Galicia.

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Cogí mi guitarra y mi skate, y me salí un rato a la calle a tocar. Cuando iba de camino al sitio en el que suelo tocar, me encontré de nuevo a la vecina repelente y a la rubia. Había un charco, y no voy a negar que se me pasase por la cabeza pasarlo por encima, y así mancharlas. Pero no. No quería ser tan mala persona, así que simplemente pasé de ellas.
Tras estar dos horitas tocando, conseguí unos 28€, y la verdad que estaba bastante contenta por ello.
Decidí que ahorrarlos sería la mejor opción, y me fui para casa otra vez. La mañana se me había pasado volando.
Cuando llegué, me puse a comer unos macarrones que había preparado, y después me tumbé a ver alguna serie.
Mi mente repetía en bucle, por alguna extraña razón,  la risa de la rubia amiga de la vecina repelente. Al final me dormí.
Cuando quedaba con alguno de mis amigos, siempre pasaba por casa de Afri y la Mari a buscarlas, ya que siempre me pillaba de camino. Pero hoy me acabé durmiendo, hasta que escuché cómo mis dos amigas berreaban desde el jardín. Momento en el que supe que, o levantaba el culo ya, o sería asesinada por ellas mismas.
Me puse unos vaqueros blancos, con rayas verticales negras, mis nike air-force negras, y una sudadera ancha blanca. Era verano, pero había escuchado que hoy venían temperaturas de 15 grados. El tiempo en Madrid a veces era muy bipolar.
Salimos de mi casa y cogimos un bus hacia la casa de Miki. No es que estuviese lejos, pero además de que íbamos tarde, éramos unas vagas. Pa' qué mentirnos.
Estuvimos toda la tarde jugando a juegos de mesa y esas cosas. Entre trago y trago, cualquier chorrada, pero por lo general, la tarde tranquila.
Cuando quedaba poco para irnos, dijeron de dormir todos juntos y, aunque cada uno teníamos las maletas en casa, accedimos. Fuimos cada uno a nuestras respectivas casas a por ellas, y luego volvimos. Yo acompañé a la Mari y a Afri a su casa, cogieron las suyas, y luego fuimos a la mía.
Como la mayoría del trayecto a casa de Miki era cuesta abajo, decidimos subirnos a las maletas y bajar la calle rodando. Éramos mayorcitas, pero para pasarlo bien nunca hay edad.
Estábamos ya en casa de Miki, y nos acoplamos como pudimos entre sofás, camas, y colchones sueltos por ahí.
A la mañana siguiente, como de costumbre, fui la primera en levantarme, así que pegué un silbido, y rápidamente se levantaron todos maldiciéndome. Me encantaba hacer eso.
Nos vestimos, desayunamos, y fuimos al sitio donde habíamos quedado con el señor que nos alquilaba el autocar en el que iríamos todos. Conduciría Joan.
Íbamos cantando todos juntos canciones. Tocábamos la guitarra, percusionábamos con los asientos o paredes...
POVS ALBA
Ya estábamos Julia, Noelia y yo en el coche de camino a Galicia. Estábamos súper emocionadas. No era un apartamento de 5 estrellas, pero por lo que habíamos visto, estaba bastante bien.

Juré no fallarte.💔Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang