Chunga y borde.

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POVS ALBA
Esta tarde había quedado con Julia, mi mejor amiga. Mañana por la mañana nos íbamos Noelia, ella y yo de vacaciones a Galicia. Nunca habíamos estado allí, así que nos apetecía.
Estaba en la zona de casas en la que vivía Julia, pero todas eran iguales, por lo que siempre acababa llamando a alguna que no era la suya, y esta vez, por supuesto, no iba a ser menos.
Me abrió una chica muy alta, con el pelo por los hombros de color negro y flequillo, tenía tatuajes y un piercing en la nariz, el septum, concretamente.
Tenía pinta de chunga, pero me gustaba, era atractiva, a pesar de que parecía un poco borde.
Sabía de sobra que esa no era la casa de Julia, puesto que no vivía con nadie, pero aún así lo pregunté, esperando poder iniciar cualquier tipo de conversación con ella. Pero todas mis esperanzas se fueron en cuanto vi que, nada más pronunciar el nombre de mi amiga, la expresión de la chica, que hasta ahora había sido indiferente, se convertía en una asqueada y, sin más, me contestaba un "no", y me cerraba la puerta en las narices. Me quedé unos segundos parada asimilándolo, pero luego caí en que había venido a por mi amiga, así que la llamé, diciéndola que me abriese, ya que me había dado cuenta de que su casa era justo la de al lado.
Tenía clarísimo que le iba a preguntar a Julia acerca de su "simpática" vecina.
-Buenasssss- me recibió ella.
-Hey Julss, todo bien?
Continuamos la conversación mientras íbamos al jardín a bañarnos y poco más.
Los jardines estaban conectados, pero separados por vayas unos de otros, pero aún así, asomándote podías ver los de al lado, y eso hice, mirando el de la chica que me acababa de cerrar la puerta ante mis narices. Tenía una piscina un poco más grande que la de Julia, y su jardín estaba bastante bien decorado.
Julia, que vio mi interés hacia aquella casa, me preguntó el motivo. Momento que yo aproveché para que me contara acerca de ella, y de la relación que establecían.
-¿Por qué te asomas a esa casa?- preguntó ella.
-Es que al venir me he equivocado de casa, y he llamado a la suya. Me abrió e intenté entablar una conversación con ella, pero en cuanto te nombré me cerró la puerta en las narices tras ser muy borde.
Julia empezó a reirse a carcajadas.
-¿Qué pasa?- pregunté.
-Ay Albita... Siempre te fijas en las peores. Natalia Lacunza es una chunga. Somos de rollos muy distintos. Siempre nos hemos caído mal, nunca hemos hablado, salvo lo estrictamente necesario, pero ella es una macarra borde, y yo soy maja y normal. Simplemente nos odiamos JAJAJAJA.- Me contó ella.
-¿Pero por qué es tan chunga?
-Como se nota que eres nueva aquí, Albi. En la Uni todo el mundo la respeta, es conocida tanto por los mayores de esta, como por los recién entrados.
-¿Pero y qué hace para ser así?
-Pues para empezar, sus pintas. Pero lo que realmente la hace ser conocida son cosas que alguna vez ha hecho. Un día le metió una paliza a un chaval que intentó abrir su taquilla. El pobre se tiró dos meses ingresado.- Me contó Julia. Pues es cierto que no era tan buena persona.- Pero vamos, que es que sólo te hace falta verla para saberlo, Albi.
-Sí, pero no sé... a veces las apariencias engañan, no?
-Pues sí... pero no sé Albi, ya ves lo que le hizo a aquel chaval.
-Ya bueno...

Juré no fallarte.💔Where stories live. Discover now