𝐇𝐘𝐏𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|

05

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Los narnianos recibían encantados a los reyes y reinas de antaño, Caspian a pesar que caminaba junto a los cinco reyes al llegar al Campo de Beruna se detuvo por un momento cuando los centauros elevaron sus espadas en forma de bienvenida. El príncipe no se creía dignos de aquel amor o apoyo que todo ser parlante le otorgaba a los cuatro hermanos y a su amiga, pensaba que al creerse un rey como ellos sería un descaro por venir de su parte al fin y al cabo traía sangre de aquellos tiranos que por afán robaron tierras que no les pertenecía ni por muy cálidas que fueran hacia los visitantes.

— Que esperas? Ven — Dijo Kendra con un suave movimiento de cabeza para que los siguiera.

Los Pevensie y Kendra sintieron aquella bienvenida con felicidad, se podía sentir la alegría de esos centauros y lograron transmitirsela a todos los llegados.

En uno de los pasillos habían pinturas que contaban toda la historia de los reyes de antaño, como Lucy descubrió Narnia en como conocieron a Aslan, la batalla en Beruna y como Kendra lograba arrodillaba mientras el poder de los cielos bajaba sobre ella, toda la historia estaba allí hasta sus amigos y aquellos narnianos celebrando las dichosas victorias ganas.

— Me siento terrible por ellos...— Menciono Lucy al ver una pintura de su mejor y fiel amigo, el señor Tumnus.

— Concuerdo contigo pero las cosas suceden por algo Lucy — Dijo Kendra tomando la mano de la niña.

Caspian los guío hacia otro sector de aquel fuerte, allí lograron ver la mesa de piedra donde Aslan logro vencer las maldades de la Bruja Blanca. También vieron una figura de Aslan en una de las paredes, todos al mirarla sintieron nostalgia y aquellas sensaciones que sintieron cuando lo conocieron por primera vez.

— Él sabe lo que hace — Dijo Lucy aún con aquella fe desde un principio.

— No Lucy, ya hemos esperado demasiado es momento que nosotros continuemos — Dijo Peter con cierta seriedad pero tristeza al mismo tiempo —. Hay que reunir a todos.

Caspian fue por los narnianos mientras que Peter idealizaba un plan para acabar con los telmarinos.

La mayoría de criaturas estaba allí oyendo la posición de Peter, quería atacar el castillo a media noche donde Miraz y su gente dormían.

— Ese castillo nunca fue atacado — Dijo Caspian interviniendo.

— Pero siempre hay una primera vez. Y aquí no estamos seguros, vendrán y nos atacarán a nosotros por esa razón debemos ser los primeros en atacar — Respondió Peter.

Allí es cuando algunos narnianos hicieron oír su voz, algunos estaban con Peter y otros dudaban pero si debían hacerlo lo harían por su nación y sus reyes.

— Creo que deberíamos oír a Caspian, el conoce a Miraz. Lo digo por la seguridad de todos — Dijo Susan causando que su hermano mayor la fulminara con la mirada.

Las mejillas de la chica se sonrojaron cuando Caspian le dió una leve mirada. Kendra los veía fijamente por un momento supo aquellas insinuaciones que tuvo Susan, le gustaba Caspian y de eso no había duda pero el problema es que Kendra también le parecía un chico agradable.

— Esto no es seguro, lo siento pero esto es una tumba y no estaremos de brazos cruzados para que los telmarinos vengan por todos — Dijo Peter —. Saldremos está noche hacia el castillo.

Peter abandonando aquella reunión fue a comunicarles a los demás sobre su decisión, Caspian le dió una mirada a Kendra quien fue tras el mayor de los Pevensie.

[...]

Caspian logro encontrar a Kendra colocando su armadura y guardando sus espadas, fue ayudarla causando sorpresa en la chica quien se mantuvo en silencio.

— Aún creo que es una mala idea — Dijo Caspian.

— También lo creo, pero no estoy de acuerdo contigo tampoco — Volteo Kendra para mirar fijamente a Caspian.

— Por que no?

— Nosotros ayudamos a derribar a Jadis pero quién realmente lo hizo fue Aslan, se que no se ha presentado ni sé cuándo lo hará pero creo que debemos esperarlo suena loco y se que Peter no estará de acuerdo conmigo pero es lo que siento — Respondió Kendra.

De pronto el sonido de unas trompetas se oyeron, esa fue la clara señal que el plan se pondría en marcha. Kendra al ver que Caspian había terminado estuvo apunto de irse pero él la tomo del brazo.

— Ten cuidado — Dijo el joven príncipe.

— Tu también — Respondió la reina con una leve sonrisa.

Ambos salieron del fuerte para unirse con los demás narnianos que irían al castillo, Lucy abrazo a sus hermanos y luego a Kendra ya que debía quedarse por su seguridad.
Peter recordó nuevamente el plan a cada uno y lo que debían hacer, y por cuánto tiempo.

Un par de hipogrifos llevaron a los reyes y al príncipe hasta el castillo, el primero en entrar sería Edmund quien acabaría con la seguridad de allí para dar la señal. Todos estaban atentos y en silencio, Ed lo hizo rápido llamando así a los demás. Los dos hermanos, Kendra y Caspian ingresaron al castillo con la ayuda de Reepicheep quien abrió las puertas para ellos y los de otros narnianos. 

Miraz poseía una gran cantidad de personas que cuidaban de su seguridad por esa razón los narnianos debieron entrar antes de lo pensado.

— Caspian...— Dijo Kendra al ver que Caspian se dirigía hacia otro pasillo.

Fue tras él para ayudarlo, logro detener a un guardia que lo atacaría por la espalda. Así llamo la atención del príncipe.

— Que haces aquí? — Pregunto Caspian.

— Lo mismo me pregunto, esto no fue parte del plan a dónde vas? — Kendra observaba a su alrededor corroborando que nadie estuviese allí.

— Mi profesor, debo ayudarlo — Respondió Caspian.

Kendra soltó un leve suspiró y asintió para acompañarlo por su seguridad. Caspian sabía dónde podría estar y también que lo estarían vigilando, no se equivoco y por esa razón tomo de ls cintura a Kendra cuando la chica estuvo apunto de ir sin siquiera ver al guardia.

— Hay dos guardias — Dijo Caspian.

Kendra asomó un poco su cabeza y él tenía razón, por esa razón volvió a su posición pero esta vez quedando muy cerca de Caspian hasta podía sentir el aliento del joven príncipe chocar con la punta de su nariz. Evitaba levantar su vista por que sentía vergüenza pero lograba sentir la penetrante mirada del chico sobre ella y como aún la sostenía firmemente de la cintura.