlo por ella misma—. La señorita profesora dijo que nos dibujáramos con nuestra persona favorita.

— ¿Este eres tú? —Señaló a uno en la hoja y yo asentí, contento de que pudiese reconocerme—. Entonces, ¿quién es este?

— ¡Es Jungkookie! ¿¡Es bueno verdad?!? —Quería ser felicitado por el dibujo tan lindo que había hecho y por el hecho de que había sido fácil reconocerme.

— ¿Jungkookie? ¿Es amigo de la escuela? —Negué frunciendo el ceño—. ¿Es el hijo de los nuevos vecinos? —Volví a negar— ¿Quién es entonces?

— Es Jungkookie. —le dije sintiéndome frustrado. ¿Por qué no sabía quién era él? Se lo había dicho antes.

— ¿Dónde vive? ¿De dónde lo conoces?

— Jungkookie está aquí —Señalé mi frente, no sabiendo por qué ella no podía entenderlo, cuando ya se lo había dicho—. Y a veces también está aquí. —Puse mi dedo sobre mi corazón. No estaba muy seguro donde vivía exactamente Jungkookie.

— Oh, es tu amigo imaginario.

Le quité el dibujo, apretándolo contra mi pecho, sintiéndome molesto y no queriendo que mamá lo tocara si iba a decir esas cosas—. No, no es imaginario. Mingyu me contó sobre su amigo imaginario y Jungkookie no es eso, él no es inventado.

— Cariño-

— No. —Sentí a mi nariz picar y la arrugue, no quería llorar, aunque mis ojos tenían ganas de llorar—. Él es de verdad, mami.

— Cálmate, ¿sí?

— No puedes ver mi dibujo de nuevo. —le dije molesto, mirando mis zapatos, queriendo irme corriendo—. Fuiste cruel con Jungkookie.

— Lo lamento, cariño —Intento alcanzarme pero retrocedí—. ¿No quieres venir con mami?

— Es real —mi voz se volvió graciosa—. ¿Okay?

— Está bien bebé. —Ella me abrazo porque se dio cuenta que estaba llorando, acariciando mi cabello—. Si tú dices que es real entonces te creo, ¿bien?

—Okay. —respondí bajito.

Pero mamá había mentido, ella no me había creído entonces. Porque tan sólo unos años más tarde la escuché hablando con papá sobre cómo era extraño que un niño de 11 años hablara de amigos imaginarios e inventar historias sobre un niño que no existía.

Cuando tenía 5 estaba bien hablar de Jungkookie, era algo "normal", pero más tarde entendí que ya no estaba bien hablar sobre él, así que, dejé de hacerlo.

Tenemos que llevarlo a un psicólogo había dicho mamá, pero yo no quería eso. No quería que alguien más intentara convencerme de que él no era real, pero lo que más me asustaba es que hicieran que Jungkookie se fuera, ¿qué si lo hacían desaparecer? Yo no podía permitirlo. Pensar en Jungkookie y sus recuerdos hacían sentir a mi corazón lleno de alegría y de amor, como si estuviese siendo abrazado todo el tiempo a cada segundo del día y yo no quería que eso se fuera, no quería dejar de recordarlo. No quería tener un corazón triste y vacío y eso es lo que pasaría si ya no podía soñar con él. Yo lo sabía, así que lo oculté de todos, porque si mis padres no lo entendían, y yo era su hijo, sabía que nadie más podría hacerlo tampoco.

No me gustaba que me llamaran loco porque no lo estaba inventando, Jungkookie no era inventado, era real sólo que no estaba en este mundo más, porque si estuviese yo sabía que él hubiese venido a encontrarme.

Quería que me encontrara.

Era común buscar excusas para explicar las cosas en la mente de un niño, tiene mucha imaginación dirían o qué lindo, tiene un amigo imaginario, pero una vez que te convertías en adolescente ya esas excusas se convertían en diagnósticos, no era lindo ya.

Yo había cometido un error al escribir mis recuerdos sobre Jungkookie en un diario. Había querido guardarlo todo y poder ponerlo en orden, para asegurarme de no olvidarlo nunca. Ese había sido el plan, pero mamá había encontrado el diario y no había sido bonito.

