Parte 2

4.1K 541 353
                                    


Pasó un mes para que al fin una reunión con la ONU llegara.

Padre solo se dedicaba a hablarme de Мексика. Me contaba lo que aprendió de él, de cómo era maravilloso, de que su sonrisa era única, de como su cuerpo pequeño tenía tanto potencial. De cómo se moría por tenerlo entre sus brazos.

Padre me dijo que nunca había tocado a México, me dijo que no pudo. El pequeño mestizo se había ganado la confianza y el corazón de padre, no pudo seducirlo como a los demás, no pudo desnudarlo y dejar sus marcas en él.

Padre parecía añorarlo con cada recuerdo, desearlo con cada palabra, y amarlo con cada suspiro.

Eso me dejó confundido.

México, creo que hasta el día de hoy no me había parecido relevante, pero, ahora es diferente. Ahora sueño con sus colores, con esa fina curva en su cintura que desemboca en su cadera. Con esas dulces alas que saca de vez en cuando, con su risa que ilumina las habitaciones. Entendía la obsesión de padre hacia él, juro que lo comprendía, pero, lo que me tenía confundido, era este vuelco en el pecho que da mi corazón desde meses atrás...

Al llegar a la reunión, mi vista fue directo al asiento del latino, pero su asiento se encontraba vacío. Me había puesto un buen traje, arreglado los papeles de la propuesta en orden, y tal vez, había estado usando unas mancuernillas en mis mangas, discretas, pero, con los colores de dicho país para llamar un poco su atención.

Pasaron los minutos y ONU comenzó a preparar todo para comenzar, pero, su asiento seguía vacío. ¿No vendrá? ¿Por qué no viene? Un sinfín de preguntas llegaron a mí, hasta que decidí actuar.

– Canadá. – dije acercándome al amante del maple. – ¿Dónde está México? – pregunté, pero, me di cuenta que había cometido un error, por la mirada curiosa del norteamericano, sabía que había entrado en un problema.

– Hola Rusia, buen día, ¿México? Hmm... Lo vi cuando llegó, pero mi hermano le pidió hablar con él. ¿Por qué preguntas? – noté en su mirada, que iba a analizar todo lo que dijera, así que era mejor decir algo y decirlo rápido.

– Mi gobierno tiene una propuesta para el suyo. – suspiré. – pero, si no está aquí, no puedo darle la propuesta.

– Oh... ¿Estás seguro que quieres acercarte a México? No le gustará nada a mi hermano. – de nuevo, con su mirada me decía que me alejara, por supuesto, más si menciono al pequeño latino. – además, México ya tiene suficientes relaciones internacionales conmigo y mi hermano, ¿Crees que necesita más?

Una pizca de irá me invadió, y molesto, simplemente me aleje del doble cara de Canadá para salir un momento. Sabia lo que pasaba, no era ningún secreto, todos sabíamos que Canadá y EUA habían estado usando a México con falsas esperanzas, con promesas vacías, donde le prometían crecer juntos, pero, los únicos que crecían eran ellos dos. Lo peor del asunto, es que yo no podía juzgarlos, porque para ser sincero, yo había hecho lo mismo con muchas naciones. Alimentarnos de los más débiles es la forma más fácil de hacernos fuertes y de mantener a nuestra gente en paz, pero, al menos yo sentía a veces remordimiento. Canadá y USA solo seguían sus juegos sin parar.

Necesitaba aire fresco, un poco de aire ligero en lugar que ese pesado que quedó después de esa mini plática. Necesitaba respirar, porque una parte de mi se estaba deprimiendo de nuevo, una parte de mi se reprimía, y no tenia Vodka en esta ocasión para ahogarme en él e ignorar mis problemas.

Tosí un poco de sangre y miré mi celular, habían matado de nuevo a un activista de derechos LGBT. No sabia como lidiar con ello, padre dijo que unas cuantas gotas de sangre no dañan a una nación enorme como yo, pero, aun así, la molestia en mi garganta es enorme, y no puedo ignorarlo como él lo hizo durante años.

LAZOSOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz