¡Hasta que los fantasmas nos separen!

8. Gracias

Pov's Mean

—Seguro que ¿Estarás bien? — Pregunte mientras me colocaba mi abrigo, ya que ayer parecía muy alterado cuando se despertó por la noche y realmente me preocupaba dejarlo solo.

—Si estaré bien— Dijo en una pequeña sonrisa mientras asentía con la cabeza— Solo recuerda que hoy hablare con Saint.

—No lo olvido... entonces me voy— Dije a modo de despedida para después abrir la puerta y salir. Aun me preocupaba dejarlo solo, pero si faltaba a clase seguramente me arrepentiría toda mi vida; sin mencionar que, también había comenzado a faltar a los shows en el teatro.

¡Ah! Solo espero que Gun no me mate por no contestar sus llamadas desde ayer por la tarde.

Una vez que tomé el autobús para llegar a la universidad, me dirigí a la biblioteca en donde comencé a avanzar con nuestro proyecto y esperando a que Saint llegara, pero para mi sorpresa en no se apareció hasta la clase de medio día y basta con decir que lucia un poco cansado y callado. En todas las clases me hablaba solo para pedirme apuntes o preguntarme si almorzaba algo con él; y yo solo respondía sin tratarle de sacar tema ya que, seguramente estaba así por que iría al cementerio en donde visitaría a aquel niño que solía cuidar.

Ayer en la noche entre sollozos y temblores Plan me comento vagamente que había soñado con el niño de aquella vez y al parecer tenía relación con Saint, me pregunto si ¿Sera el mismo niño? Solo espero que sí, así Saint podrá cumplirle su deseo o lo que sea que ese pequeño espectro quiera.

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Una vez que finalizaron las clases Saint salió del salón sin prestarle atención a nadie mientras yo trataba yo caminaba a su lado como si de su sombra se tratara; hasta que, me harte un poco y le tome del brazo una vez que ambos cruzamos la entrada principal.

—Saint necesito hablar contigo— Dije mas seriamente, mientras buscaba con la mirada a Plan—Bueno hay alguien que quiere preguntarte algo.

—No puede ser después— Susurro con un tono de voz flojo sin darme la cara—Tengo cosas que hacer hoy— ¡Vaya! Realmente esta afectado por el asunto

—Solo será unos momentos ¡Por favor! — Supliqué con la cara mas tierna que pude. Mas vale que esta humillación funcione y todo esto se acabe—Vamos no te quitare mucho tiempo.

—... Está bien— Dijo soltándose de mi agarre y tomando asiento en una de las jardineras que adornaban afuera—Tienes solo hasta que lleguen por mi— Asentí y me senté junto a él sin saber como reaccionar a esa personalidad fría.

—Lo siento llego tarde— Se disculpo una voz tímida a nuestro lado.

Ambos nos giramos hacia la dirección en donde provenía aquella voz viendo como Plan se acercaba hacia nosotros de forma algo cohibida, sosteniendo entre sus manos la pelota que se iba a llevar la primera vez que lo vi y lo que parecía ser una carta.

—Esto es para ti— Dijo sin rodeos extendiendo la carta hacia Saint—Pero no la leas ahora sino cuando lo vayas a visitar.

—¿Quién la escribió? — Pregunto mi amigo tomando la carta entre sus manos. Era una hoja de color azul cielo mal doblada la cual no tenia un sobre por lo que se podían ver los garabatos a simple vista.

—Alguien que no tuvo la oportunidad de despedirse de ti— Hablo Plan en una pequeña sonrisa ahora entregándole la pelota—También quiere que juegues con él por última vez.

Saint tomo la pelota entre sus manos, mientras las lagrimas comenzaban a salir y un pequeño hipo se hacía presente. Mire a Plan quien a pesar de no dejaba su pequeña sonrisa de compasión su cuerpo entero estaba temblando y sus manos apretaban fuertemente las mangas de su suéter... a pesar de todo estaba asustado.

