Éramos muy distintas.

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POVS ALBA
Al final la noche en la playa había transcurrido muy bien. Con todos me llevé genial y eran muchísimo mejores de lo que se les consideraba, pero sobre todo con Natalia, por lo menos conmigo no era para nada como mi amiga la había pintado. Creo que ella misma también se dio cuenta.
Empezamos a hablar de dónde nos hospedábamos, y de cómo habíamos acabado encontrándonos. Ellos nos contaron que los tíos de Sabela tenían casa aquí, y que era allí donde estaban alojados. Nosotras les contamos lo del apartamento asqueroso ese, y menos mal que lo hicimos, porque de este modo, nos invitaron a pasar el resto de nuestra estancia en Galicia con ellos.
Primero fuimos a recoger nuestras cosas. Yo llevaba dos maletas, y como no podía con ambas, Natalia me ayudó. Fue un gesto que valoré bastante. Cuando llegamos a la casa, me quedé impresionada. Era enorme, preciosa, y tenía un precioso laguito en el jardín trasero.
Empezamos a hablar el reparto de habitaciones. Las dos últimas habitaciones que quedaban eran de dos, y nosotras éramos tres. Sabía que Natalia dormía con María y África, así que decidí proponerle si quería dormir conmigo, ya que no quería dormir sola, y pues para qué mentir. Si se puede dormir con Natalia Lacunza, no se va a desaprovechar.
Una vez estuvimos todos instalados, había poco sueño, así que Alfonso, el cual me había parecido de lo más salao', propuso irnos al lago de atrás, y pasar el rato. Así que eso hicimos.
Había pequeñas bombillas amarillas colgadas, la cual daba un ambiente muy agradable. Nos sentamos todos en una mesa y con algo de beber, empezamos a hablar, hasta que Miki le dijo a Natalia, "no hay huevos a tirarse al agua". Desde que la vi, supe que era de esas. Y he de decir que eso me encantaba. Pero más me encantó cuando se quitó la sudadera y camiseta, y se metió de un salto al agua.
Todos empezamos a aplaudir y reir, cayeron otros pocos más. Los que no nos metimos, que éramos la mayoría, nos sentamos en el cesped cerca del lago para hacerles más compañía.
Cuando salieron, como es normal, estaban helados de frío. Sabela les sacó algunas toallas, y se sentaron con nosotros en el cesped. Casualmente, Natalia cayó a mi lado. La vi temblando de frío, y no pude evitar acercarme a ella y rodearle como pude, ya que ella me sacaba como dos cabezas. Para mi sorpresa, no se apartó, de hecho se juntó más a mi.
Cuando ya eran grandes horas en la madrugada, Natalia propuso quedarnos a ver el amanecer, y luego acostarnos. Que ya ves tú, yo a estas horas normalmente me estaría levantando. Es verdad que éramos muy distintas.

Heey, perdón x la inactividad y lo cortos que están siendo, estoy mala y poco puedo escribir. Pero paciencia que sigo subiendo cada día. Y aguanten que ya viene lo interesante.❤️

Juré no fallarte.💔Where stories live. Discover now