Mi Dulce Albañil Piropero |Michaeng|

EPILOGO: Wedding (Feel Special)

– ¡EL VESTIDO! – gritó Sana corriendo de un lado a otro.

– ¡EL PEINADO! – gritó Momo peinando el cabello de su amiga.

– ¡EL MAQUILLAJE, MALDITA SEA, MINA, DEJA DE LLORAR! – gritó Nayeon cruzándose de brazos y suspirando por enésima vez para retocar el maquillaje de su amiga.

– ¿Pero por qué me gritan? – la japonesa hizo un puchero – no ven que ando sensible, todo tiene que ser perfecto.

– Pues si sigues llorando como magdalena, te verás fea y arruinada – dijo Jihyo entrando en la habitación.

– ¿Cómo va Chaeyoung? – preguntó Momo y Mina volvió a llorar emocionada – ¿Qué? – preguntó al ver como Jihyo y Sana la miraban con reproche.

– Ya está lista – suspiró la más baja del grupo.

– ¿¡QUÉ!? ¿¡Tan rápido!? – exclamó Nayeon asombrada.

– No me sorprende, Chaeyoung es como un hombre – comentó Sana riendo – ya deja de llorar, Mina – golpeó la cabeza de su amiga.

– Auch...

Por otro lado...

– ¡Te ves tan sexy! – exclamó Dahyun sonriente.

– ¡Te ves tan macho! – esa era Tzuyu orgullosa.

– ¡Te ves horrible! – exclamó Jeong.

– ¡JEONGYEON! – gritaron Tzuyu y Dahyun al unísono.

– Es que falta algo – se excusó la mayor pasando su lengua por la palma de su mano y posteriormente acarició el cabello de Chaeyoung peinándola – ¡Perfecto! Ya estás bien – sonrió orgullosa.

– Eres una asquerosa – se quejó la más baja despeinando su cabello – a Mina le gusta así.

– I Mini li gisti isi, mamadas – resopló Jeongyeon.

– ¿Estás segura que no quieres casarte conmigo? Aún puedes arrepentirte – habló Dahyun coquetamente.

– ¿Casarme contigo? Ni muerta, no sé cómo Momo puede estar casada contigo – suspiró y la de piel pálida la miró ofendida.

– Eres una mala amiga – lloriqueó falsamente.

– Te amo, Dubu – sonrió Chaeyoung – las amo, gracias por estar aquí – quiso llorar y Jeongyeon la golpeó.

– ¡Sin llorar! ¡Me costó mucho maquillarte! – se quejo Tzuyu.

– Está bien, está bien – rió – ¿Vamos? – preguntó.

– Vamos – respondieron sus amigas y se fueron para dirigirse al la iglesia.

Aquí es cuando los nervios se apoderaron de la coreana.

En casa de los Myoui...

– Mina, por lo que más quiera, ya deja de llorar, ya no me queda maquillaje para ponerte – habló molesta Sana.

– Pe-pero... – sollozó.

– ¡¡DEJA DE LLORAR, CARAJO!! – gritó sin paciencia Jihyo dándole una cachetada a Mina – ¡ENTENDEMOS QUE ES EL DÍA MÁS FELIZ DE TU VIDA Y TODA ESA MIERDA, PERO HAS LLORADO UN MAR, DETENTE DE UNA PUTA VEZ! – todas miraron atónitas a la más baja.

– Ji-Jihyo... di-dijiste... – tartamudeó Momo en shook.

– ¡SÍ DIJE DISPARATES PERO ES QUE ESTA JAPONESA SIN CULO ME SACA DE QUICIO! – levantó sus brazos frustrada y respiró – ahora, por el amor de Dios, terminemos que Jeongyeon me ha llamado 30 veces para preguntarme por qué nos demoramos tanto, Chaeyoung se está desesperando.