Y casi como un instinto de protección; me puse de pie y pasé un brazo por los hombros de Plan, atrayéndolo hacia mí.

—Hoy iremos contigo Saint— Dije sonriendo también, tratando se parar las lágrimas de mi amigo— Así que no te sientas solo al afrontar esto.

Saint se limpio las lagrimas y alzo el rostro asintiendo—Ya llegaron por mi— Dijo apuntando al auto que se había estacionado a unos metros de nosotros—Los veré haya entonces— Se despidió y salió con dirección al auto.

Una vez que Saint se fue, ambos volvimos a mi casa en donde Plan durmió se quedo dormido sobre el sofá mientras yo hacia mi tarea en el suelo hasta que, dieron las cinco y media, yo ambos nos dirigimos al cementerio en donde ya estaba Saint esperándonos con la pelota y una pequeña bolsa de caramelos en mano.

Saint nos guió hasta la pequeña tumba que estaba adornada con flores blancas y unos cuantos globos. Mi amigo acomodo la pequeña pelota y la bolsa de caramelos en medio y saco la pequeña carta de su bolsillo comenzando a leerla.

—Lo siento Suchart— Susurro al borde del llanto viendo, poniéndose en cuclillas frente a la tumba—Prometo que vendré a visitarte más seguido y esta vez jugaremos todo lo que quieras.

Fue ahí cuando creí que había enloquecido ya que, un pequeño niño abrazaba a mi amigo con una gran sonrisa, mas sin embargo Saint no parecía darse cuenta de ello, solo lloraba sin reprimirse.

—¡Oh muchacho! Ya estas aquí— Saludo un hombre mayor, acompañado de una mujer de la misma edad. Ambos adultos se acercaron a Saint y le ayudaron a ponerse de pie mientras se abrazaban mutuamente.

En ese momento desvié mi mirada hacia Plan quien estaba frente a la tumba haciendo una reverencia y dejando sobre esta un pequeño chocolate en barra y bajo esta lo que parecía ser una foto.

—Creo que deberíamos irnos— Dijo el pelinegro una vez que estuvo a mi lado de nuevo. Yo solo asentí comenzamos a alejarnos sutilmente para no interrumpir.

—¿Dónde conseguiste todo eso? — Pregunte una vez que nos alejamos lo suficiente

—Cuando te fuiste aquel niño volvió a aparecer— Hizo una pausa en donde pude ver un escalofrió recorrer su cuerpo—Y me guio hasta la biblioteca en donde mi jefe tenia escondido en el mostrador aquella foto y la carta.

—¿La leíste? — Pregunte aún más curioso, Plan negó con la cabeza apretando los labios—Entonces que era lo que quiera ese niño.

—Despedirse— Aclaro el pelinegro con algo de melancolía— Despedirse de las personas que mas lo quisieron en vida.

—¿Eso era todo?

—Es un niño Mean. Fantasma o no los niños son muy simples y nada rencorosos... Oh al menos eso espero.

Eso fue lo ultimo que hablamos hasta que, salimos del cementerio y comenzamos a caminar en silencio por la calle hasta llegar a la parada de autobús. Ahí también permaneció el silencio por un rato.

—Mean— Me llamo sin despegar su mirada del suelo— Gracias por ayudarme, pero...— Hizo una corta pausa para después mirarme—Creo que es mejor que nos separemos aquí.

—¿Qué? — Dije un poco más desconcertado que sorprendido—¿Por qué?

—Esto seguirá pasando y hay veces en que ellos son mas malos que buenos y me da miedo que...—Apretó sus labios como si quisiera reprimir un berrido.

Me puse de pie tomándolo de la muñeca comenzando a caminar arrastrándolo conmigo bajo su mirada sorprendida.

—Vamos a beber. Yo invito— Dije animadamente mientras escuchaba como sorbía su nariz en un intento por aguantar un lloriqueo.

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Espero no haberlos aburrido con esta wea larga