— ¿Qué es esto, Taehyung? —Estaba histérica, pocas veces la había visto así—. ¿Sigues con estos delirios? ¿Otra vez estás viendo a ese Jungkook? Respóndeme. ¿No lo entiendes? Él no existe, no eres un niño ya, no puedes hacer estas cosas, ¿sabes lo que va a decir la gente si esto se sabe?

Considerando sus palabras, me preguntaba cuál sería su reacción si se enterara de que yo tenía una enfermedad mental, sabía que no la tenía, pero si la tuviese, ¿qué haría ella? ¿Se preocuparía por mí o por lo que los demás tendrán que decir sobre mí? A veces no lograba entenderla.

— Mamá, es todo ficticio. —Expliqué tan calmado como pude—. Estoy escribiendo un libro.

— ¿Qué?

— Es un libro, sobre una persona ficticia. Me inspiré en el diario de Ana Frank, ¿recuerdas el libro? Quise hacer algo similar a eso y si lo que te molesta es el nombre que escogí para el protagonista, simplemente lo cambiaré. —Me encogí de hombros, como si no fuese la gran cosa—. No entiendo por qué te moleste tanto el nombre. —Yo había fingido no recordar nada sobre Jungkookie. Un día simplemente me levanté y dejé de hablar de él, pretendiendo que no tenía idea de a qué se referían cuando me preguntaban por él.

— ¿E-es eso lo que esto es? —Preguntó ella con una risa nerviosa.

— ¿Qué otra cosa iba a ser sino?

— Oh, ya veo —Me entregó el diaria, todavía riéndose como si fuese lo más gracioso del mundo—. Discúlpame hijo, no tenía idea.

— Bien, simplemente pregunta apropiadamente antes de asumir—Alcé una ceja hacía ella—... ni siquiera sé qué estabas asumiendo, pero me asustaste ahí, mamá. Volveré a mi habitación ahora.

Me alegraba haber tenido esa idea tan repentinamente para ayudarme a del problema. Eso había sido fácil, sólo porque ella no había leído más allá de las primeras páginas, porque si lo hubiese hecho, mi mentira no me habría sacado de este lío. Especialmente si ella leía las páginas donde hablaba sobre Jungkook y yo, juntos.

Al crecer más aprendí a ver la vida con Jungkook como una vida aparte, separada de la mía. Investigué mucho y fui a muchos lugares buscando respuestas, pero a la única conclusión a la que pude llegar es que esos recuerdos debían de tratarse de otra vida y que Jungkook era alguien que conocí en ella.

Además yo no era el primero ni sería el último en recordar una de sus vidas pasadas, mucha gente había experimentado cosas similares y continuaban con su vida de forma perfectamente normal. Descubrir eso me dio cierta paz, porque fui capaz de darle un lugar a Jungkook y seguir adelante, él había sido todo para el Taehyung que fui, pero ya no vivíamos en ese mundo. Entendí que Jungkookie siempre viviría en mi corazón y pude avanzar o eso es lo que pensaba, hasta que lo vi:

Eunhee quería que nos reuniéramos para ver más flores y francamente yo realmente no entendía la importancia de las flores, es decir, ¿no podíamos simplemente escoger una que nos gustará a ambos y ya está? En su lugar, habíamos visitado más de cinco floristerías en el último mes, repasando el significado de cada flor, la variación de cada color, sus combinaciones con otras flores, luego escoger una paleta de coles que fuera con las flores, luego un tipo de tela que funcionara. Es decir, sentía que ya no hablábamos de flores, ¿qué tenía que ver un corte de tela con las flores? No lo entendía y empezaba a cuestionarme toda la idea de lo que era una boda si un detalle como las flores suponía tanto estrés.

Suspiré, recorriendo el parque intentando no mirar mi reloj, porque ya sabía que iba tarde y que Eunhee debía estar esperando en la tienda no exactamente en su mejor humor. Ella pensaba que no tomaba en serio la búsqueda de las flores y realmente no podía estar más en lo correcto.

Eran solo flores. Señor.

Miré hacia arriba, observando los pequeños pétalos de cerezo siendo arrastrados en el aire por el viento, lo que me hizo preguntarme qué tan loca se volvería Eunhee si sugería usar las flores de cerezo, porque había algo en ellas me hacía pensar en amor y en felicidad, aunque no conocía realmente su significado, pero ¿era eso tan importante? ¿Lo importante no era que te hicieran sentir algo?

