16

12.6K 1.1K 255
                                    

━━━━━━༻✧༺━━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━━━༻✧༺━━━━━━
























Al seguir aquellas huellas tuvo la consecuencia que fueron atacados por criaturas invisibles, estaban atrapados teniendo miedo de lo que podía ocurrir. Kendra fue empujada junto con Edmund alejandola de su espada, Caspian se atrevió a preguntar que criaturas eran y estás parecían querer narrar algo escalofriante para generar más miedo en los visitantes pero poco a poco su invisibilidad se fue desvaneciendo dejando ver su verdadera identidad.

— Acaso nos plastaran con sus panzas? — Se burlo Edmund.

— Panzas? — Pregunto uno de ellos.

— Nos darán un pisotón? — Caspian rio llevándose un leve golpe de Kendra quien evitaba reír.

Dufflepuds eran los nombres de aquellas criaturas pequeñas con un solo pie gigante que en daban ternura en vez de miedo, Edmund obligó a uno de ellos a decir dónde se encontraba su hermana y la criatura respondió que estaba en la mansión. Al principio no creyeron en lo que decía pero la gran casa comenzó hacerse visible, Kendra iba avanzar pero se detuvo al oír la voz de Eustace quien parecía molesto por haberlo dejado solo.

— Es el cerdito — Dijo una de las criaturas.

En ese momento Lucy se apareció junto con un hombre quien al ver a los otros reyes se inclino en forma de bienvenida, era el dueño de la isla y los invito a pasar a la mansión. Los cuatro reyes junto con Eustace y el capitán Drinian ingresaron al hogar de aquel hombre quien les menciono sobre lo que oculta la bruma.
Caspian posó su mano en la cintura de su amada atrayendola a él para caminar juntos haciendo que Kendra lo viese con cierta diversión.

— Mi rey no puede estar ni un segundo sin mí? — Pregunto Kendra.

— No, moriría si estoy lejos de tí — Respondió Caspian a lo que ambos sonrieron.

Entraron a una hermosa biblioteca, la chica quedó fascinada a la magia que poseía aquel lugar. Coriakin tomo uno de los mapas de Narnia y dejo que se abriese por completo para guiar a los reyes en su búsqueda con los nobles pero al parecer no sería nada fácil, habían vivido un mal gusto pero solo fue pequeño a lo que venía el hombre les advirtió que no cayeran ante la tentación porque habrían procesos que los probaría, el enemigo atacaría con lo más profundo de sus corazones ya que tenía la ventaja de saber cuál era el punto débil de cada uno y no tenía problema en jugar con sus mentes y emociones para ganar aquella batalla, para acabar con eso debían ser fuertes sin perder la fe y encontrar esas seis espadas que aún faltaban para colocarlas nuevamente en la mesa de Aslan así romperían cualquier encantamiento que hubiese.

— Sean fuerte, el mal es quien posee la ventaja en estos momentos mientras el encantamiento siga de pie — Dijo Coriakin a los cuatro reyes.

Le agradecieron por la hospitalidad y regresaron al Alba para seguir con su travesía por el océano.












[...]











Una fuerte tormenta los mantenía encerrados, el agua se movía bruscamente generando dificultades para navegar en ese momento. Kendra había dejado a las dos jovencitas en el camarote dónde se ofreció a dejarle su lugar a la pequeña Gael, ella dormiría con los demás. Fue con Caspian y Edmund quienes hablaban con Drinian sobre su ubicación, al parecer no tenían suficientes provisiones para seguir avanzando y eso sería un gran problema para todos en medio del mar por eso sugirió regresar antes que sus hombres y ellos mismos perdiesen más la cabeza de lo que ya la habían perdido ya que todos estaban alterados no solo por el diluvio sino que aquella maldad estaba ingresando en ellos jugando en su contra aprovechando tal debilidad que poseían en ese entonces.

— Y que pasará con los señores de telmar? Siguen perdidos y como reyes de esta nación es nuestro deber buscarlos — Dijo Kendra algo preocupada.

Caspian dejo una mano en su pierna para calmarla, la comprendía él también sentía lo mismo y no estaría tranquilo cuando al menos sepa lo que ocurrió con los fieles amigos de su padre.

— Lo sé majestad pero ni usted ni yo podremos tolerar lo que se aproxima si estamos débiles — Dijo el capitán a lo que Caspian soltó un suspiro tomando una decisión.

— Seguiremos, no solo buscamos a los nobles la familia de nuestro marinero sigue desaparecida y hemos prometido encontrarla en este viaje — Respondió Caspian decidido.

Drinian no tuvo más remedio que obedecer a las órdenes de su señor, tomo su abrigo para ayudar a sus hombres.

— Les advierto solo una cosa, el océano puede jugar con sus mentes de manera que jamás lo imaginaron — Dijo antes de marcharse.

Los tres se vieron entre sí y permanecieron hablando por un rato, Edmund decidió irse a descansar mientras que los otros dos permanecieron un poco más viendo el mapa de las aguas y lo que debían recorrer. Les tranquilizaba la idea que se tenían el uno al otro y que ambos se daban ánimos para avanzar, ellos podrían estando juntos con cualquier dificultad que se atravesara en el camino.

Kendra agradeció a uno de los Sátiro por haberle armado una amaca cerca de los otros reyes para que estuviese más cómoda y pueda dormir sin preocupación. La muchacha comenzó a quitarse su cinturón dónde estaba su espada dejándola a un lado para después quitar sus zapatos, Caspian hacia lo mismo en su amaca pero antes de recostarse fue a despedirse de su amada con un dulce beso. La castaña fue detrás de su amaca y corroborando que nadie estuviese despierto o viendo hacia donde estaba quitó su camisa para colocarse una más larga que cubriera casi todo su cuerpo y así poder quitarse también el pantalón pero lo que no se dio cuenta es que Caspian veía cada movimiento encantado y más que enamorado al ver la suave piel de su chica.

— Dime que no estabas viendo — Dijo Kendra al notar su mirada en ella cuando se recostó.

— Te he dicho que eres muy hermosa? — Las mejillas de ella se pusieron rojas como tomate al saber que estuvo semidesnuda frente a Caspian.

Kendra sonrió para luego cubrirse con una manta y cerrar sus ojos para lograr dormir y olvidarse un poco de aquella tormenta que parecía no querer detenerse.

𝐇𝐘𝐏𝐍𝐎𝐓𝐈𝐂 |𝐏𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐂𝐚𝐬𝐩𝐢𝐚𝐧|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora