Destinados.

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Shirley envió un mensaje de voz a la casa de Edward, le dijo que no viniera esa noche a verla. Que lo esperaba después del almuerzo para que pasara por ella y vayan a jugar Beisbol con su familia.

Era domingo, Shirley tuvo que reprimir su euforia, para lograr tranquilizarse. Hoy iba a ver como juegan Beisbol, los Cullen. Y sin contar que había extrañado a Edward y deseaba fervientemente besarlo. Sonrió y volvió a reprimir un grito de alegría.

—hola... —habló una voz angelical.

Shirley controló su exaltado corazón mientras veía a Edward entrar por la ventana.

— ¿Qué haces acá? —preguntó mientras trataba de taparse con una playera que tenia en la mano.

Edward se dio vuelta al ver como Shirley estaba en ropa interior. Shirley toda apresurada se puso los pantalones extra largos junto con la playera dos tallas más grandes que la suya.

—lo siento... no pensé que estabas en paños menores... —Edward se disculpó y sonaba sincero.

Shirley se sintió incomoda, ella odiaba su cuerpo marcado y maltratado. Aun evitaba exponer tanta piel, ya que su trauma era tan profundo y ni que se diga de la marca de hierro que le pusieron en su glúteo.

Lagrimas... llanto.

Llorar.

Ella quería llorar al ver que Edward la había visto su maltratado cuerpo. Su cuerpo era feo como la de un monstro. Necesitaba desesperadamente no pensar en su cuerpo, necesitaba no ponerse a llorar. Shirley no quería darle el gusto a Paul de darle más lágrimas que ya ha derramado.

—Puedes tocar la puerta o ventana la próxima vez... —musitó ella aun mirando la espalada de Edward.

—lo siento.

—te veo en la puerta, mmm Charlie está limpiando sus armas, pasa a saludarlo.

Shirley no esperó a que Edward se volteara, ella ya había dado tres pasos grandes hacia la puerta. Necesitaba respirar profundamente. Necesitaba ir al baño.

...

Shirley escuchó como Edward platicaba con Charlie, Shirley se apresuró a lavarse la cara y lavarse los dientes. Procuró que su ropa no oliera extraño, verificó por cuarta vez que sus ojos no estuvieran rojos. Había evitado verse en el espejo desde ese día. Ahora verse a los ojos le resultó extraño. Sus ojos grises se veían cálidos, pero melancólicos. Se talló los ojos para quitarse esa expresión. Salió del baño y fue hacia donde estaban Charlie y Edward.

—no vuelvas demasiado tarde pequeña. —dijo Charlie.

—no se preocupe Charlie, la traeré temprano. —Edward prometió como un político, Shirley quería corregirlo pero no se atrevió al ver como Charlie le dio la misma mirada que ella le dio hace un instante.

— ¿cuidaras de mi pequeña niña, verdad?

Shirley le dio una sonrisa cálida a Charlie, la calidez le calentó el corazón y todo su cuerpo.

—Le prometo que está a salvo conmigo —dijo con el mismo tono de voz que hace un momento.

Después de una salida un poco incomoda, Edward parecía tenso, y Shirley se sentía incomoda. Parecía que Edward era reacio a dejar de un lado aquella escena del cuerpo expuesto. Shirley empezaba a sentirse molesta.

—Lo siento —se disculpó Edward nuevamente.

— descuida... simplemente me tomaste desprevenido.

Shirley (Edward Cullen x oc)Where stories live. Discover now