14. Un romance escalofriante.

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Pov's Plan.

¡Me beso!

¡Mean me estaba besado! ¡Por dios!

Necesito urgentemente que alguien venga y me pellizque para saber si esto no es un engaño más de mi mente solitaria, solicitándome algo de atención.

En cuanto nos separamos, su rostro estaba con un ligero sonrojo y su sonrisa era más resplandeciente que otras ocasiones, pero si dejar de lado aquel toque tímido que me hacía querer salir corriendo y enterrarme en el hoyo más profundo que pudiera encontrar.

—¡Y-yo tengo que irme ya! — Dije torpemente levantándome de la silla, pero antes de siquiera poder dar un paso, Mean me sujeto del suéter para impedir mi huida—Déjame ir por favor— Bien mi voz no podía escucharse más temblorosa y patética como ahora.

—Lo siento por eso— Su tono de voz había salido más serio y preocupado que de costumbre, cosa que me saco un escalofrió—Pero no huyas por favor—Mean dejo de hacer presión en su agarre, para posteriormente ponerse de pie frente a mí.

—¿Por qué lo hiciste? — Pregunte evitando su mirada-por 3era vez en la noche-y haciendo presión en el vaso entre mis manos.

—¡Oh por favor! ¿de verdad eres tan distraído? — El hombre frente a mí se pasó una mano por el cabello con frustración—O simplemente esta es tu manera de rechazarme.

Esperen un momento...

¿Rechazo? Será que...

—¿A qué te refieres? — Volví a preguntar y es que de verdad quiero asegurarme de que es lo que creo y no crear falsas esperanzas. Creo que no podría soportarlo.

—¡Me refiero a que ahora estamos saliendo! — Dijo alzando la voz para después tomar una de mis manos y arrastrarme con él fuera del pequeño jardín de la cafetería.

Sus pasos eran algo torpes comparados con la forma despreocupada con la que solía caminar, y a pesar de que yo era mucho más bajo de estatura que él, aun así, podía distinguir el rojo de sus orejas y cuello. Aunque claro seguramente ahora mi cara estaba igual o peor que la de Mean.

—¡Y eso! ¿cuándo lo decidiste? — Dije llamando su atención con el mismo tono avergonzado

—Me preocupas Plan—Dijo nuevamente, soltando mi mano y deteniendo su paso para mirarme—Y si esta es la única forma de que no te alejes la aceptare.

—¡Pero es peligroso!—Dije

—Eso ya no me importa. Puedo cuidar de mí mismo.

—Los fantasmas pueden comenzar a seguirte.

—Me acostumbrare a ellos.

—Pero si ella te...

—¡Suficiente! Ya tomé mi decisión y no la cambiare— Dijo con una sonrisa segura en su rostro, volviendo a tomar mi mano, pero esta vez con más suavidad.

Yo solo asentí con una sonrisa tratando de fingir lo más posible mi felicidad y mi capuchino que había caído al suelo en algún punto de nuestra caminata.

.

.

Una vez que aquella extraña escena llegó a su fin ambos paseamos un rato por la ciudad y después nos fuimos a mi casa, porque a pesar de que mañana era fin de semana Mean tenía que seguir en de la proyectos escolares y yo debía ir a la librería. En todo el camino Mean seguía con su interrogatorio y de vez en cuando preguntándome sobre mí.

Ojalá esto dure para siempre.

—Yo no dormiré ahí— Dijo Mean algo cohibido apuntando hacia la carpa en medio de la sala. Solté una pequeña risa ante su reacción haciendo que frunciera levemente en entrecejo— O lo más importante ¿Por qué duermes ahí?

¡Hasta que los fantasmas nos separen!Where stories live. Discover now