Me detuve abruptamente al sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo, mi piel erizándose al mismo tiempo que oí el más ligero sonido de cascabeles y me volví para mirar hacia la dirección de donde creí que provenía y me congelé, más bien fue como si me hubiese vuelto de piedra.

Tal vez mamá había tenido razón cuando sospechó que yo podía estar volviéndome loco, porque delante de mis ojos, a un par de metros de mí, estaba Jungkookie de pie, mi Jungkookie, luciendo bastante real y sólido, con una mirada tan impactada que supuse que debía estar reflejando a la mía.

Un pitido en mis oídos me hizo fruncir el ceño y mi corazón se aceleró dolorosamente, causando que mi respiración se volviera irregular.

Se supone que él es parte de mis recuerdos de otra vida, no existe en la vida donde vivo ahora. Al menos eso es lo que me había estado repitiendo por años para poder convencerme a mí mismo de sepultar los sentimientos que desarrollé por alguien que vivía en mis recuerdos.

Entonces, ¿qué era esto? ¿Era real? ¿Realmente estaba ahí? ¿O sería una alucinación causada por todo lo estrés que había experimentado durante la semana? ¿Acaso podía una alucinación verse tan lucida y real?

Sentí un tirón dentro de mí, como si algo estuviese instándome a que me acercara a él, a que cerrará la distancia... a qué lo tocara.

¿No es esto lo que siempre deseaste? Me dije a mí mismo. ¿No pediste por sólo un instante donde pudiésemos tocar a Jungkook? ¿Abrazarlo? ¿Hablarle? ¿Agradecerle por quererte como lo hizo?

No podía dar crédito a lo que veían mis ojos, mi cerebro intentaba darle sentido o encontrar la lógica detrás de la imagen que tenía delante de mí, pero chocaba cuando el mensaje que recibía de mis ojos y de mi corazón era que él realmente se encontraba ahí.

¿Cómo puede algo sentir así si no es real? ¿Es normal que me falte el aire y que mi corazón duela como si necesitara llegar a él para continuar latiendo?

No podía hacerme comprender lo que sucedía, porque yo nunca lo había visto fuera de mi mente, de mis recuerdos... de mis sueños, nunca había podido verlo tan vívidamente antes...

¿...eres tú? — ¿Jungkookie? —Mi voz sonó diminuta y temblorosa, llena emoción. Estaba asustado, ¿qué significaba que él estuviese aquí? ¿Y luciendo tan diferente?

No usaba un hanbok, su cabello era ligeramente ondulado en las puntas porque lo traía largo, casi a la altura de la boca y mi Jungkookie nunca lo había tenido así. Traía piercings en sus dos orejas y vestía una camisa de cuadros y jeans rasgados. Era imposible que Jungkookie alguna vez luciera así antes porque ninguna de esas cosas existía. Tampoco podía ignorar el hecho de que él se veía mayor, mucho más grande, más fuerte y alto, no tenía mejillas regordetas ni esa cara de bebé, pero sus ojos... tenían el mismo brillo inocente y puro... el mismo, eran los ojos de mi Jungkookie.

Es idéntico...

¿Acaso él...?

Cerré los ojos cuando me atacó uno de sus recuerdos, haciendo que me espantará todavía más.

No, no. No puede ser real. No, no, no.

No estás aquí. Porque si lo estuvieras entonces todo lo que me estado esforzando por creer durante años, era una mentira, ¿cómo puedes estar en esta vida también? No puede ser.

Me di la vuelta, queriendo escapar de esa visión, convenciéndome de que no estaba ahí realmente y caminé tan rápido como pude, casi corriendo lejos, ignorando el intenso dolor en mi pecho cuando le di la espalda.

No puedes ser mi Jungkookie. Eso es imposible.



Hice este capítulo con el fin de que fuese un extra para luego de que terminara la historia, quería sorprenderlas con el hecho de que tae ya conocía a jungkook y estaba consciente de lo que había sido para él antes.

Espero que ahora finalmente puedan darle sentido a algunas de las actitudes que ha tenido tae con respecto a jungkook a través de esta historia, sobre todo durante ese primer encuentro en el club ksjdks

gracias por leer


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Soulmate bells ↬ |kookv|Where stories live. Discover now