I hate you...

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Ha pasado un mes desde que Chaeyoung y Mina se besaron. Un mes en donde el gay panic atacó a Mina y echó a la pequeña de su casa. Un mes en donde la japonesa ha evitado a la rubia y se puso de novia con Lisa, ¿por que? bueno, Mina es sigue con la idea de que debe hacer todo lo posible para que Chaeyoung la odie, pero pasa todo lo contrario.

Los celos carcomen el pequeño cuerpo de Chaeyoung y ha intensificado sus ganas de decirle piropos obsenos.

– Lo siento mucho... – dijo la Tailandesa al chocar con un cuerpo.

– No te preo... ¡Oh! tú eres la novia de Myoui – dijo Chaeyoung con una sonrisa ladina mirando a la chica de flequillo.

– Ah, tú eres Casso – suspiró la tailandesa frustrada.

– Yo soy Dahyun, un gusto – dijo la peliceleste riendo.

– Bueno, ahora que estamos aquí, debería darte algunos datos sobre Mina – dijo con un tono malévolo.

– Lisa-ah, tenemos que irnos – dijo apareciendo la nombrada – Son, Kim – saludo al par de amigas.

– Miren que pequeño es el mundo – rió Chaeyoung – justo estaba hablando de ti con tu linda novia –.

La japonesa carraspeó la lengua y giró los ojos.

– ¿Aún sigues oliendo a axila, Minari? – preguntó la pequeña y Mina enrojeció.

– ¿Olor a axila? Mina huele muy bien – susurró la tailandesa extrañada.

– Wow, ahora se baña – siguió la rubia y Dahyun aguantó la risa – yo que tú comienzo a atarme el cabello, una vez le di piojos a Mina – siguió echándole leña al fuego y la japonesa no sabía donde meterse.

– Oh, también tiene una obsesión por coleccionar sus uñas cuando se las corta – intervino Dahyun siguiéndole el juego a su amiga.

– ¿De qué hablan? – preguntó Tzuyu llegando.

– Ahora Mina se baña, ¿puedes creerlo? – preguntó Chaeyoung con una risa mirando a la nombrada que le regaló su mejor mirada de odio.

– Lisa, vámonos – susurró tratando de llevarse a su novia.

– Ahh, eso es algo nuevo – habló la taiwanesa – una vez pensé que usaba una tobillera y no, era mugre – siguió con el juego poniendo una mueca de asco.

– ¿Qué? – preguntó Lisa alejándose de su novia.

– ¡Eso no es cierto! – exclamó una molesta castaña.

– Y su aliento a veces apestaba, incluso llegué a creer qu expulsaba un vapor verde – dijo Chaeyoung satisfecha al ver la cara de Lisa.

– Ehm, bueno... yo... creo que me voy, te llamaré Mina –
habló la de la flequillo alejándose rápidamente.

Mina miró al trío de amigas reírse en alto.

– Eso estuvo muy bueno – comentó la más alta chocando los cinco con sus amigas.

– Son unas personas desagradables – se quejó Mina suspirando.

– Vamos, te hicimos un favor – habló Chaeyoung esta vez – de todas maneras, Manoban no para ti –.

La japonesa se acercó intimidante a la pequeña hasta que sus frentes chocaron, se podía sentir la tensión entre ellas.

– ¿Realmente haces eso por tus malditos celos? – habló la castaña y la sonrisa de la pequeña desapareció – ¿cuántas veces debo decirte que jamás me fijaré en ti?

– Eso no decías cuando me estabas besando en tu casa – respondió y un "ohh" se escuchó de los estudiantes que comenzaban a acercarse a ver la escena que ambas chicas estaban montando.

– Eso fue un error, ya te lo dije – se defendió – estaba borracha – mintió.

– Bueno, dicen que los borrachos hacen y dicen cosas que realmente sienten y no se atreven cuando están sobrios – alzó una ceja la rubia y juró haber visto chispas salir de los ojos de Mina.

– ¿No te cansarás? – preguntó fastidiada.

– Jamás, además... sé que de alguna forma muevo algo ahí adentro – tocó el pecho de la mayor con su dedo anular.

– Te gustaría, pero te diré una cosita – dijo entre dientes – lo único que haces es provocarme odio – escupió y el corazón de la coreana se rompió – te odio, Son Chaeyoung y quiero te alejes de mí, deja de ser tan patética porque jamás me tuviste ni me tendrás, ¿entendiste? –.

La rubia bajó la cabeza asintiendo bajo la mirada sorprendida de los estudiantes y la preocupada de sus amigas.

Mina sonrió satisfecha y se dispuso a irse pero una mano en su muñeca la interrumpió.

Un imposible me mata, por un imposible muero, un imposible es querer al imposible que quiero – habló levantando la vista hacia la japonesa que vió los ojos grises de su contraria cristalizados – eres un imposible que me hace daño, pero para mí los imposibles son posibles y no me rendiré hasta tenerte, aunque me odies y me alejes de ti, yo siempre estaré para seguir tus pasos y cuidarte – dijo con la voz rota dejando caer una lágrima.

Dahyun tomó la mano de su amiga y la jaló para alejarse junto a Tzuyu dejando a una japonesa estupefacta en medio del pasillo entre los estudiantes que la miraban atónitos y con la quijada en el suelo.

– ¿¡Qué miran, idiotas!? Sáquese – exclamó la castaña y todos rápidamente hicieron caso.

El corazón de la japonesa latía con fuerza y dolía, dolía como la mierda.

«¿Qué me estás haciendo, Son?» pensó suspirando.

Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|Where stories live. Discover now