17. Verdad

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Pov's Mean

Ya había pasado un rato desde que le había enviado el mensaje a Plan, pero el ni siquiera había visto el mensaje por lo que opté por llamarlo, pero a pesar de mis intentos el tampoco contestaba, por lo que me dispuse a ir a buscarlo.

El primer lugar al que fui a buscarlo fue su casa, pero a pesar de tocar el timbre múltiples veces nadie abría. Saque mi celular de uno de mis bolsillos intentando llamar, pero la batería se había agotado, así que creo que es el momento perfecto para preocuparme un poco; guarde mi celular y comencé a caminar a paso apresurado, muy atento a mi alrededor por si llegaba a verlo deambular por ahí.

Hasta cierto punto mis pasos se habían convertido en pequeños trotes, y mi preocupación se trasformo en angustia por no saber en donde se encontraba, y sin darme cuenta había llegado a la plaza que ambos solíamos frecuentar, pero tampoco estaba ahí, así que fui directamente a la estación de autobús. Detuve mis pasos cerca del cruce peatonal-avenida- y comencé a mirar a mi alrededor, esperando encontrarlo.

—¡Mean! — Se escucho un fuerte grito desde la acera contraria, por lo que di la vuelta rápidamente haciendo que mi corazón se calmara, y mi respiración volviera a ser regular. Ahí estaba el.

—¡Plan! ¡Espera ahí! — Grite lo mas fuerte que pude, esperando a que el semáforo se pusiera en rojo para poder cruzar

—¡No Mean! — Volvió a gritar, pero en cuanto el semáforo se puso en verde ignoré por completo su voz y me dispuse a cruzar la calle, pero una luz blanca y otro grito de Plan, hizo que detuviera mis pasos a media calle.

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Pov's Plan.

Una vez que encontré a Mean cerca de la parada de autobuses que estaba cerca de la plaza, lo único que vino a mi mente fue gritar su nombre con todas las fuerzas que tenía, logrando así que lograra verme. Debido a las luces de los carros no podía ver bien su rostro, pero, aun así, podía distinguir que se venia preocupado.

—¡Plan! ¡Espera ahí! — Grito, pero en realidad no quería que moviera ni un solo musculo, estaba asustado, era como una corazonada en mi pecho.

—¡No Mean! — Le grite esperando así que me escuchara y no se moviera, pero en cuanto el semáforo cambio a verde el comenzó a caminar hacia mí.

Fue entonces que mi miedo creció al ver como aquel auto se acercaba de manera rápida y descuidada hacia Mean, mientras este no dejaba de caminar hacia mi con una pequeña sonrisa en su rostro.

—¡Mean! ¡Cuidado! — Aquel grito había salido de mi garganta con un terror que jamás había sentido, y como si mi cuerpo se moviera por si solo corrí hacia Mean y lo sujete de la cintura dándole un fuerte empujón, haciendo que ambos cayéramos al suelo dejando todo en silencio.

—¡Oh por dios! Llamare una ambulancia— La voz alarmada de una mujer seguida de muchos murmuros hizo que abriera los ojos.

—¿Estas bien? ¡Mean!— Dije preocupado llevando ambas manos hacia su pecho—¡Responde!

—Tranquilo estoy bien— Dijo mientras se llevaba una mano a la frente en donde tenia una herida por la cual descendía un rastro de sangre— ¿Tu estas bien?

—Eso no importa. Tu estas herido y...— Realmente quería seguir hablando, pero sentía que las palabras se atoraban en mi garganta, causándome un pequeño dolor.

Mean poso sus manos sobre mis mejillas dando ligeras caricias con su pulgar, tratando de tranquilizarme un poco, pero en realidad solo estaba asustado, mi corazón latía con fuerza como si fuera a salirse de mi pecho y las lagrimas comenzaban a acumularse en mis ojos.

¡Hasta que los fantasmas nos separen!Where stories live. Discover now