3. ¡Yo también quiero una vida!

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Pov´s Plan

Su voz aun sonaba adormilada, y sus ojos parpadeaban de vez en cuando tratando de permanecer despierto. Al parecer no haba dormido del todo cómodo por mi culpa.

—Si ya te he causado muchas molestias— dije sin mirarle a los ojos tratando de que mi voz suene lo más tranquila posible—Adiós Mean— Me despedí haciendo un wai para después salir de la habitación sin que nadie me lo impidiera.

Suspire profundamente mientras bajaba las escaleras, deteniendo mi paso en la pequeña sala en donde aun estaban las dos tazas de chocolate sobre el suelo y la pequeña pelota en un rincón del pequeño cuarto. Al aparecer se había ido, al menos por el momento. Sali de la casa y comencé a caminar con tranquilidad, llevándome ambas manos a la boca para soplarles mi asiento tibio, al parecer hoy haría más frio que ayer.

Después de caminar unas cuantas cuadras, revisé el bolsillo de mi pantalón sacando de este unas pequeñas llaves para abrir el gran portón negro de mi casa, pero al llegar a ella lo único que encontré fue a dos mujeres sentadas en la acera, con un abrigo café cubriéndoles mientras recargaban su cuerpo en el portón.

Era mi madre y mi hermana menor Cherreen.

—Mamá despierta— Dije tocando el hombro de la mujer mayor. Ella abrió lentamente abrió sus ojos entre parpadeos— ¿Qué hacen ahí?

—Haciendo vigilancia en la puerta— Dijo Cherreen con sarcasmo metiéndose en la conversación. Tallándose un ojo y levantando la cabeza del hombro de mamá haciendo que su cabello despeinado saltara sobre su cabeza.

—Llegamos de madrugada y no había nadie— Agrego esta vez mi madre, levantándose del suelo y tomando su maleta con una mano y con la otra su bolsa—Y ¿Qué? ¿Nos dejaras aquí afuera?

—¡Ah sí! Vamos adentro— Dije apurándome a abrir el portón, dejándolas entrar primero.

—Deberías limpiar este jardín mas seguido— Agrego mi madre con desagrado viendo las plantas y hojas secas que salían de la tierra mientras yo abría la puerta principal.

—Pasen por favor! — Dije tratando de ignorar su molestia y desagrado mal disimulado mientras se adentraba en la casa.

Ambas dejaron sus maletas en la entrada y se dirigieron a la sala en donde tomaron asiento en el sofá, mirando con sorpresa la pequeña casa de campaña que tenia en medio de la sala. Con esto probablemente mi madre crea que ya he enloquecido y Cherreen estaría rezando internamente a todos los dioses que existen, y es que si, mi madre y mi hermana sabían mi secreto he incluso se habían visto afectadas por ello. Es por eso que ellas ya no vivían en esta casa conmigo.

—¿Cuánto se van a quedar? — Pregunte tratando de no sonar grosero, dejando caer las llaves en la esquina del sofá.

—Bien antes de que empiecen con su charla— Interrumpió mi hermana sobándose el cuello con las manos—Al menos tienes una cama en esta casa ¡Estoy muy cansada!

—Claro. En mi habitación todo sigue igual— Respondí con normalidad. Ella sonrió con emoción y corrió escaleras arriba dispuesta a dormir un buen rato, una vez que desapareció de nuestra vista volví la mirada hacia mi madre— ¿Y bien?

—Solo nos quedaremos una noche— Habló como si le estuviera reclamando algo, cruzandose de brazos.

—Su equipaje no parece de una sola noche— Tal vez estaba siendo algo duro, después de todo habían venido a visitarme.

—Ya tengo reservación en un pequeño hotel cerca de aquí— Dijo llevando su mirada al suelo con un tono de voz mas liviano—Iré a dormir con tu hermana un poco— Susurro levantandose del sofá, subiendo escaleras arriba.

Suspire profundamente y me dirigí a la cocina, dejándome caer en una de las sillas del pequeño comedor. Lleve mi mirada a mi mano vendada y comencé a retirar la venda hasta dejar a la vista una marca rojiza-casi morada-en forma de unos pequeños dedos. Mean había sido muy amable conmigo a pesar de que yo solo irrumpí en su casa a mitad de la noche con una tonta excusa.

Espero que no este muy molestó.

Volví a colocar la venda en mi mano, tome mi celular y las llaves que había dejado en el sofa y Sali de la casa rumbo a mi trabajo de medio tiempo que es para lo único que puedo llegar a hacer con este problema y es que ellos aparecen en cualquier parte a la hora que sea y no me dejan en paz hasta que los ayude.

Una vez llegue a la pequeña librería, puse en letrero correspondiente y comencé a ordenar los libros fuera de su lugar esperando que hoy vinieran muchos clientes.

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Pov's Mean
Una vez que el chico se despidió se dio media vuelta y salió de la habitación. No intenté detenerle ya que seguramente se sentía intimidado o mareado por todo lo ocurrido, y sumándole el hecho de que yo no lo había tratado del todo bien. En fin, supongo que es mejor que lo dejemos asi.

Me levante del suelo y Salí de mi habitación entrando al baño el cual, se encontraba justo en frente. Me saque la ropa y la doble dejándola sobre la tapa del inodoro y me di un valiente baño de agua fría esperando a que no me ganara un resfriado. Una vez listo Salí de la regadera y limpie el espejo empañado, seque mi cabello y Salí del baño con un toalla enredada en la cintura.

Una vez en mi habitación detuve mi paso en seco, un poco sorprendido al encontrar todos los libros que tenia sobre mi repisa sobre el suelo. Solté un soplido molesto y levante los libros dejándolos sobre la cama ya que, no tenía tiempo de acomodarlos ya que hoy tenia que llegar temprano a la Universidad para terminar un proyecto de la clase de lenguas extranjeras. Tal vez el gato de aquel niño logro entrar ayer y ahora anda haciendo sus destrozos.

En fin, deje de pensar en ello y me puse mi uniforme e abrigo negro y baje las escaleras adentrándome a la cocina en donde solo le di un gran trago al cartón de leche, me puse mi abrigo y Salí de la casa con rumbo a la Universidad. Espero que saint no haya llegado aun.

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Corrí por los pasillos casi desiertos hasta llegar a la biblioteca, en donde seguro ya me esperaba Saint con un buen sermón sobre lo mucho que siempre me tardo en llegar, pero cualquiera llegaría temprano si en vez de tomar el autobús tuviera un auto propio para ir a todos lados.

Me adentre en la biblioteca llena de estudiantes, divisando a mi amigo en una de las mesas del fondo con la nariz hundida en un libro y con una torre de estos sobre la mesa. Me acerque a el, tomando asiento en la silla de enfrente.
De solo pensar que después de esto tengo que ir a clases y después a dar el show, mi cabeza comienza a dolerme.

Necesito un descanso.

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Capitulo de relleno. Solo para hacer ver la situación de cada uno por separado. 👍

¡Hasta que los fantasmas nos separen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora