Un probable adiós

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Los personajes no me pertenecen, son de la llama asesina, yo solo invento historias donde los hago amarse XDD

Este fic participa en el 5to. Aniversario de Dictadura Riren

A mi beta gracias por su dedicación en cada cap e historia.

*w*

Tenerlo tan cerca era una sensación de puro deseo, su mente le gritaba que lo tocará, pero no sabía que debía hacerlo, en su vida llegó a pensar que estaría en esa situación, siempre pensó que sería un amargado viviendo solo con un lindo gato, unos golpes en la puerta lo sacaron de sus divagaciones.

—¿Eren? – la voz de Mikasa hizo presencia – Riko mamá te está buscando.

—¿Es urgente? – la linda voz de Eren hizo que su piel se erizara, sobre todo notó que no había separado sus ojos de él – Aún no termino de ayudar al capitán.

—Es la lista que debes tener en cuenta para tu presentación – lo vio asentir soltar un suspiro – dice que la recojas y puedes regresar.

—Ya voy – escuchó los pasos de la joven alejarse – Levi san, quiero que sepa que no me estoy forzando a estar con usted, para mí sería un honor, pero sé que usted piensa diferente – él se giró antes de abrir la puerta le sonrió tiernamente – no pienso regresar, pero si usted toma una decisión deje esto en la ventana de mi habitación.

Lo vio quitarse el único adorno que tenía en su castaño cabello, una linda horquilla de libélula, la dejó sobre la mesita cerca de la puerta luego salió, en ese momento se dio cuenta que era un completo idiota, sus miedos lo estaban deteniendo, solo pensaba que era una forma de despedirse de él, Eren no era consciente de su compra, podía asegurar que él pensaba que le pertenecería a ese cerdo.

Se acercó, tomó ese hermoso adorno llevándolo a sus labios lo beso suavemente, ese mocoso de mierda producía en él tantas cosas que lo asustaba, toda su vida se había dedicado a ser valiente, fuerte, ser el más capaz en su tropa, ser la base de su hogar, lo poco que sabía de amor era frente a su relación con su madre.

Salió del lugar, camino lo más rápido que pudo, dejó el accesorio como el castaño le dijo, al llegar sintió que su corazón iba a salirse, sentía sus manos algo sudorosas, pero igual de frías, tomando una gran bocanada de aire, lo dejó en un lugar visible luego regresó.

Al llegar acomodó la poca ropa en el armario, fue directo a la ducha, aún sentía esa desagradable sensación que le dejaba el agua de mar en su piel, así que calentó lo más que pudo el agua e ingresó, estar ahí lo relajaba demasiado.

—No sé qué tan buenas decisiones he tomado en mi vida – se dijo recordando que solo se había dedicado a ser cruel, a ver gente morir a su alrededor – ni siquiera le digo a mi madre que la amo, joder.

Salió con la toalla en su cintura junto con otra que secaba le cabello, detalló su cuerpo así pudo notar todas las marcas de la guerra que había en él, cuantos de sus hombres lo habían protegido, pero aun así seguía marcado, escuchó la puerta abrirse, ahí estaba con un lindo sonrojo en sus mejillas.

—Entra – pidió tratando de calmar todo su ser, no solo podía lanzarse al joven – pensé que te demorarías más.

—Solo debía ir por esa lista, escuchar las recomendaciones de mamá y regresar – ¿cómo un mocoso con pensamientos suicidas podía hablar con tanta tranquilidad?, pero eso era una de las cosas que le atraían – su cuerpo está muy marcado.

—La guerra no es amable con nadie – esos finos dedos tocaron su espalda – esa dolió demasiado, pero me di cuenta que la tenía cuando llegué al campamento.

La esencia de mi vidaWhere stories live. Discover now