Shirley (Edward Cullen x oc)

Emergencia

Billy Black se encontraba buscando una forma de llegar a la chica que había visto a Sam convertirse en un lobo. Pero no había podido encontrar quien era. Sam solo menciono que tenía la piel muy pálida como los Cullen, y el pelo era castaño. Billy llegó a pensar que se trataba de la hija de Charlie, pero la hija de Charlie no sería capaz de matar a una persona.

Sam le contó de como la chica aventó a un hombre mientras le daba una despedida. Ellos callaron lo que realmente pasó con el campista, pero algo le decía que si ellos hablaban la chica podía hablar y revelar lo que ellos han estado ocultando por mucho tiempo.

Billy se encontraba en la casa de Charlie disfrutando de un partido beisbol, Isabella la hija de Charlie estaba en la cocina. Billy rodó los ojos al ver como su hijo estaba como un tonto enamorado detrás de Isabella. Solo algo le llamó la atención.

— ¿no necesitas una pareja para el baile de primavera? Ya sabes, yo podría acompañarte.

—No, ese día iré a Seattle, quiero comprar algunas cosas... —dijo sonrojándose.

— ¿segura? ¿O iras con alguien más?

—No... —dijo con la voz consternada.

—parece que querías ir con alguien... ¿Quién es el que te rechazó?

—no me rechazó, el simplemente no me preguntó y a otra persona invitó —dijo con cierto celos.

— ¿lo conozco?

—no sé, pero su padre es muy conocido en todo Forks.

— ¿Quién?

—Carlisle Cullen.

— ¿el doctor? —Isabella asintió— ¿quieres con uno de sus hijos? Vaya, que mi papá no te oiga hablar de ellos. A él no le agradan los Cullen.

— ¿por?

—por viejas supersticiones de la tribu.

Billy sintió como la sangre se le congeló al escuchar como la hija de Charlie sentía atracción por un chupasangre. Pero algo le llamó la atención más que eso. Uno de ese chupasangre invitó a alguien del pueblo. El necesitaba saber de quien se trataba.

En la cena estaban los cuatro comiendo lo que había cocinado Isabella.

— ¿Isabella planeas ir al baile de tu escuela? —preguntó Billy tratando de sonar casual.

—no... y me gusta más Bella —contestó la niña con un sonrojo al ver que tenía muchos ojos puestos en ella.

—Mi hijo no le importaría acompañarte —Billy vio de reojo como Jacob asentía entusiasmado.

—lo siento, ya le pedí permiso a Char... a mi papá para que vaya a Seattle.

—oh ya veo. ¿Cómo te están tratando los habitantes de Forks?

—bien, son muy amables. Excepto unos...

Vio como Charlie soltó un suspiró y trató de hacerse el desentendido. Billy tenía un presentimiento de quienes eran.

— ¿Quién?

—Lowood. Ella me ha estado dando el hombro frió. —dijo casi inaudible.

— ¿Lowood? ¿Son nuevos? No había logrado escuchar de ellos.

Realmente se perdió de algo, él pensó que los pálidos eran los que trataban mal a Bella.

Vio como Charlie evitaba verlo y solo suspiró.

—te conté de ellos hace años cuando recién llegaron. ¿Te acuerdas de la chiquilla que trataba de llevarse los chocolates?

Billy hizo memoria y recordó de como una niña casi escuálida de piel blanquecina como si nunca tomara sol y de ojos fríos, se veía casi enfermiza. ¡Por supuesto! Aquella niña coincidía con la descripción que le dio Sam Uley.

—sí, claro. La niña de pésimo modales —respondió al ver como su hijo y Bella lo veía interesados.

—ella es Lowood, pero no es tan mala como todos dicen, simplemente nadie ha podido comprenderla. Es una buena hermana.

Billy tomó nota en lo que dijo Charlie era casi extraño que el defendiera a los chicos de Forks, excepto los Cullen. El aun recordaba como Charlie lo regañó cuando se enteró que nadie de la Push iba al hospital porque estaba un pálido.

—suenas como si la conocieras. —replicó Bella.

—he hablado con ella y he llegado a cenar con ella cuando la encuentro en la cafetería de Cora.

Billy notó como Bella ponía una cara de traición en su rostro. Como Charlie evitaba ver a su hija. Y como Jacob hacia memoria para saber quién era la chica de la que estaban hablando.

— ¿no vive ella fuera de Forks? —preguntó queriendo sacarle más información a su amigo.

—sí, es cerca del parque Bogachiel es pasando el puente a diez kilómetros hay intersección. ¿Por qué? —cuestionó Charlie.

—creo que hay una presa por ahí, quisiera ir a pescar. —mintió descaradamente, vio como Bella lo veía con un ojo crítico.

—oh. Si, ellos están cerca de esa presa. Tendremos que ir uno de estos días.

Al final de la cena Billy dejó la casa Swan para decirle a su vástago que condujera a toda prisa para ir hacia donde vive Sam Uley. Después de una breve reunión de la tribu se llegó a un acuerdo.

Al final solo fueron Harry Clearwater, y Sam Uley. Harry era quien iba conduciendo la camioneta mientras Sam iba rastreando si había un olor extraño en el camino. Llegaron al lugar algo se sintió pesado y un poco terrorífico.

—hay un olor a dulzón en ese árbol, es como si apenas se acabara de ir quien estuviera ahí.

Harry le dio una mirada y ambos asintieron.

— ¿hueles algo más?

Sam olisqueó una vez más para después gruñir.

—huele a sangre, vómito, carne quemada y a fluidos corporales.

Ambos hombres mayores se dieron otra mirada. Algo no estaba bien en esta casa.

— ¿de dónde viene ese olor? —preguntó Harry.

Sam oleó de nuevo y señaló una rampa que tenía una ventana del lado izquierdo de la casa.

—Ahí —señaló con su dedo.

Alguien abrió la puerta y habló en voz alta:

— ¿se les perdió algo señores?

Billy le dio una leve mirada a Harry mientras Sam empezaba a temblar.

—sí, veníamos a ver a la chica que vive aquí. El jefe Swan nos dio la dirección de este lugar.

Billy notó como el hombre fruncía el ceño y miraba de reojo a cada uno.

—bueno, mi hijastra se encuentra fuera de la casa por el momento. ¿Para que la querían?

Sam empezó a temblar más y Billy vio cómo iba a entrar en fase.

—mientes. —Gruñó Sam— apestas a ella, al igual que aquel lugar.

Las cosas sucedieron de la forma más extraña. Era como si de la nada el caos cayó en aquella casa. El señor Lowood sacó un arma y empezó a dispararles, los tres lograron protegerse, Lowood apuntó a Sam en el pecho mientras Sam se aventaba hacia el hombre. Ambos forcejearon pero al final Sam resultó ganador dejando al señor Lowood inconsciente.

—Billy marca al jefe Swan, creo que la hijastra está en problemas.

Billy no esperó más y marcó a la casa de Charlie, sabía que el aún estaba despierto viendo la repetición del partido.

—bueno...

—Charlie trae tu trasero a la casa de la chica Lowood. Parece que la niña necesita ayuda.

Billy notó como un volvo plateado llegaba y dos de los chupasangres estaban en ese auto.