Capítulo XXXIII

1.8K 128 7
                                    

Víctor sigue corriendo y consigue adelantar a Sandra. Lidia se ha parado más adelante. Está en el medio de cuatro árboles grandes y frondosos. El chaval se para frente a Lidia. La mira con enfado y frustración.

-¿¡Pero a ti qué te pasa!?- grita Víctor- ¡Ves que Laura tiene Alejandro y vas y me sueltas que corra! ¡Sin nisiquiera mostrando un poco de empatía!
-¿¡Pero qué querías que hiciese!?-contesta Lidia- ¿Eh? ¿Qué me tirase hacia Laura? ¿O...o hacia el otro chico? Que no sé ni como se llama.
-Deck, se llama Deck.- sigue el chaval con bordería- Como yo me quedé atrás por si podía salvar a Alejandro, pues oí a Laura llamarle así.

Sandra acaba de llegar a donde están los dos chicos discutiendo. Víctor se gira hacia ella.

-¡Y tú no te quedas atrás!- grita Víctor- ¡Tú tampoco has hecho nada para salvarle!
-¿¡Pero por que gritas!?- le contesta Sandra- ¡No te das cuenta de que gritando lo único que haces es facilitar que Laura o su amigo nos encuentre!
-Pero si tú también estás gritando, ¿qué me cuentas tú?- sigue con sarcasmo el chico.

Víctor se aleja de la conversación, se dirige a un árbol y se agacha. Empieza a gatear de árbol en árbol hasta que se para frente a una zarza. Resopla y mete un brazo, pero lo saca enseguida. Las chicas le miran confundido, pero Víctor sigue metiendo el brazo y volviendolo a sacar. Mete el brazo una última vez, y no lo saca.

-Ahora, ahora, ahora- dice el chico con entusiasmo.

Víctor va sacando el brazo con cuidado y en su mano tiene una pistola de policía en la que está el escudo de la Policía. Vuelve a meter el brazo y saca un cartucho para la pistola, pero sólo contiene una bala.

Las chicas se acercan asombradas.

-Yo... Es que... he estado pensando en cuando Laura nos soltó aquí y nos dijo que aquí teníamos todo lo que necesitasemos... y cuando encontré el machete tuve un poco de esperanza. Así que pensé que podría haber más armas escondidas por esta especie de bosque.

-Bravo, bravo... bravo- dice Laura mientras aparece a sus espadas aplaudiendo.

Los chavales se giran hacia ella. Víctor mete el cartucho, recarga y apunta a la asesina.

-Ey, ey- dice Laura con tranquilidad mientras levanta las manos.

Al levantar los brazos, la sudadera también se levanta y se deja ver como tiene en el cinturón un cuchillo y una pistola. Laura sonríe al ver como los chicos miran asustados sus armas.

-¿Qué vas a hacer, Víctor?- pregunta Laura seriamente- ¿Me vas a disparar?
-¡No sé!-contesta Víctor.
-¿¡Pero cómo que no sabes!?-replica Lidia- ¡Mátala!

Laura sonríe, pero al mirar a Víctor se pone sería. El chaval está apuntando hacia ella con la pistola.

-Víctor, piensa- dice Laura- No hagas una tontería de la que te puedas arrepentir.

La asesina sonríe nerviosa. Hasta ese momento Laura tenía los brazos en alto, pero los empieza a bajar lentamente. Se acerca un poco a los chicos que se alejan a medida que ella avanza. Víctor se queda frente a frente con su asesina. El chaval apunta al pecho de ella. Laura mira la pistola y levanta la cabeza mirando al chico a los ojos.

-Víctor... Je, je- la asesina hace una pausa- no serás capaz de...

Víctor apreta el gatillo. Laura cae al suelo, la bala le ha dado en el tórax. En el suelo la chica se pone la mano donde le han disparado.

Las chicas felicitan a Víctor, y él también se alegra, pero no se llega a creer que sea tan sencillo acabar con su pesadilla. Mira a Laura pero ella sigue inmóvil.

-Bueno, ahora busquemos la salida -dice Víctor.
-Si, vámonos- sigue Sandra.

Dejan a la asesina a sus espaldas.

Pero enfrente suya sale Deck con un rifle.

-¿Pero adónde vais tan rápido?- ríe Deck.

Mi VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora