여덟.⁸

5.4K 460 78
                                    

여덟

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

여덟. / ocho.

Subieron las maletas en la parte trasera del auto, TaeHyung le sonrió en forma de agradecimiento y el corazón de HoSeok latía frenéticamente al ver aquella preciosa acción por parte de su chico. Encendió el auto y condujo por las calles de Seúl, escuchando las voces bajas de la abuela y la madre de Tae detrás de los asientos. Prendió el radio para que el ambiente no fuera tan tenso.

TaeHyung tenía una enorme sonrisa en su rostro, su emoción era tanta que sin importar que su madre estuviera ahí, tomo a HoSeok de sus mejillas y dejo un suave beso en sus labios. Las mujeres quedaron sorprendidas ante tal acción.

- Te quiero y quiero estar contigo siempre, hyung -admitió con sus mejillas rojizas.

- También quiero estar contigo, TaeHyungie -confesó, besando su mejilla- me encargare de que siempre estemos juntos, bebé -sonrieron completamente enamorados.

A los minutos, llegaron a la mansión de HoSeok, escuchando los jadeos impresionados de las mujeres.

- ¿E-Está es tu casa? -preguntó SunMi, mirando todo a su alrededor.

- Sí mamá, es la casa de HoSeok-hyung -respondió divertido al ver las expresiones de ellas- vengan, entremos que hace frío.

- Pueden usar cualquier habitación, excepto la de la puerta negra del cuarto piso.

- ¿Que hay ahí? -preguntaron ambas mujeres.

- Cosas valiosas para mí -les sonrió- Sana -habló al ver a su mayordomo.

- Joven Jung -se inclinó ante él.

- Te presento a la abuela y la madre de TaeHyung, SunMi -las señalo a ambas.

- Un placer conocerlas, damas -se inclinó ante ellas- Minatozaki Sana, a su servicio -les sonrió- ¿se les ofrece algo para cenar? -ambas asintieron apenadas.

- Sana, por favor si puedes traer el equipaje del carro.

- A sus órdenes, joven Jung -se inclinó ante todos y salió del lugar.

A los minutos de estar instalados en la mansión, todos bajaron a la gran mesa del comedor para cenar, había diferentes platillos: banchan, japchae, bibimbap, bulgogi, barbacoa, dakkochi y de postre bingsu. Las mujeres quedaron impresionadas por la cantidad de comida, pero disfrutaron de las mismas con total deleite, ya que estaban acostumbradas a comer solo arroz blanco con carne para evitar grandes gastos y pagar sus deudas.

Daddy ○ HopeV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora