Juré no fallarte.💔

Te conocí.

POVS NATALIA
Eran principios de julio y ya habíamos acabado la Uni. Hoy era lunes, y habíamos decidido que el miércoles por la tarde nos iríamos a pasar unos días a la playa. Yo al principio me negaba, puesto que la playa es uno de los sitios que más odio, pero decidieron que para que yo quisiese ir, iríamos a Galicia, que era el lugar que más me gustaba para ir de vacaciones.
Además de eso, Sabela tenía tíos con casa allí, así que nos la dejarían, por lo que la estancia nos saldría gratis. En mi grupo éramos 13. La Mari y Afri, que eran mis dos mejores amigas, junto con Miki. Joan, Marta, Marilia, Dave, Carlos, Alfonso, Sabela, Damion y Famous.
Esta tarde, que no teníamos mucho que hacer, decidí invitarles a mi casa, ya que era de las pocas que vivía sola. No es que tuviese mucho dinero, de hecho, ojalá, simplemente supe cómo invertirlo.
En la Uni, mucha gente me invitaba a salir con ellos, eso los que se atrevían, otros simplemente se limitaban a dejarme paso cuando los pasillos se petaban. Yo no era nadie, pero parecía que para el resto de la gente sí. Nunca, o casi nunca, hice nada por lo que se me tuviese que conocer de esa forma. Pero tampoco me iba a quejar. La gente me parece muy superficial. Sólo a los que considero amigos son con los que decido tener trato.
Cuando mis padres estaban, siempre me enseñaron que era mejor estar solo que mal acompañado, y eso es lo que fui aprendiendo y comprobando con los años.
Volviendo al tema de la gente, en la Uni sí que hice un par de cosas, las cuales juré no volver a contar, por las cuales deban conocerme, pero como cualquier otra cosa. Igual es simplemente por mis tatuajes y el septum. No lo sé.

Estaba tirada en el sofá viendo Netflix cuando el timbre de casa sonó. No esperaba a nadie, así que me sorprendí.
Fui a abrir y me encontré a una chica de no muy alta estatura, de ojos color miel, pelo corto, a la altura de los hombros, y rubio. De tez blanquecina.
-Eh... hola, ¿esta es la casa de Julia Medina?
Agh, Julia era mi vecina. Nunca nos caímos bien, éramos de rollos muy distintos, y creo que era eso lo que siempre nos hizo repelernos tantísimo.
-No.- Contesté seca, y cerré la puerta en sus narices. Me quedé observándola a través de la mirilla para ver qué hacía. Se quedó unos segundos parada frente a la puerta, mientras su expresión se entristecía mínimamente, pero rapidamente el brillo en sus ojos volvió a aparecer y sacó el móvil, llamando a su amiga, supongo.
La verdad que de primeras sí me había dado buena impresión, pero siendo amiga de la vecina repelente, bien no nos llevaríamos. O eso pensaba yo.

Es el primer capítulo y sé que se habrá hecho pesado, pero era necesaria la introducción.❤️
Quedaros que viene el mamoneo jajaja