Cap01

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Este fic participa en el 5to. Aniversario de Dictadura Riren

Y dedicada a cada una de las lindas personas del grupo y a mi beta por su ayuda incondicional con cada capítulo. 

*w*

La isla Paradis, lugar que solo personas con un muy elevado nivel económico pueden visitar, bueno eso era así hasta que la guerra terminó, una guerra que destruyó naciones completas, a gente inocente, pero sobre todo culturas exóticas.

Pero una persona que decía que estaba preocupada por estas pérdidas, empezó lentamente a llevar personas con las características que buscaba, artistas con capacidades únicas en sus manos, pies o cuerpos, bailarines de ballet, de salón, cantantes de ópera, soprano, voces únicas, intérpretes, actores y actrices, historiadores, pero sobre todo a las joyas únicas perdidas del Japón, las geishas.

Por su parte odiaba todas esas cosas, desde que tuvo uso de razón supo que quería estar en las fuerzas armadas de su país servir con honor, llevar la gloria a cada ciudadano que viviría en paz con su esfuerzo, lográndolo después de muchos años de batallas, de ver caer a sus compañeros, de muchas cicatrices en su cuerpo, de tanto sacrificio físico y mental, no lo iba a negar llegó a pensar en morir muchas veces, pero ese día cuando por fin se alcanzó la meta pudo descansar.

Su nombre es el capitán Rivaille Ackerman, el hombre más fuerte, con la capacidad de hacer estrategias precisas en menos de un minuto, el que actualmente está que mata a su compañera Hanji Zoe por estarlo llamando Levi, Leviciento entre otros apodos despectivos pero muy fastidiosos.

—¿Dime Levicito estás preparado para esta nueva etapa? – preguntó abrazándolo con fuerza, quería matarla de verdad.

—No sé cómo sigues con vida cuatro ojos de mierda, si tu cerebro no puede sumar más de dos más dos – le respondió alejándola de su cuerpo.

—Soy fuerte querido – le lanzó un golpe tan fuerte que la dejó en el suelo – igual tenemos una relación de amor – odio, ¿no lo crees?

—¿Por qué este estúpido viaje? – estaba fastidiado, la verdad él solo quería quedarse en la casa antes de tener que salir – solo quiero descansar.

—Bueno, los altos mandos afirmaron que hemos perdido conocimiento en los elementos culturales del mundo – la vio hacer una expresión de resignación, notó que ella tampoco quería ir – que nos acostumbramos a las armas y no sabemos tratar con las demás personas, que somos algo agresivos.

—Pura mierda – vieron llegar al rubio con sus tiquetes en la mano – vámonos rápido Erwin.

El subió al avión, solo pedía que el vuelo fuera rápido al igual que tranquilo porque sus nervios estaban de punta, cuál era el maldito problema de dejarlo solo en su casa, con una copa de whisky y su cama, no era difícil entenderlo, pero ahí estaba en un puto viaje, todo pagado por su jefe Erwin Smith.

La comida en el trayecto fue un asco, nada agradable para su gusto, como si no fuera suficiente el mal sabor fue servido en esa asquerosa vajilla de plástico, era una deshonra para una aerolínea, entendía que era lo más económico, pero por el amor a todos los dioses, deberían respetar a los que se joden el culo con algo más higiénico. Después de un par de horas, escuchó por el parlante la próxima llegada, volteó a la ventanilla donde finalmente pudo ver la pista donde aterrizarían, más tres murallas que se conectaban con una gran puerta.

—Parecen ganado encerrado – dijo viendo como sus compañeros lo volteaban a ver – que desagradable.

—Vamos Levi – dijo el rubio con una gran sonrisa – no es su culpa, así lo decidió el rey de este lugar, los habitantes no tienen la culpa.

La esencia de mi vidaWhere stories live. Discover now