21. Bienvenidos a casa.

349 54 53
                                    

Observé a Lance caminar con los audífonos puestos. Me acerqué y le toqué el hombro para captar su atención. Le había pedido que se adelantara porque debía preguntarle a mis amigos sobre la hora en que terminaría el entrenamiento del equipo de voleibol, Tanner acababa de regresar al club después de haberse recuperado.

—¿Qué estás escuchando? —interrogué, bastante curiosa.

—Ah, es hip hop. Comenzó a agradarme debido a alguien que conocí —respondió mientras extendía uno de sus auriculares.

—Tiene buen ritmo —comenté, moviendo la cabeza de un lado a otro.

Roxanne, Roxanne, all she wanna do is party all night —canturreó—. Goddamn, Roxanne, never gonna love me but it's alright. She think I'm a asshole, she think I'm a player. She keep running back though, only 'cause I pay up.

—Roxanne es un poco mala, ¿no crees? —concluí, luego de que la canción terminara.

—Vaya, me dijo que me parecía a Roxanne.

—¿Quién? ¿Por qué?

—Tuve un novio hace un año, él escuchaba hip hop. Nunca le creí cuando decía que me amaba así que no fui capaz de enamorarme. Solo estábamos juntos porque nos atraíamos físicamente, supongo. Estoy seguro de que es mi culpa que todo se arruinara y termináramos causándonos mucho daño.

—Lance, ¿quieres hablar de ello? —le pregunté, esperando que mi preocupación no lo agobiara.

—Ya lo he hecho, es todo —sentenció, encogiéndose de hombros—. ¿Entramos a tu casa? —cuestionó tan pronto nos encontramos frente a la puerta. Suspiré a la vez que abría, permitiéndole ingresar. Tanto él como yo nos sorprendimos al contemplar un par de maletas en la sala, tardé un momento en salir corriendo hacia las escaleras. Lance no tuvo más opción que seguirme.

—¡Sophie está aquí! —exclamé al mismo instante que sonreía, ni siquiera me molesté en tocar antes de adentrarme en la habitación de mi hermana—. ¡Dios, lo siento! —cerré de un portazo, logré apreciar durante unos segundos aquella escena, siendo tiempo suficiente para provocar que mis mejillas ardieran. Sophie estaba besando a Dante, y él no tenía la camisa puesta.

—Su novio es guapo —murmuró Lance, quizás tratando de distraerme.

—Cállate —exigí, cubriéndome el rostro.

—Perdón —se disculpó, intentando disimular su cara ruborizada.

Escuchamos como la pareja discutía por medio de susurros, guardaron silencio abruptamente y Sophie apareció, extendiendo una sonrisa incómoda.

—¿Fingimos que no ocurrió? Dante está en crisis —informó, esquivando nuestra mirada.

—Me parece perfecto —acepté, Lance asintió con la cabeza. Acto seguido, Sophie nos dejó pasar. Dante se veía consternado, pero afortunadamente se hallaba completamente vestido.

—Hola, Suri, ¿cómo estás? —saludó, esforzándose por mantener la calma—. ¿Qué tal? ¿Eres amigo de Suri? —Dante se dirigió a Lance.

—Sí, me llamo Lance Wilde —se presentó y estrechó su mano.

—Soy Dante Moretti —dijo con una sonrisa, parecía haberse relajado.

—Y yo soy Sophie Adams, es un placer conocerte. Suri me habló mucho de ti —intervino mi hermana—. En serio, no estoy siendo amable —le di un codazo, ella se rio.

—Eh, ¿cómo les ha ido en la universidad? —inquirí, tratando de cambiar de tema. Lance sonreía de lado, divirtiéndose a costa de la indiscreción de Sophie.

Esta secuela es un desastre [OCRA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora