Que nos vamos.

1.4K 64 0
                                    

POVS ALBA
Hoy era el día en el que Julia, Noelia y yo nos íbamos a Galicia. Yo había quedado en que iría a buscar a Julia, y después iríamos a por Noelia.
Cuando llegué a casa de mi amiga, nadie me abría, así que supuse que se habría quedado dormida.
Como no sabía qué hacer para combatir el sueño tan profundo de esta, decidí armamarme de valor, y llamar al timbre de la vecina chunga, que para mi sorpresa, me abrió.
Tan borde como siempre, me dejó pasar al jardín para hacer lo que necesitaba. Cuando supo lo que tenía que hacer, para mi sorpresa, me ofreció ayuda y, aunque sabía que sus intenciones no eran del todo benéficas, acepté.
Sabía que me reiría, y efectivamente, lo comprobé cuando sacó dos sartenes y empezó a aporrearlas al lado de mi amiga. Esta se levantó que echaba chispas, Natalia, al percatarse, me dio las dos sartenes y soltando un "buenos días", seguido de una carcajada, se fue corriendo.
-ALBA MARTÍNEZ RECHE, me puedes explicar qué mierdas estaba haciendo Natalia Lacunza en mi puñetera casa?!- Me preguntó mi amiga echando humo por las orejas.
-No me vengas con esas, Julia Medina- dije con tono sarcástico.- Habíamos quedado hace una hora, pero la señorita se había quedado SOBADA, así que, menos quejarse, y más cambiarse y prepararse, que todavía tenemos que recoger a Noelia.
-Vale, vale... te lo perdono, pero explícame qué hacía la vecina chunga en mi casa, porfi.- Dijo con tono tranquilo mientras se levantaba a vestirse y preparar todo.
-Pues como no me abrías, decidí llamar al timbre de su casa para que me dejase pasar y colarme a tu jardín. Para mi sorpresa, me dejó, pero fue más porque se hartó de que le contase mi vida. Al final le hizo gracia mi situación, y ya ves, al final se apuntó.
-La madre que te parió. Tanto tiempo siendo mejores amigas, y tienes que conocer ahora a la vecina chunga.
-¡Si a mi también me cae mal!... Bueno, mal la verdad que tampoco...
-¡ALBA!
-Perdón, perdón. Mal, mal.- Vi cómo mi amiga hacía una mueca divertida, y acto seguido, empuñaba su maleta, indicándome que ya podíamos irnos en busca de nuestra otra amiga.
POVS NATALIA
No tenía ni idea, siquiera, del nombre de aquella rubia, pero la verdad que me lo había pasado muy, muy bien.
Aunque no fuese mi intención, si tenía la oportunidad de pasarlo bien puteando a la vecina pija, pues se aprovechaba.
La verdad que odiaba a la rubia por haberme despertado tan pronto, pero por lo menos así aprovechaba la mañana.
Por la mañana habíamos quedado todos en casa de Miki, pero esta vez de tranqs, ya que nos iríamos mañana a Galicia, por fin.

Juré no fallarte.💔Where stories live. Discover now