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Al parecer había sido fácil lograr dormir pero también lo fue al despertar en medio de la noche, Kendra sentía una extraña sensación en su cuerpo que no la dejaba tranquila. Edmund parecía no querer pegar un ojo por qué su mente estaba imaginando cosas que no eran nada buenas, Caspian se había sumergido a un profundo sueño que lo llevaba con su padre y niñez. La otra reina, Lucy también había tenido pesadillas y decidió ir con su hermano o con su amiga quien estuviese despierto, se encontró con Edmund quien parecía haber visto a su peor pesadilla en persona por la manera que actuó pero se calmó al sentir a su hermana cerca de él.

— No logro dormir — Dijo Lucy.

— Por lo que veo ninguno lo hacemos — Dijo Kendra con preocupación luego llevando su atención a Caspian quien intentaba despertar mientras nombraba a su padre.

Los cuatro reyes sabían de que se traba y no estaban nada felices por ello, la tentación intentaba jugar con ellos para probarlo y ver hasta donde lograrían llegar. No quedaba mucho tiempo para que amaneciera por esa razón decidieron intentar descansar otro poco al menos hasta que el sol empiece asomarse, Caspian fue con Kendra para dormir con ella necesitaba tranquilidad en su corazón y que mejor que su amada, a pesar que estaban en las mismas condiciones lograron entregarse aquella paz que necesitaban y fue acompañado por pequeñas risilla mientras intentaban entrar ambos en aquella amaca.

— Si caemos será tu culpa — Dijo Kendra acomodándose en los brazos de su amado.

Caspian solo sonrió para luego besar la frente de su mujer sintiendo que al fin podría descansar sin ningún temor que los atormentara, al menos por ese momento.









[...]










Hallar nuevas tierras generaba algo de esperanza en todos, podrían encontrar provisiones y quién dice encontrar a los señores de telmar que aún faltaban o al menos algún indicio de lo que ocurrió con ellos en aquella travesía por las islas solitarias.
Cómo costumbre los cuatro reyes, Eustace y varios tripulantes se dirigieron hacia la orilla de esas nuevas tierras para investigar un poco el lugar.

— Reepicheep y los demás irán en busca de provisiones, nosotros iremos en busca de las espadas y señores de telmar — Ordeno Caspian mientras remaba para llegar a la orilla.

Al parecer nadie habitaba esas tierras que parecían secas y sin un alma por esos lados pero no debían confiarse cada isla que pisaron lograron llevarse sorpresas por esa razón cuidarían de todos mientras estaban allí.
Esta vez solo los cuatro reyes fueron a investigar, Eustace debió quedarse con el roedor y los demás hombres para encontrar provisiones generando disgusto ya que detestaba al ratón parlante como solía llamarlo. Las dos chicas conversaban hasta que lograron ver una cueva que al parecer alguien había bajado por allí ya que se encontraba una cuerda amarrada sobre una roca fuerte, a los cuatro les generó curiosidad por esa razón decidieron bajar para inspeccionar aún más. Pero se llevaron la sorpresa de encontrar a un hombre sumergido en aquel manantial que lo convirtió en una estatua de oro, era uno de los siete Caspian no sabía porque estaba allí teniendo tan crudo final.

— Su espada — Dijo Kendra.

Edmund con la espada de uno de los siete y con ayuda de Kendra logro sacar la otra espada que no se convirtió en oro por ser mágica.

— Por que habrá caído? — Pregunto la castaña.

— Al parecer se ha dado cuenta de algo — Respondió su mejor amigo.

Ninguno de los tres comprendió a Edmund pero el muchacho quiso comprobar lo que estaba pensando y al parecer todo era cierto, cualquier cosa que tocará el agua se convertía en oro. El castaño al ver aquel caracol en oro expreso satisfacción y cierta ambición dejando aún más confusa a su hermana.

— Porque pones esa cara? — Pregunto Lucy.

