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Nuevo capitulo que espero disfruten, comenten y voten :)




-Muchas gracias por traerme, no hacía falta -le dijo Alan mientras se quitaba el cinturón y lo miró.

-No fue molestia alguna, además, no está lejos de mi casa -le contestó encogiendo los hombros y regalandole una leve sonrisa.

-Aún así, gracias -volvió a decir y abrió la puerta del coche -Nos vemos el lunes.

-Nos vemos -le dijo y lo vio salir e ingresar a la casa, para luego arrancar y volver a su casa, cansado, pero a la vez, ciertamente aliviado y relajado por no haber estado pendiente constantemente de sus hijos. En verdad no era mala idea tomarse algún día para él solo y sin nadie a su alrededor, aunque con aquello no era que pensara que era un alivio no tener a sus hijos, en lo absoluto y con tan solo aquel pensamiento, negó con efusividad.

-¿Qué sucede?- preguntó su hermana sacándolo de sus pensamientos y la miró.

-Nada, solo estaba pensando cosas sin sentido -le contestó encogiéndose de hombros, sacándose el abrigo y dirigiéndose hacia la cocina, seguido por su hermana.

-¿Y? ¿Qué tal? -preguntó con interés mientras él tomaba un vaso de agua que él mismo se sirvió.

Se giró entonces, apoyando su espalda baja en la mesada y se encogió de hombros.

-No estuvo mal -contestó y su hermana levantó una de sus cejas y rodó los ojos.

-¿En serio? ¿Solo no estuvo mal? -preguntó con cierto fastidio y lo observó amenazante.

-Me he encontrado con Alan -contestó entonces.

-¿Alan? -preguntó intentando recordar dentro de su mente, hasta que abrió los labios formando una gran O -¡Alan! El director del jardín donde llevar a los niños ¿no?

-Si, él.

-¿Y?

Ezra se encogió de hombros nuevamente, como si aquella acción ya se hubiese arraigado en él.

-Hemos ido a comer algo y luego lo he llevado a su casa.

-¿Y? -preguntó más que interesada, lo que hizo que él rodara los ojos.

-No sucedió nada Freya y no creo que suceda nada. Solo... Por el momento, somos conocidos y no creo que sea algo positivo que salga con el director del jardín de mis hijos y menos aún siendo... Un omega marcado.

Freya lo observó como si sus palabras no hubieran tenido ningún tipo de efecto en ella y como si verdaderamente a ella, sus excusas, no le eran suficientes.

-¿Por qué? ¿Por qué es director del jardín donde llevas a tus hijos? ¿Recuerdas que ellos dejarán el jardín el año escolar entrante? ¿Y por qué está marcado? ¿En serio lo dices? ¿Acaso te has convertido en esos alfas idiotas hormonados que les interesa solo "la pureza" de los omegas con los que follan? ¿En serio? ¿Eres idiota o qué te sucede? ¿Acaso no eres consciente del dolor que debió de pasar ese hombre luego de la muerte de su alfa, quien lo marcó?

Ezra suspiró cansado y dejó el vaso a un lado, cerca de la bacha.

-Sabes que no he querido decir eso -se llevó una de sus manos a sus cabellos y los tiró hacia atrás, cansado -No estoy listo para comenzar ningún tipo de relación. Me he divertido con él, pero no es que lo haya visto de la forma en la que tu quieres. No puedo ver a nadie por el momento de esa forma, pero tampoco es que me haya desagradado haber pasado con tiempo con él, como amigo o como por lo menos, conocidos.

-¿Y no le darás una oportunidad?

Ezra volvió a suspirar cansado y se llevó una de sus manos al puente de su nariz.

-No sé Freya, en verdad que no lo sé y sinceramente no es algo que quiero pensar ahora, no es momento.

-Vale- contestó y levantó las manos en forma de rendición -Iré a dormir entonces -terminó y se giró para poder irse.

-¿Madeleine no ha venido? -preguntó entonces y Freya frenó en seco, apretando levemente sus manos con fuerza.

-Ha tenido turno -contestó sin mucho rodeo y se fue, sin siquiera esperar alguna otra pregunta de su parte.

Fue entonces que suspiró y se dejó caer en la silla más cercana. Después de todo él no era quien tenía una vida difícil.


***


-E...Ethan -balbuceó mientras intentaba recuperar el aire que había perdido y continuaba haciendo mientras sentía las penetraciones fuertes y rudas, junto al agarre en sus caderas que sabía dejaría unas considerables marcas -Pa-Para... Por... Favor.

Con esfuerzo intentó llegar con uno de sus brazos a una de sus manos, aun sabiendo que aquello no sería lo suficiente para frenarlo, pero sí para que se calmara un poco.

-Lo... Siento- le dijo con los labios apretados y con una última embestida sintió los dientes nuevamente de Ethan clavándose en su nuca.

Grayson mordió entonces con fuerza la almohada debajo de él, ahogando un grito, pues el dolor en la zona ya era insoportable, como también, todo lo que estaba sucediendo. Odiaba cuando Ethan se encontraba en celo, pues era todo lo contrario a cuando lo hacían sin un celo de por medio. Ethan se convertía en una persona rozando el instinto animal, siendo rudo y para nada cuidadoso y era por ello que él lo odiaba, porque después de todo, muy a su pesar, su cuerpo no era el de un omega que de cierta forma, los ayudaba más a pasar por los celos de un alfa.

Fue entonces que sintió que el nudo una vez más se estaba hinchando dentro de él y las lágrimas, volvieron a caer por sus mejillas y ciertamente se preguntó en qué momento terminaría aquel calvario.

Y cuando Ethan logró calmarse un poco, Grayson aprovechó aquello y con mucho esfuerzo, logró levantarse, llegar a los inhibidores y con rapidez se acercó a Ethan clavando el mismo en una de sus piernas, importando incluso poco si le dolía o no. Él ya se sentía lo suficientemente dolido y enojado como para importarle aquello, sabiendo que el mismo le haría efecto en cuestiones de segundos.


***


Cuando llamaron a la puerta supo enseguida de quién se trataba. Había ordenado que el analista le diera prioridad a lo que había sucedido antes que a todo lo demás y allí estaba entonces ya con un informe para entregarle.

-¿Y? -preguntó sin miramiento alguno y el hombre se mantuvo parado detrás de la silla frente a su escritorio.

-He encontrado residuos de un veneno -le dijo entonces y le extendió la carpeta que había llevado con él.

Kenji la tomó y suspiró cansado, leyendo entonces lo que este decía.

-No había en grandes cantidades pero...

-Lo suficiente como para que Max perdiera el embarazo -le cortó y cerró los ojos con algo de fuerza, mientras intentaba calmarse a sí mismo y no ir directamente a asesinar a Kaoru -De acuerdo -continuó entonces -Muchas gracias por haberlo hecho con tanta rapidez.

-No hay de qué, señor -le contestó este con una leve venia y se giró para irse y saliendo dejando a la vista a sus guardaespaldas.

-Llamen a Kaoru -ordenó antes de que cerraran la puerta y su más confiable compañero y protector asintió con la cabeza, para luego dejarlo una vez más solo en aquella inmensa habitación.

Debía de pensar qué haría con Kaoru antes de que esta llegara y lo único que quisiera hacer fuera asesinarla, el problema radicaba en que en aquel momento no podía ser objetivo sabiendo que esa mujer había provocado aquello y más que todo, sobre Max. De algo estaba seguro. Nunca la perdonaría. 

Un sentimiento entre amor y recuerdosWhere stories live. Discover now