𝐇𝐘𝐏𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|

07

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Ambos decidieron salir de allí para despejarse y lograr tranquilizar el ambiente que se había generado. Caspian no decía ni una palabra, se encontraba más que avergonzado y Kendra lo entendía por esa razón permaneció callada esperando a que él soltará la primera palabra para preguntarle que había ocurrido.
Aún que el silencio los invadía era un momento tranquilo y agradable para los dos jóvenes quienes tomaron asiento en el suave césped viendo como el atardecer se asomaba.

— Lo siento — Fue lo primero y que sintió Caspian.

— Por qué? — Pregunto Kendra confusa.

— Todo, que mi pueblo haya robado tus tierras por lo de hace unas horas con los narnianos y ahora con la bruja...

— Caspian no hay necesidad de disculparse, no hiciste nada malo. Tendrás sangre de telmarinos pero no te convierte en ellos, eres bueno y lo sé por eso no me arrepiento de apoyarte — Sonrió Kendra causando que Caspian la mirase a los ojos con cierto brillo.

Ambos sonrieron pero al oír la voz del profesor Cornelius no lograron continuar con aquella conversación, Caspian se iría con él pero la muchacha lo tomo del brazo y deposito un beso en su mejilla antes que se fuera. El joven príncipe quedó sorprendido sus mejillas no tardaron en tornarse rojas y su cuerpo sintió un agradable cosquilleo, al verla ella solo sonrió y lo dejo ir.
Él mientras se dirigía dónde su profesor comenzaba asumir lo ocurrido causando alegría en su corazón.

Kendra miraba hacia el bosque que se encontraba tranquilo pero a los pocos segundos cuando su total concentración estaba allí logro ver como si Aslan estuviese allí causando que la chica se levantará y fuese hacia él. Lo veía alejarse y por esa razón comenzó avanzar con rapidez para intentar detenerlo pero fue en vano ya que no había nadie allí, se quedó confusa y observando hacia esa dirección esperando a que Aslan apareciera pero no por esa razón decidió volver, pero alguien se lo impidió golpeando su cabeza y dejándola inconsciente.

Nadie se había percatado de aquel secuestro hasta que Lucy comenzó a buscarla pero no hallaba rastros de su amiga, la buscaron por los bosques pero no hubo nada hasta que un lobo logro rastrear su olor y todo lo guiaba hacia el castillo de Miraz.

— Era de esperarse, nosotros atacamos su castillo él no iba a quedarse de brazos cruzados — Dijo Caspian preocupado evitando ir el mismo por Kendra.

— Les dije que fue una mala idea, debíamos esperarlo a él — Dijo Lucy sollozando mientras abrazaba a su hermano Edmund.

— Lo sentimos Lu pero ahora vamos por nuestra cuenta, si estuviese aquí él lo hubiese querido al fin y al cabo es el rey del bosque — Respondió Peter —. Miraz nos estará esperando, de eso no hay duda por eso debemos crear algo para que venga a nosotros y así enviar a un grupo para que busque a Kendra. Esta vez nos uniremos y haremos las cosas bien — Dijo al mirar a Caspian.

— Tenemos una ventaja, sabemos que Miraz tiene muchos guardias cuidando cada sector y yo conozco el castillo. Un grupo de narnianos puede ir bajo tierra mientras que mantenemos ocupados a los demás allá arriba — Dijo Caspian comenzando con el plan.

Todos se encontraban inquietos preocupados por la reina deseando que estuviese bien y que pronto estaría con ellos.

[...]

Kendra despertó aturdida con sus brazos amarrados al igual que piernas. Veía a su alrededor y se encontraba en una habitación, intentaba moverse pero lo único que provocó fue que una campanilla que se encontraba en una de las cuerdas comenzará a sonar llamando llamando así a los guardias que inmediato avisaron a su rey.

— Vaya vaya vaya, pero a quien tenemos aquí. Quien eres? — Pregunto Miraz mirando con curiosidad a la muchacha.

— Soy la reina Kendra hija de los cielos — Menciono la muchacha —. Ordenó que me sueltes bastardo.

— Uh pero miren la reina tiene temperamento — Dijo Miraz con burla —. Con todo respeto mi reina pero eso ya no tiene importancia como usted cree, verás ya he asumido como rey y mi primer decreto es acabar con todo ser que mencioné Narnia, y disfrutaré hacerlo.

Kendra sintió rabia ante oír eso no lo permitiría, no le interesaba si perdía su vida haciéndolo lo haría cueste lo que cueste. Ante la burla de Miraz la muchacha lo miró con molestia y escupió su cara.

— No sabes con quién te has metido usurpador, tú y los tuyos huirán de aquí antes de lo que cante un gallo — Dijo con firmeza y una sonrisa retadora.

Miraz no respondió solo la miró por unos segundos para luego salir de allí, o eso fue lo que demostró pero se atrevió a volver para dejar una fuerte bofetada en la mejilla de Kendra.

— No tengo miedo reinita...— Dijo Miraz tomando con brusquedad el rostro de Kendra.

— Deberías sucio telmarino — Respondió Kendra.

Su mejilla dolía pero no demostraría cobardía en ningún momento, demostraría de lo que era capaz de hacer si se metían con ella o con los suyos.
Cuando quedó sola comenzó a sollozar pero también a intentar deshacerse de aquellas cuerdas que la atrapaban, veía hacia todos lados en busca de alguna ayuda pero parecía que estaba sola en eso.

— Sería de maravilla que hicieran algo — Dijo Kendra al ver por la ventana las estrellas y los cielos.