Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|

I Want To Believe In Love But I Don't Like You

MINA POV:

Sentada en las gradas me encontraba esperando al estúpido de Bambam.

Duraste mucho tiempo de meditación me di cuenta de lo idiota que fui, no siento absolutamente nada por este tipo que más encima me es infiel con Jackson.

Aparte de idiota, es gay.

Tengo que terminar con esto cuanto antes para ir a lanzarme de cabeza a Chaeyoung.

– ¿Te hice esperar mucho? – preguntó el idiota llegando para sentarse a mi lado, negué con la cabeza – ¿qué querías hablar conmigo?

– Quiero terminar contigo – corto y preciso.

– ¿Estás jodiendo? – preguntó aturdido – oye, si es por el rumor de que no me agradas y...

– Realmente no me importa si te agrado o no, Bambam – lo interrumpí.

– Pero sé que me quieres también... – susurró con una fingida tristeza.

Cínico de mierda.

– Te quiero cortar el pito con un bisturí – dije entre dientes – mira, sé que cualquier cosa que haga lo vas a ver como una oportunidad para rumorear que soy una tonta por seguir enamorada de Chaeyoung – dije y él frunció el ceño.

– Entonces es por ella... – murmuró – ¿¡ME ESTÁS DEJANDO POR UNA ENANA INCOMPETENTE!? – gritó dramatizando y rodeé los ojos.

– Deja de actuar, maldito idiota – espeté enojada – todo el mundo sabe que tú y tus amigos deben caminar en grupo porque son tan inseguros que tienen miedo de que el mundo se entere de que son una manga de homosexuales – dije y él abrió la boca.

– ¿Co-cómo? – tartamudeó totalmente avergonzado.

– Dios, te vi comiéndole la boca a Jackson – hice una mueca de asco.

– Pero aún así tú tienes que seguir conmigo – dijo con autoridad.

– Te sobrecompensas porque me estás evaluando, el truco más viejo del libro – reí irónicamente – sé original, Bambam, no hay nada que puedas hacer para alterar mi estado de ánimo – dije desinteresada y no dejé que respondiera – no hay nada que puedas decir, nunca me agradaste de todos modos – me encogí de hombros y el me miró ofendido.

– Sé que te han herido, pero eso no significa que sea tu turno de hacerme daño a mí – dijo haciendo fuerza para poder llorar y yo golpeé su hombro.

– ¡Basta con tu actuación barata! – exclamé y él asintió – sé lo que quieres realmente, un poco de confianza – dije y él me miro enojado – tranquilo, en este instituto acepan más la homosexualidad que la heterosexualidad, no serás excluido – bromeé dando palmaditas de apoyo en su brazo.

El comenzó a hablar y dar argumentos del por qué no podíamos separarnos y blah blah blah.

– Estoy cansada de escuchar tu irritante voz, somos un maldito fraude, todo el mundo lo nota, incluso Shawn que es bizco – canturreé estresada – ambos sabemos que sólo somos amigos inestables.

– Pero aparentamos bien...

– Bien para el orto, hasta los besos los ensayamos para que salgan perfectos, Bambam, me irritas – dije adaptando mi rol de chica mala – realmente no me gusta como nunca te callas porque hablas mal de todos y desde siempre has dicho que me quieres muerta – esta vez me puse realmente seria y él tensó la mandíbula, sabía de lo que iba a hablar – entonces, ¿por qué no vas por tu pistola? No voy a estar con una persona a la cual no amo, que me es infiel y que más encima es un maldito abusivo – dije y él asintió – tienes problemas y debes comenzar a medicarte.

– Tienes razón y ya te pedí perdón, ¿pero al menos podemos seguir fingiendo? – pidió y yo lo pensé – si no sigues conmigo le encargaré de hacer que todo el mundo...

Dejé de prestarle atención, no cometeré el error dos veces, prefiero a Chaeyoung antes que la popularidad.

– No me importan tus pequeñas amenazas – lo corté – no me importa cuando juegas con mi cabeza porque doy la vuelta y juego con la tuya, ¿realmente pensante que me tenías en la palma de tu mano? – reí burlonamente – y una cosa más, no me gustó lo que dijiste de mis amigas y de Chaeyoung, recuerda que por ellas y por mí eres popular y todo el mundo te ama en este cochino instituto – dije apuntándolo con mi dedo.

– Te arrepentirás – me dijo entre dientes.

– Tú te arrepentirás, querido, tú te arrepentirás de haberte metido con ellas – amenacé – ahora disfruta tu soltería – sonreí y me fui del lugar.

Necesito verla, siento que me saqué un gran peso de encima y ahora podía gritarle al mundo que la amo.

Porque sí, la amo.

Ella dijo que soy diferente a las chicas con la que salió en el pasado, dijo que me encontró y que soy la persona que estaba esperando.

Supongo que ahora debo confiar en ella cuando dice que me ama, todos los días luego de esa pequeña conversación telefónica dice que ha pensado en mí.

¿Qué la hizo cambiar de opinión? No quiero pensar en eso ahora.

Mi estado de ánimo cambia todo el rato y lo admito, suelo sonreír con lágrimas en mis ojos... pero no puedo actuar así en este momento, debo tomar las riendas de la situación.

Dudando de ella el resto de mi vida sólo complicará las cosas, ¿no?

Necesito creer en el amor, ¿por qué no noté que Bambam no me daba nunca lo suficiente? Siempre fue ella.

Perderla completamente es a lo que le tengo miedo.

Estancada en avanzar, siempre rebobinando las palabras hirientes que dije haciéndome sentir insegura de mí misma... no confío en mi cabeza, no debo confiar en mi maldita mente.

No puedo detenerme ahora...

Intento borrar mis recuerdos, tiro el proyecto... buscando un remedio, quiero que ahora sea diferente de ahora en adelante.

No quiero arrepentirme ahora, no quiero mirar atrás cuando sea mayor, no quiero mirar lo que sucedió... no quiero que mis inseguridades me ganen, voy a dejar ir mis pensamientos, dejarlos volar lejos.

Me voy a concentrar en el ahora, mi presente es Chaeyoung y no voy a dejarla ir de nuevo.

Corrí por los pasillos rápidamente, ignorando los insultos de los estudiantes irritados a los que golpeaba sin querer al pasar.

Quiero encontrarla. Corrí y corrí tratando de visualizarla hasta que la encontré en el salón de arte.

– ¡Chaeyoung! – exclamé sin aire y ella me miró confundida – lo siento, lo siento tanto – caminé hacia ella y tomé su rostro.

– ¿Mina? ¿Qué ocurre? – preguntó preocupada y yo sólo sonreí entre lágrimas.

– Ya soy libre – murmuré y ella alzó una ceja – te prometo que estaré mejor si es contigo, quiero estar contigo...

– Joder, no deberías tomarte el miedo tan en serio – rió.

– Voy a creer en el amor sólo si ese amor me lo das tú – dije mirando sus lindos ojos y ella sonrió.

– Iremos de a poco – me dijo y posó sus manos en mi cintura.

– Te amo – dije sin más antes de juntar mis labios con los de ella.

La había extrañado tanto.