¡Hasta que los fantasmas nos separen!

12. Dulce pasado

—¡Al fin llego la excursión! — Grito un chico castaño, elevando sus puños al aire y una emocionada sonrisa se posaba en su rostro—¿No estas emocionado? — Pregunto el muchacho tomando por el brazo a su acompañante, para así llamar su atención.

—¿Ah? —El muchacho miro a su amigo al sentir el agarre sobre su brazo—¡Oh si! Claro que lo estoy—Contesto restándole importancia a lo que su amigo le decía, devolviendo su mirada a la muchacha de cabellos obscuros, que se encontraba sin compañía.

Todos los alumnos de medio curso de secundaria asistirían a una pequeña excursión por motivo del fin de año, por lo que una multitud de alumnos se encontraban afuera de su escuela haciendo relajo a un lado del autobús que los llevaría a su viaje a la playa. Ya solo esperaban a que sus profesores llegaran para poder partir.

—¡Plan! ¡No me ignores! — Regaño el muchacho castaño inflando las mejillas en un puchero, el nombrado solo hizo una mueca de fastidio—No iras con ella ¿Verdad? — Pregunto el castaño al darse cuenta del motivo por el que lo estaban ignorando.

—Esta ahí sola— Dijo Plan en un pequeño susurro—Solo iré a saludarla y volveré ¿de acuerdo? —Dijo viendo a su amigo con algo de molestia, mientras el castaño solo asintió y dejo que fuera.

Plan soltó un pequeño suspiro y camino hacia la muchacha, quien estaba de brazos cruzados mientras miraba hacia el suelo y movía su pie de atrás hacia delante.

—Hola Lawan— Saludo amablemente una vez que estuvo frente a la chica, ocasionando que esta levantara el rostro para mirarle con sus achinados ojos obscuros y una tierna sonrisa en sus labios. Plan era su único amigo en aquella escuela, ya que todos los demás se alejaban y la menospreciaban solo porque, vivía con su abuela y se hablaba mal de su madre aun así el muchacho hacia lo posible por que ella no se sintiera tan sola.

—Hola Plan— Devolvió el saludo Lawan llevándose uno de sus largos mechones de cabello detrás de la oreja—¿Te sientas junto a mí? —Pregunto algo tímida, pero sin borrar la sonrisa de su rostro. Plan estuvo a punto de asentir, pero un cuarteto de chicos se acercó a ambos-su amigo entre ellos-, interrumpiendo lo poco que habían estado platicando.

—Vamos Plan, ya llegaron los profesores— Dijo su castaño amigo tomándolo por el hombro, y sonriendo al notar como la chica había bajado la mirada con su presencia—O quieres ir con la señorita horrorosa—Se burlo el muchacho.

—... No...— El pelinegro se llevo una mano a la nuca—¡Por supuesto que no! — Soltó como si fuera lo mas obvio del mundo, para después irse con dirección al autobús, siendo seguido por el cuarteto de chicos, quienes reían con burla.

A pesar de que ya había rechazado a Lawan en anteriores ocasiones para quedar bien con sus amigos, esta vez se había enojado consigo mismo por no tener el valor de defender a su amiga de las personas que la molestaban, incluyendo a los soquetes que tenía por amigos. Los cuales solo se excusaban en que, lo querían proteger de que también se burlaran por hacerse amigo de la muchacha.

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Ya habían pasado unas horas desde que partieron de la escuela, por lo que unos iban solo conversando con tranquilidad, mientras otros simplemente leían o miraban tranquilos por la ventana.

Plan era uno de los que iba en silencio viendo por la ventana, mientras el castaño que iba a su lado estaba profundamente dormido a su lado con la boca entreabierta y un par de gafas de sol sobre los ojos. El pelinegro viró los ojos y soltó un suspiro de aburrimiento, tanto había insistido en quedarse con el para que en unos minutos el chico se perdiera en su asiento.

—¡Ta-da! — Soltó Lawan emocionada asomándose por el respaldo de su asiento, haciendo que Plan soltara una pequeña risa—He aparecido por arte de magia—Bromeo la chica moviendo los dedos de sus manos frenéticamente.

—¿Has estado ahí todo este tiempo? — Lawan asintió en respuesta—Entonces por que no me hablaste hace media hora, ¡Muero de aburrimiento!

—¡Lo siento! — Se disculpo en una fingida culpa llevando ambas manos a la altura de su pecho—Ahora tengo que mostrarte algo.

Lawan hurgo en el bolsillo de su pequeño short sacando un collar plateado con una pequeña cruz. le mostro el collar a Plan mientras le sonreía y movía su cuerpo con emoción—Me lo regalo mi abuela, es muy lindo ¿No?

—Si, es lindo— Comento el muchacho devolviéndole la sonrisa—¿Puedo probármelo? —Pregunto tomando el collar entre sus manos

—Está bien— Acepto la chica observando como Plan se colocaba el collar alrededor de su cuello—Se ve muy bien en ti— Elogio la chica.

Plan estuvo a punto de contestarle, pero un fuerte golpe le había interrumpido, seguido de una sensación de levitación, para después no ver nada y sentir una sensación helada recorrer su cuerpo tras la falta de aire en sus pulmones.

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Plan se encontraba con la cara contra la mesa de su asiento, con la mirada perdida en la nada y sus ojos rojos y hinchados de tanto llorar en silencio, mientras el maestro impartía sus clase y los dos lugares a su lado se encontraban vacíos, uno de ellos estaba con una pequeña flor blanca sobre la mesa mientras el otro solo seguía pudriéndose ante la mirada del pelinegro.

El muchacho cerro sus ojos, sintiendo las lagrimas recorrer sus mejillas, sintiendo que tal vez había sido un error haber regresado a clases en aquella escuela.

Volvió a abrir sus ojos, pero lo que vio frente a él, le había echo helar la sangre y pegar un fuerte grito haciendo que los poco alumnos que había en clase le miraran junto con el profesor.

Su cabello obscuro ahora estaba húmedo y casi verdoso, su piel acaramelada ahora tenia un toque paliducho y helado, sus ojos que alguna vez le miraron con alegría ahora solo eran un par de cuencas vacías y sin color; y su dulce aroma a perfume ahora era un hediondo olor a agua estancada y putrefacción.

Esa ya no era Lawan.

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¡AAAAAAAAAHHH!

Habrá segunda temporada de Love By Chance con nuestros niños como protagonistas!!!

Sientan mi emoción!!