18. Máscara.

347 59 13
                                    

Tanner regresó a la escuela cuando transcurrió el tiempo suficiente para que pudiera movilizarse cómodamente. Todavía debía ponerse una tobillera, pero no necesitaba otro tipo de ayuda. Sin embargo, Kira no quería dejarlo solo por ningún motivo, aquello me hacía pensar que las posibilidades de que mis dos mejores amigos salieran incrementaban más rápido de lo que esperaba. 

—¿Entonces van a asistir al partido? —cuestioné, dedicándole una mirada a Tanner. 

—Sí, la final será dentro de algunas horas. Nos iremos durante el receso —respondió a la vez que escribía. El chico se había retrasado un poco en las materias que se le dificultaban, no obstante, se estaba esforzando para regularizarse—. Suri, ¿entiendes este problema? Debo entregar esto y no entiendo. 

—Déjame ver —él se apartó, permitiéndome analizar lo escrito en su cuaderno—. Es una derivada, ¿recuerdas qué estamos calculando en este tipo de ejercicios? Se calcula el valor de un límite que mide la razón a la que cambia dicha función con respecto a su variable. Las derivadas se usan para el cálculo de velocidades, aceleraciones, optimizar funciones, entre otras cosas. 

—¿Eh? —exclamaron Kira y Tanner al unísono.

—¡Kira, lo estudiamos hace menos de una semana! Tanner no estaba, ¿qué excusa tienes tú para no dominar el concepto? —levanté una ceja, observándola fijamente. Ella silbó, simulando inocencia. 

—Los números me desorientan porque se arremolinan en mi cerebro. En cambio, las letras o imágenes son más digeribles para mí —La pelirroja hizo un puchero—. Tendrás que organizar una sesión de estudio antes de los exámenes, tus amigos están en problemas. 

—Estoy de acuerdo —asintió Tanner, se hallaba mordiendo el lápiz en un intento por concentrarse. 

—Bien, ¿conocen a alguien más que pueda ayudar? Será complicado si me encargo de los dos al mismo tiempo. 

—¿Quizás Daehyun? —sugirió Kira. 

—No, de hecho, Monnie suele enseñarle. 

—Uh, estoy seguro de haber escuchado a la maestra de matemáticas decir que Lance Wilde es uno de sus mejores alumnos —Tanner sonrió con la evidente intención de provocarme alguna reacción. 

—También el profesor de química —confirmó Kira, uniéndose al plan del rubio. 

—Es una lástima porque no he hablado con Lance así que no sé si está ocupado... —comencé a hablar tan rápido que recibí un gesto extrañado de ambos. Kira suspiró. 

—No te preocupes, encontraremos a otra persona —dijo, después me abrazó por detrás y recargó su cabeza en mi hombro—. Aunque no estaría mal que le pidieras a Lance que estudiara con nosotros, tendrías oportunidad de verlo, ¿no quieres eso? —susurró en mi oído. 

—Lo pensaré —respondí tratando de sonar convincente porque sabía con certeza que no lo haría. 

(...)

Caminaba hacia la cafetería con el fin de comprar mi almuerzo y reunirme con el club de literatura en el patio. 

—Suri, quiero hablar contigo —me detuvo una voz que me demoré en reconocer. 

—¿Grace? —No disimulé mi sorpresa en absoluto, mis ojos se agrandaron para asegurarse de que lo que contemplaban estaba ocurriendo de verdad. 

Percibí el aura amenazante que la rodeaba contrario a la sonrisa que extendía. Según Lance, su novia era amable y dulce, me intrigaba que no localizara rastro de ello. 

Esta secuela es un desastre [OCRA #2]Where stories live. Discover now