Annie y el Misterio del Príncipe

5. You're the best brother in the world

-Feliz cumpleaños a ti.. -cantó Annie en voz baja mientras se sentaba en la cama de Harry- feliz cumpleaños, Harry..

El azabache seguía dormido, o eso parecía, por lo que Annie siguió hablando.

-Ya tienes dieciséis -susurró sonriendo- me siento tan vieja.. todavía te recuerdo con once años.. con tu ropa enorme y tus lentes rotos.. ese hermoso niño con el que descubrí el andén 9 3/4, a mi primer y único mejor amigo, mi primer amor, mi primer novio, has sido muchas de mis primeras veces, Harry Potter.. -susurró alargando una mano y acariciando su cabello- te has convertido en una persona increíble, un novio, un amigo y un hermano mayor asombroso. Sé que tus padres te aman, te cuidan y están contigo. Yo estaré contigo hasta el final, si es que tú me lo permites. Te amo, y gracias por darme los mejores 5 años de amistad y casi 4 de noviazgo.

-Me vas a hacer llorar, Leire Black-Lupin -dijo el azabache con voz ronca y abriendo los ojos- yo también te amo, Annie.

Ella sonrió mientras él se sentaba.

-¿Sabías que estaba despierto? -preguntó Harry tomando sus lentes y dejando a Annie en su regazo.

-Si, tus ojos se movieron un poco bajo tus párpados -dijo divertida- además, se veía que querías sonreír.

Harry negó con una sonrisa.

-Gracias -murmuró abrazándola. Juntó su frente con la de ella, sonriendo.

-¿Quieres tu pastel? -preguntó acariciando su cabello.

-Quiero quedarme otro rato contigo -dijo haciendo un puchero.

-Issa vendrá en cualquier momento con tu desayuno de cumpleaños -dijo Annie.

-En Hogwarts no te podrás escapar -advirtió Harry divertido. Annie alzó una ceja, sonriendo juguetona. Se mordió el labio y acercándose al pelinegro, comenzó a regar besos por su cuello y mandíbula.

-A-annie -suspiró Harry. Sentía sus labios en su cuello, haciéndolo temblar. La chica empujó hacia el colchón a Harry, donde quedó recostado y ella sentada a horcajadas de él.

Harry comenzaba a sentirse relajado, y sabía que debía parar pronto.

-Amor -suspiró tomándola de las caderas- por más que ame que hagas eso, alguien podría entrar.

Annie suspiró y su aliento golpeó el cuello de Harry, erizándole la piel.

-Sí, lo sé. Lo siento -se separó y aún sentada sobre él, unió sus manos- tengo.. un regalo para ti.. no se me ocurrió nada más y..

-Lo que sea que me des lo amaré -aseguró el azabache.

Annie se inclinó a la mesa de noche y había una pequeña cajita de cartón envuelta.

-Felices dieciséis años.

Harry se sentó pero sin alejar a Annie, tomó la cajita y rasgó el papel. La castaña se mordía el labio, nerviosa. Ella nunca era buena para dar regalos. Harry siempre le daba obsequios maravillosos, y los suyos eran muy poca cosa.

El ojiverde abrió la cajita encontrándose con un simple anillo plateado sin nada en especial.

Harry tomó el anillo, (con las manos temblándole un poco) y leyó la inscripción que estaba grabada dentro.

25.03.1993

Una simple fecha, pero que significaba todo para él.

-¿Estás proponiéndome matrimonio, Annette Black?

-Tú me diste este anillo como una promesa -dijo Annie levantando su mano izquierda, donde el lindo anillo seguía- y quise también darte uno, como una promesa también. Yo.. no tienes que usarlo si no quieres..