— Acaso no lo entiendes, Lucy quien toque este manantial tiene un gran poder seremos ricos y ya no habrá nadie que nos diga que hacer o con quién vivir...— Kendra lo interrumpió.

— Ed las cosas no funcionan así.

— Podemos ser libres Kendra, no tendrás que casarte con aquel hombre porque serás rica — Dijo Edmund con una mirada que logro incomodar a Kendra pero también sorprenderla al oír las palabras de su amigo.

Al parecer no fueron del agrado de Caspian al oír que su amada iba a casarse con otro hombre y que Edmund quería sacar cosas de Narnia para su mundo y su conveniencia.

— Las cosas de Narnia no pueden salir de aquí — Menciono Caspian con seriedad.

— Quien lo dice?

— Yo lo digo — Afirmó el nuevo rey.

Por más simples que fueron esas palabras generaron enojo por parte de Edmund quien confronto a Caspian y al parecer el otro hombre no quiso mantenerse de brazos cruzados o quedarse callado.

— Estabas esperando este momento para retarme no es así? Dudas de mi liderazgo — Menciono Caspian —. Y que no pueda ser un buen hombre para Kendra.

— Dudas de tí mismo y al parecer también en tu relación — Contraatacó Edmund.

El castaño echo en cara que siempre fue el segundo, primero fue Peter y ahora era Caspian dejándolo en un lugar que según él no debía ser y debía tener su propio reino dónde fuese el primero y único. Aún que sus espadas tuvieron un pequeño duelo las dos chicas lograron acabar con eso, Lucy supo lo que ocurría y quería marcharse de allí lo antes posible antes que la maldad los siguiera consumiendo.

Ninguno de los cuatro menciono alguna palabra hasta que llegaron con los demás, no habían conseguido muchas provisiones por el momento pero ya era hora de regresar al barco. Lucy pudo notar la ausencia de su primo, ella y Kendra comenzaron a llamarlo pero no obtuvieron respuestas eso generó preocupación por esa razón Edmund fue en busca de Eustace junto con Caspian quien se ofreció a ir con él, tenía las intenciones de remediar las cosas con su amigo al fin y al cabo era como su familia.

— Vamos Lucy, debemos regresar al Alba — Dijo Kendra.

Intentaba darle ánimo a su amiga para que no se preocupara, sabía que encontrarían a Eustace tarde o temprano ya que no tenía como marcharse de allí. Para distraer a la menor de los Pevensie la llevo con Gael dónde conversaron las tres hasta que oyeron un sonido muy peculiar que dejó a todos en silencio, algunos pensaron que era el volcán pero el capitán les hizo saber que no cuando ordeno que tomarán sus armas. Un dragón se aproximaba a ellos, Kendra protegió a las dos chicas ahuyentando a la criatura con su espada de cristal dispuesta a clavarla en cualquier lugar de su cuerpo que estuviese cerca de ellas.

— Están bien? — Pregunto la castaña cuando el dragón se fue.

Pero su tranquilidad se fue cuando vieron que la criatura había capturado a Edmund, todos estaban preocupados por esa razón Kendra ordeno a Drinian que las llevará otra vez a la isla para ir en busca de su amigo y de Caspian. Rogaba por la vida de ambos, pero su corazón volvió a relajarse cuando vio que los dos chicos estaban junto al dragón y parecían calmados más bien intrigados.

— No le hagan daño es Eustace — Dijo Edmund antes que un Minotauro fuera atacar al dragón.

Eustace llevaba un brazalete que estaba encantado, era un tesoro de un dragón y eso significaba que llevaba consigo alguna magia o algo parecido. Nadie sabía cómo transformarían a Eustace en un niño otra vez, el capitán Drinian les menciono que debían regresar pero que el dragón no podía ir con ellos podría destruir el barco por esa razón los reyes decidieron permanecer esa noche en la isla para mañana pensar que hacer con el rubio y su nueva forma.

𝐇𝐘𝐏𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora